Cuatro de cada 10 mutualistas de Muface en Asturias opta por la sanidad pública

Más del 40% de los cerca de 37.000 mutualistas de Muface en Asturias ya están incluidos en el Sistema de Salud del Principado de Asturias (Sespa). De los restantes, alrededor del 17% reciben la prestación sanitaria de Atención Primaria y Urgencias del Principado en virtud del convenio que la Consejería de Salud mantiene con Muface para ofrecer estos servicios a los mutualistas que viven en concejos alejados del área central.

Así lo recordaban ayer desde la Consejería de Salud, a propósito del debate abierto en torno al futuro de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) después de que el Ministerio de Sanidad haya planteado la posibilidad de incorporar a la sanidad pública al millón de mutualistas que reciben asistencia sanitaria a través de aseguradoras privadas, con las que el contrato vence el próximo 31 de diciembre.

«Tenemos la certeza de que el Ministerio de Función Pública está negociando un nuevo contrato a la vez que valora una prórroga forzosa del mismo», señalan desde la consejería, explicando que esto implica que la intención del Gobierno pasa por tratar de mantener la mutualidad. «Conocemos también que Función Pública ha mandado un mensaje de tranquilidad a los mutualistas en el sentido de garantizar las prestaciones sanitarias a todo el colectivo», añaden, entendiendo también que el Ministerio de Sanidad esté analizando «paralelamente» otras posibilidades de futuro en el caso de que el Servicio Público de Salud tenga que asumir a todos los mutualistas.

En este sentido, viene al caso recordar que Asturias es una de las regiones donde mayor porcentaje de mutualistas de Muface optan por la sanidad pública, un 43,9% en concreto, teniendo solo por delante a Navarra (56%), Baleares (50%) y Ciudad Real (44%). El 56% de los casi 37.000 mutualistas asturianos optan las aseguradoras privadas: un 35% por Adeslas, un 12% por Asisa y un 9% por DKW.

Cada vez más funcionarios optan por la sanidad pública

Los funcionarios pueden cambiar de sistema o de aseguradoras una vez al año, en enero. En Asturias, al igual que en el resto de comunidades autónomas, se incrementa cada vez más el número de funcionarios que optan por la sanidad pública para tener cubiertas sus necesidades sanitarias. El aumento entre los mutualistas asturianos que eligieron la sanidad pública frente a las aseguradoras privadas fue de más de un 12% desde 2015 por ejemplo.

Según la última memoria anual de Muface, esta mutualidad da cobertura a 1,5 millones de personas en toda España, de las que 1,1 millones son titulares —funcionarios— y 434.409 son beneficiarias (parejas y/o descendientes que conviven con el titular y no tienen ingresos superiores al doble del IPREM ni protección por otro régimen de la Seguridad Social).

En 2011 se llevó a cabo una reforma del Régimen de Clases Pasivas por la que los trabajadores públicos de nuevo ingreso cotizan en el Régimen General de la Seguridad Social, aunque siguen podiendo elegir el modelo público o privado de asistencia sanitaria a través de Muface.

Ahora lo que se ha planteado desde el Ministerio que dirige Mónica García (Sumar) a través de un informe que se hacía público esta semana es que incorporar a los mutualistas a la asistencia sanitaria pública sea una opción «tanto viable como razonable», teniendo en cuenta además que la reciente licitación para firmar el nuevo convenio de Muface con las aseguradoras para 2025 y 2026 quedó desierta. Ninguna de las tres que presta el servicio en la actualidad se presentó al considerar que la propuesta económica, que tenía un aumento del 17,12% de la prima por asegurado, era insuficiente para evitar pérdidas.

Las negociaciones están en manos del Ministerio de Función Pública que dirige el socialista Óscar López y precisamente este miércoles se abría un sondeo de mercado para que las aseguradoras puedan trasladar el precio detallado que calculan que necesitan para la asistencia sanitaria de Muface, un paso previo para la elaboración de una nueva licitación que ahora será para tres años. También se hacía hincapié en el mensaje de tranquilidad que se viene lanzando desde el principio: «Ningún mutualista se va a quedar sin la asistencia».