El peaje del Huerna se encareció un 14,1% en los últimos seis años

En el 2018 el Gobierno central tomó la decisión de levantar las barreras y eliminar los peajes de todas las autopistas en las que a partir de ese momento venciese su concesión, y ya lo ha hecho en seis, con más de mil kilómetros que han pasado a ser gratuitos. Desde ese 2018, las tarifas de la AP-66, la autopista del Huerna, han subido un 14,1%. Y volverá a ocurrir en el 2025, con un incremento todavía por fijar, a falta de que el Ejecutivo central concrete cuánto va a recuperar de la subida de peajes congelada en el 2023 para frenar los efectos de la inflación. Esa cifra se sumará al 2,86 % que determina la revisión de precios anual basada en el IPC.

La autopista que más ha subido en los últimos seis años es la gallega AP-9, con un incremento de la tarifa del 22,3 %. La media de incremento entre todas las concesiones de la red estatal es del 15,2 %, un punto por encima del registrado en la vía asturiana, e incluso es negativa si se completa el mapa de las concesiones con las nueve autopistas rescatas y gestionadas directamente por la Administración central. Estas, ubicadas en su mayoría en el entorno de Madrid, han reducido sus tarifas en un 24,5 % de media, pero en realidad se han abaratado más, ya que desde la medianoche a las seis de la mañana han pasado a ser gratuitas.

Otras vías de peaje españolas

La subida de peajes que más se acerca a la soportada en la AP-9 es la registrada en la AP-46 (Málaga-Las Pedrizas), con 3,5 puntos menos. Se aproxima, en todo caso, por lo mismo que hará que la AP-9 siga situándose casi tres lustros más entre las que más se encarecerán en España: que las obras de mejora más caras sean costeadas por sus usuarios en lugar de por los Presupuestos del Estado, como sí ocurrió en las demás concesiones.

En la AP-6 que conduce a los gallegos hasta las proximidades de Madrid desde Adanero, o en su ramal hasta Segovia, el salto de precios ha superado el 16 % en los últimos seis años, pero poco más tendrán que soportar el pago de peajes sus usuarios, pues el Gobierno ya ha iniciado la planificación de la eliminación de sus barreras para el 2029.

Las demás autopistas en las que hoy es más caro circular que en el 2018 han tenido una evolución de precios igual o inferior a la media. Desde el 15,3 % de la Bilbao-Zaragoza (otra que será gratuita en poco más de un año) al 7 % de la que une Alicante con Cartagena, hay un abanico de ocho autopistas que han tenido una variación de precios mucho más contenida que en el caso de la principal arteria gallega. 

Gratuidad prorrogada

La circunvalación de Alicante, cuya liberalización y gratuidad se probó de julio a octubre y ahora se ha prorrogado hasta el 15 de febrero del año que viene, es la que menos ha bajado sus tarifas de entre las nueve autopistas creadas durante el mandato de José María Aznar, quebradas después y asumidas por el Estado a través de la empresa pública Seittsa justo en el 2018.

La alternativa de 32 kilómetros al centro de Alicante se abarató en seis años un 11 %; casi en trece puntos lo hizo la autopista castellano manchega de Ocaña a La Roda, y a partir de ahí y por encima del 18 % de bajada el vial de Cartagena a Vera y las cinco radiales de Madrid. Incluso el eje de diez kilómetros construido desde San Sebastián de los Reyes hasta el aeropuerto de Barajas (M-12) ha bajado un 52,5 %, un ritmo medio de 8,6 puntos al año mientras que la AP-9 ha crecido a un 3,7 % por ejercicio.

Más favorable para sus usuarios que las bajadas aplicadas a los peajes de las nueve autopistas asumidas directamente por el Gobierno central, es la desaparición de peajes en seis viales de pago desde el año tomado como referencia. Burgos, Vitoria, Sevilla, Cádiz, Barcelona, Tarragona, Castellón, Valencia y Alicante fueron las provincias favorecidas con la retirada de las casetas de cobro.