Así transformarán los «data center» de inteligencia artificial el mix energético de Asturias
Asturias
La Fundación Asturiana de la Energía analiza el impacto que la instalación de uno de estos centros de datos, que gastan la misma energía que un rascacielos. tendría en la planificación energética regional
18 Nov 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Parte del gasto en inteligencia artificial (IA) se dedica a construir y equipar los centros de datos necesarios para su desarrollo y entrenamiento. Entrenar un modelo como el GPT-4 supone un gasto energético equivalente al consumo anual de 20.000 hogares de España. Un centro de datos consume lo mismo que un edificio de 40 plantas. Con el continuo desarrollo de la IA, la necesidad de energía será cada vez mayor y el peso del consumo de los centros de datos en la energía mundial se multiplicará en los próximos años. En Irlanda, por ejemplo, ya consumen el 19% de la electricidad generada en el país.
La instalación de uno de estos grandes centros de datos en Asturias es una posibilidad que evalúa la Fundación Asturiana de Energía (FAEN) en un reciente informe sobre tendencias inversoras en IA. Tendría su impacto en la planificación energética regional no solo al suponer un aumento en la demanda energética que habría que cubrir, sino también porque probablemente sería un catalizador para una transición más rápida hacia fuentes de energía renovables y sistemas de gestión energética más eficientes. «Esto podría resultar en un mix energético regional más diversificado y sostenible a largo plazo», dice el informe de la FAEN.
Para evaluar el impacto de la implantación de estas actividades en el balance energético de Asturias, se parte de la base de información recogida en la Estrategia de Transición Energética Justa elaborada por la Fundación, en la que se recogen escenarios de consumo regional que superan los 10.000 GWh de consumo eléctrico anual para el 2030, incluyendo en esos escenarios los procesos de electrificación de la economía que se plantean en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
No se incorporan proyectos industriales singulares que podrían modificar sustancialmente la demanda de electricidad, como iniciativas relacionadas con la producción de hidrógeno, la electrificación de la producción de acero u otros procesos electrificados de materias primas en grandes volúmenes, y tomando como referencia el consumo de energía de un gran CPD (centro de procesamiento de datos), se llega a la conclusión de que «el incremento de la generación renovable en la región no llega a satisfacer la demanda eléctrica prevista».
Teniendo en cuenta las tendencias inversoras de las empresas tecnológicas, en «todos los escenarios» posibles, el avance de la inteligencia artificial es inevitable ante su capacidad para optimizar procesos, prever necesidades y personalizar soluciones en los diversos sectores productivos. Desde la patronal asturiana también se tiene muy presente el creciente y «garantizado» despliegue de proyectos relacionados con la IA generativa.
«Si revisamos lo que está sucediendo en España en cuanto a la inversión en este tipo de infraestructuras, vemos que se ha convertido en un destino clave para las empresas tecnológicas que operan estos centros de datos», consideran en la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) en esta opinión publicada en en su web en 2023 en la que explican por qué Asturias es «el sitio ideal» para instalar un centro de datos.
Así, dicen que si hay dos factores clave que pesan en la selección del lugar por parte de los inversores, como son «el enorme consumo de agua y el consumo energético, muy ligado a la refrigeración de los equipos y a la estabilización de la temperatura», Asturias da solución a ambos. «Es una región privilegiada por nuestra disponibilidad de agua en abundancia y por nuestro clima templado, que ayudaría a reducir enormemente la factura energética y más en un contexto donde todo indica que cada vez llueve menos, las temperaturas están subiendo y casi una cuarta parte del país sufre escasez de agua», señalan, exponiendo también otros argumentos de que Asturias es atractiva para que las empresas tecnológicas que buscan lugares en España para sus centros de datos.
Antiguas minas
Por ejemplo, la disposición de «suelo libre en cantidad, ya sea en nuestros parques tecnológicos o industriales», y de fuentes de generación de energía renovable, «cuyos excedentes pueden ser transferidos a estos centros de datos para su aprovechamiento». No pasan por alto tampoco que, «una vez cerradas las minas, contamos con emplazamientos que, por sus características, pueden ser de gran utilidad para albergar centros de datos». Esas antiguas minas, como recuerdan desde Fade, tienen sistemas de bombero de agua, ventilación, subestación eléctricas y «otras características que facilitarían la puesta en marcha de un centro de datos, ahorro de costes y facilitaría su posterior gestión»
Sea como sea, el análisis de FAEN advierte de que el aumento de la demanda energética por la implantación de un centro de datos de IA puede traer consigo un aumento de precios —«esto puede tener un efecto sobre el suministro de otras actividades industriales en la región»—, podría limitar la operativa de la red o afectar al funcionamiento energético en zonas colindantes. Pero también da por hecho que implicará una modernización de la red eléctrica, el desarrollo de comunidades energéticas locales como las que ya se están poniendo en marcha en Asturias y, por supuesto, una posible reconfiguración del mix energético.