Listas de espera, coste o distancias: más de 36.000 asturianos están insatisfechos con sus necesidades médicas

El Principado de Asturias acumula más de 36.000 personas que no se encuentran satisfechas con sus necesidades médicas. De acuerdo a los últimos datos publicados por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), la región lidera el porcentaje de habitantes insatisfechos a nivel nacional con el 3,6%, por delante de Castilla La-Mancha (3,4%), Comunidad Foral de Navarra (3,3%) y La Rioja (3,2%).

Según Eurostat, en Asturias habría más de 36.000 personas que habrían reportado de forma personal no haber cubierto sus necesidades médicas en la comunidad. Los datos analizados contemplan fundamentalmente tres factores por los que estos exámenes médicos no se hubieran levado a cabo: razones financieras, largas listas de espera o las distancias dentro de la propia comunidad. El porcentaje correspondiente a 2023 —último año registrado en esta estadística— refleja un 3,6% de habitantes insatisfechos en el Principado. Una cifra que ha ido aumentando en los últimos años, ya que en 2021 era el 2,4% y en 2022 el 2,8%.

Por comunidades, la que acumula mayor porcentaje de pacientes insatisfechos es Asturias, estando prácticamente a la par de otras autonomías como Castilla La-Mancha, Comunidad Foral de Navara o La Rioja. En una situación parecida se encuentran en Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias o Castilla y León. El porcentaje de habitantes menos insatisfechos lo registran tanto País Vasco como Región de Murcia, con el 1,9% de sus habitantes no conformes con sus necesidades médicas. En todo caso, el de España es un escenario que difiere bastante de la realidad europea, donde se alcanzan porcentajes de hasta el 30% en Grecia.

Con mucho, el griego es el país europeo con mayores porcentajes de insatisfacción, seguido de Rumanía, Finlandia y varias regiones de Italia. En todo caso, cabe indicar que hay una gran cantidad de países europeos que no entran a formar parte de esta estadística. Los que mejores datos reflejan de los que sí entran en la estadística son Hungría, Suiza, Bulgaria y República Checa. La situación del Principado de Asturias, en comparación con otras regiones europeas, se asemeja a varias zonas de Suecia, Irlanda y el norte de Italia, además de una gran mayoría de autonomías españolas.

Situación de las listas de espera en Asturias

Las listas de espera, una de las variables que se han tenido en cuenta en este análisis, persisten en el Principado. El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) realizó en septiembre 133.835 consultas, frente a las 109.585 efectuadas en agosto, lo que representa un aumento del 22,12% y 24.250 pacientes más valorados. Este balance ha permitido contener el incremento de las demoras y, en algunos casos, disminuir la cifra de pacientes a la espera de una cita. Esto ha ocurrido en diez especialidades: cirugía maxilofacial, cirugía vascular, dermatología, endocrinología, medicina interna, nefrología, neurocirugía, oncología médica, otorrino y reumatología.

Además, en septiembre se redujo en 692 personas la lista de espera de menos de 90 días, en la que se incluyen aquellas con prioridad clínica para una operación, bien por la gravedad de sus enfermedades o para evitar un deterioro de su calidad de vida. No obstante, los tiempos de espera continúan siendo elevados, al igual que los de la media nacional.  El pasado julio había 13.806 pacientes por debajo de los 90 días de espera para una intervención quirúrgica, muchos de ellos con indicación preferente. Durante los meses de verano, esa cifra se redujo en 1.950 personas, hasta situarse en 11.856 al cierre de septiembre.

Para el caso concreto de las personas que se encuentren insatisfechas debido a las distancias que hay dentro de la comunidad, desde el Principado ya han puesto en marcha el llamado «Proyecto Cuélebre», que consiste tanto en la monitorización en domicilio para pacientes crónicos como en las consultas virtuales colaborativas que abren la puerta a la telemedicina con diagnósticos desde Atención Primaria. Los objetivos inmediatos, algunos ya en pleno desarrollo, son extender esta modalidad de trabajo a ámbitos en los que un diagnóstico temprano puede suponer un diferencia fundamental en la evolución de la dolencia, como cardiología.