Más de 1.000 playas del mundo en pleno Pajares
Asturias
Casa Maragato cuenta con un museo de arena de playas de todo el mundo, con más de 1.200 recipientes, siendo los de Nueva Zelanda los más lejanos
22 Nov 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Casa Maragato, en Busdongo, cuenta en su interior con un curioso museo de recipientes de arena de diferentes países traídos por clientes y amigos. Tere, responsable del establecimiento con su marido Juan, calcula que ya son más de 1.200, las más lejanas de Nueva Zelanda.
Casa Maragato es todo un icono en Busdongo y una de las paradas más habituales para los viajeros que van o vienen de Asturias o León por Pajares. Además de poder disfrutar de un refrigerio, de sus legendarios embutidos o de la amabilidad de sus dueños, Tere y su marido Juan, en casa Maragato se puede admirar su peculiar museo de arenas de playas de todo el mundo.
Y es que, como explica Tere, esta idea de recopilar recuerdos de arenales de todo el planeta surgió «sin planear», hace casi un cuarto de siglo. «Sobre el 2000 un amigo, por desgracia ya fallecido, comenzó a traernos arena para darnos envidia de los sitios donde había estado».
La primera de estas muestras fue de Denia y «con esa tontería trajo cinco o seis». La responsable de este negocio indica que «un día trajo un recipiente con arena del Algarve, en Portugal, y cuando lo estaba trayendo estaba aquí otro cliente».
Este cliente le preguntó «¿no tienes de San Lorenzo?, otro día que venga te traigo de allí». Al poco tiempo, «en una caja de madera, trajo quince tarros con arena: uno de Cayo Coco, en Cuba, otro del Arbeyal, otro de San Lorenzo...».
Entonces, Tere pensó que ya empezaba a ser necesario «colocar en recipientes iguales» estos recuerdos. «Los ubiqué en la parte superior del bar», explica. En esos primeros momentos «todo el mundo preguntaba si eran especias». «Mi marido siempre ha sido muy bromista y empezó a pedir a los clientes que le trajeran arena», comenta esta hostelera.
Para ir dando acomodo a estos tarros, Juan «hizo unas estanterías y se fueron emplazando en el comedor, por lo que la gente al verlas comenzó a traer más y más». No en vano, Tere calcula que ahora mismo cuentan con «aproximadamente 1.200 o 1.300».
Esta abundancia de arena «ya es un problema, de hecho, durante la pandemia, las recolocamos por países y hemos pedido unos tarritos más pequeños, para poner en unas baldas más reducidas». No obstante, reconoce que «mola, porque muchos clientes te llaman y te preguntan 'oye, estoy en tal o cual sitio, ¿de aquí qué tienes?».
«Todavía esta semana me llamó una clienta que se iba a ir a Menorca para preguntarme cómo andábamos de tarros de esas playas, que creo que debemos tenerlas casi todas», resalta. Reconoce que no tiene contados de cuántos países tiene recipientes con arena de playa, «pero son muchos y tengo pendiente hacer una lista».
En este sentido, sí que tiene apuntadas «las que más lejos están, que son de Nueva Zelanda», si bien admite que «hay muchas de muchos sitios curiosos».