Así avanza el proyecto para recuperar la rosa Narcea como cultivo rentable y arma contra la despoblación
Asturias
La Fundación General CSIC pone en marcha una iniciativa que, en su primera fase, se centrará en probar un robot segadora y ovejas con aversión inducida a la flor para controlar las cubiertas vegetales de los terrenos en los que se va a cultivar
01 Nov 2024. Actualizado a las 05:00 h.
El proyecto para recuperar la rosa Narcea, un ejemplar antiguo con gran valor para la perfumería, sigue su camino para convertirse también en una alternativa «rentable y eficaz» para atraer y afianzar población en Cangas del Narcea. La Fundación General CSIC, que tiene por objeto promover la colaboración público-privada en la investigación científica, acaba de lanzar el proyecto Agri-Rovenat para facilitar el emprendimiento en el entorno rural a través del desarrollo de cultivos agrarios sostenibles —como esta antigua rosa asturiana— en zonas afectadas por la despoblación, el envejecimiento y la falta de relevo generacional.
Problemas todos que comparten Asturias y Galicia, las dos comunidades en las que se desarrollará este proyecto que, aparte de la rosa Narcea —con uso en la industria y el mercado de lujo de la perfumería—, también se centra en la vid y el olivo autóctono en Galicia.
Uno de los principales objetivos de este proyecto es el uso de la agricultura «para crear riqueza y a la vez reforzar la belleza del paisaje natural», en las zonas en las que científicos del grupo Vior de la Misión Biológica de Galicia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) llevan un par de años trabajando en estos cultivos, «mediante una explotación sostenible e inteligente» y en un escenario de economía circular, «fomentando la aparición de nuevas oportunidades de emprendimiento» que ayuden a asentar población.
En el caso de Asturias, en el concejo de Cangas del Narcea, de la que desde el proyecto Agri-Rovenant aseguran que tiene los índices de velocidad de despoblación rural y de envejecimiento más elevados de España y de Europa. «El éxito de esta experiencia piloto constituiría una alternativa real y de aplicación inmediata para el desarrollo socioeconómico de la zona», señalan. En Galicia, el proyecto se está también desarrollando en el municipio de Quiroga (Lugo), una zona también de difícil orografía, y muy castigada por el despoblamiento rural.
Casi 600.000 euros de subvención
El proyecto Agri-Rovenat tiene un coste de 615.375 euros, de los que 598.225 han sido subvencionados por el Gobierno de España y la Unión Europea, 478.550 euros en concreto con fondos FEADER. La primera fase se va a centrar en probar metodologías para mantener y controlar las cubiertas vegetales de los terrenos en los que se van a desarrollar los cultivos. Por un lado se va a usar un robot segadora teledirigido y, por otro, ovejas con aversión inducida específica a la rosa Narcea y a determinadas variedades de vid y olivo autóctono gallego.
Este método de aversión inducida ha sido desarrollado, experimentado y publicado por el grupo de Recerca des Remugants de la Universidad Autónoma de Barcelona y, según aseguran desde el proyecto Agri-Rovenat, «cuenta con todas las garantías de bienestar y salud animal». Con el robot y las ovejas se busca eliminar el uso de herbicidas, muy generalizado según recuerdan en viñedos, olivares y otros cultivos de estas áreas de difícil orografía «a pesar de su elevado coste económico y medioambiental».
Además, al no usar sustancias tóxicas, se busca respetar al máximo la flora natural y la biodiversidad típica de cada zona, «ya que ambos sistemas protegen el tapiz vegetal natural que cubre las parcelas de explotación agraria y evita la erosión del suelo, frecuente en zonas de fuerte pendiente».