El futuro de los incendios forestales en Asturias: a menos cada año, pero más intensos e incontrolables
Asturias
Entre 1994 y 2008 hubo 829 incendios, mientras que entre 2009 y 2022 se redujeron hasta 643. La superficie quemada pasó de las 25.000 hectáreas en 1997 a las 27.000 en 2017
21 Nov 2024. Actualizado a las 10:51 h.
El número medio anual de incendios forestales está reduciéndose en prácticamente todo el territorio, pero la superficie quemada va aumentando. Así, Asturias va hacia un escenario de incendios cada vez mayores y más intensos y incontrolables. Entre 1994 y 2008 hubo 829 incendios, mientras que entre 2009 y 2022 se redujeron hasta 643. En cambio, la superficie quemada pasó de las 25.000 hectáreas en 1997 a las 27.000 en 2017. Por otro lado, se pasó de 11,6 hectáreas quemadas de media por cada fuego en 1994-2008 a las 16,3 en 2009-2022, por lo que los datos muestran que el tamaño de cada fuego individual aumenta.
Así se recoge en el artículo «Los paisaxes asturianos énte una nueva xeneración de fueos forestales», de los profesores de la Universidad de Oviedo José Valentín Roces Díaz, Arturo Colina Vuelta y Susana Suárez Seoane y que se publica en el último número de la revista «Ciencies», que edita la Academia de la Llingua Asturiana y la Universidad de Oviedo. El artículo muestra un incremento en la frecuencia de grandes fuegos forestales, denominación que se aplica a los acontecimientos que afecten a superficies mayores de 500 hectáreas. Así, en las últimas cuatro décadas hubo 72 fuegos que se clasificaron dentro de esta categoría. En cambio, el 57% fue desde 2010, siendo 2023 el año en el que se concentra el máximo histórico, con un total de 12 incendios --17% del total-- que ocurrieron en menos de dos semanas
Los factores que condicionan una difusión mayor del fuego y de manera más veloz están principalmente vinculados a los cambios del uso del suelo, al dejar los agroganaderos para dar paso al aprovechamiento forestal o el abandono. Una situación que ha llevado, según recoge el artículo, a una «homogenización del paisaje, generando grandes masas de pinos y eucaliptos con una distribución continua y sin parada».
La mayoría de los incendios están causadas por actividades humanas --menos del 1% de las incendios que hubo en Asturias entre 2009 y 2018 fueron por causas naturales (rayos), mientras que el 61% fueron intencionados y el 22% causadas por accidentes o negligencias--. Aunque el cambio climático no provoca que haya más incendios en Asturias, si hace que estos sean más peligrosas. Así, la subida de las temperaturas y la duración mayor de los periodos de sequía puede ayudar a la velocidad de difusión e intensidad de un fuego.
Soluciones
El artículo recoge como las masas forestales autóctonas reducen las posibilidades de difusión de los fuegos ante las plantaciones monoespecíficas de pino o eucalipto, «por lo que la preservación y promoción de los bosques autóctonos en áreas prioritarias del paisaje puede ser clave para el establecimiento de puntos estratégicos de gestión».
Por otro lado, ante el aumento de las grandes incendios --con fuegos que se vuelven a activar o con varios focos simultáneos-- en un territorio urbano-agrario-forestal, proponen una revisión de los protocolos y procedimientos para distribuir más eficientemente los recursos.
Así, para garantizar la defensa de las poblaciones, además de la seguridad de sus habitantes con pautas claras de encierro o evacuación, consideran «imprescindible» la concienciación y preparación de la población en situaciones de emergencia. Para mejorar su capacidad de autoprotección proponen «un fortalecimiento de las capacidades operativas y de prevención en el ámbito local».