Roqueñí cree que el horno eléctrico de ArcelorMittal en Gijón representa «un paso decidido» para mantenerse en Asturias

La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, ha afirmado este martes que el inicio de la construcción de un horno eléctrico en Gijón, presupuestado en 213 millones de euros, representa «un paso decidido» de ArcelorMittal para el mantenimiento de su actividad en Asturias. Roqueñí ha respondido así en el pleno de la Junta General a una pregunta formulada por la diputada del grupo mixto Covadonga Tomé sobre los planes para evitar que la siderúrgica «se vaya» de Asturias dejando sin trabajo a más de 5.000 personas.

La consejera ha remarcado que «el objetivo compartido» del Principado y del Gobierno central es el mantenimiento del ciclo integral de la siderurgia en Asturias y que sea impulsado por la propia ArcelorMittal. Roqueñí ha afirmado que el inicio de la construcción, el pasado mes de mayo, de un horno de arco eléctrico en Gijón cuya puesta en marcha se prevé en el primer trimestre de 2026 representa «un paso decidido» de la empresa para reducir su impacto ambiental y mantener su actividad en Asturias, a la vez que ha recordado que la empresa ha planteado la posibilidad de construir otro en Avilés.

La consejera ha admitido que aún «está pendiente la confirmación» de la empresa de su principal inversión para la descarbonización de su actividad en Asturias, la construcción de una planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI). No obstante, Roqueñí ha recordado que la empresa ha recibido «apoyo financiero y administrativo» para que «siga adelante con sus plantes».

Para que ArcelorMittal consolide sus planes, el Principado también está exigiendo al Gobierno central otras medidas como elevar al máximo las ayudas por costes indirectos de CO2, proporcionar un marco estable para los precios de la electricidad para la industria, impulsar acuerdos de compra de renovables entre la siderúrgica y las empresas eléctricas, y desplegar ayudas para el hidrógeno. Roqueñí ha remarcado que España y Asturias están involucradas «al máximo nivel» con el mantenimiento de la siderúrgica y ha recordado que 'El informe Draghi para una UE más competitiva' subraya que Europa tiene que tener una política industrial para competir con Estados Unidos y China basada en «ayudas públicas potentes».

La diputada del grupo mixto ha subrayado que es «imprescindible» que las administraciones tengan un mayor papel en el sector industrial y que no se puede permitir que las empresas se marchen después de beneficiarse de ayudas públicas. Tomé ha admitido que «no se pueden prohibir deslocalizaciones», pero sí dificultarlas con la normativa, como ya ha hecho el País Vasco, informa Efe.