La Voz de Asturias

Preocupación en las familias asturianas por la escasez de medicamentos contra el TDAH: «Nadie nos da una explicación»

Asturias

Manuel Noval Moro Redacción
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad se suele diagnosticar en la infancia, pero hay personas que llegan a la edad adulta sin saber que lo tienen.

«Desde hace dos meses, recorres las farmacias y si tienes suerte, coges el último bote y lo pillas», relata Verónica Miranda, la madre de un joven tratado con Concerta, el que más falta

22 Oct 2024. Actualizado a las 05:00 h.

Verónica Miranda recorre desde hace dos meses las farmacias asturianas en busca de un medicamento que ha empezado a escasear. Concerta es su nombre comercial, y su principio activo es el metilfenidato. La razón de esta búsqueda incansable y algo ansiosa está en que su hijo, diagnosticado con un trastorno neurológico, tiene pautado este medicamento desde hace muchos años y, gracias a ello, puede hacer una vida normal. Como él, muchos niños y adultos utilizan Concerta para poner a raya un trastorno que en los últimos años ha aumentado extraordinariamente su prevalencia, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Si el medicamento le faltase, las cosas podrían torcerse. El medicamento ayuda a regular la neurotransmisión en su cerebro para que la atención, la capacidad de concentración, la memoria y el sueño estén en parámetros normales, y sin la dosis diaria que requiere habría que buscar otro medicamento que quizá no actuase con la eficacia del que ya han probado con éxito. Incluso si lo encontrase, seguramente necesitaría un periodo de tiempo considerable para adaptarse.

No se saben las razones por las que el metilfenidato ha empezado a escasear, pero el caso es que, desde hace dos meses, las reservas están empezando a menguar. Verónica Miranda asegura que ya no se puede encontrar Concerta en las farmacias de Gijón, y tampoco en las de la cuenca del Nalón. Ella lo sabe porque ha ido a buscar la medicación por todas partes. «Desde hace dos meses, recorres las farmacias y si tienes suerte, coges el último bote y lo pillas», explica. De otros medicamentos que contienen el principio activo, como Rubifén, sí quedan botes de algunas dosis, pero no en todos los sitios.

Aun así, hay un problema. Por una parte, que los medicamentos se compran con receta, que va con el nombre de la marca, ya sean las mencionadas u otras, y no se puede dispensar un medicamento con una receta prescrita para otro, aunque tengan el mismo principio activo. Entonces, el enfermo necesita volver al médico y que le recete la marca que hay para que pueda adquirirlo.

Por otra parte, está el problema tanto de la dosis como de la forma en que actúa el medicamento. Los hay de acción inmediata y los hay de liberación prolongada, que tienen una dosificación distinta, y a veces no se pueden sustituir unos por otros tan fácilmente.

¿Y qué ocurre si se detiene la medicación? «Por muy estabilizado que esté, en 48 horas pierde la estabilidad, pierde la concentración, aparecen problemas de ansiedad o de memoria», asegura Verónica Miranda.

Hay que tener en cuenta que, para llegar a la estabilidad, los pacientes han pasado largos periodos de adaptación, desde el diagnóstico hasta la terapia y el ajuste correcto de la medicación. Todo eso se perdería sin el medicamento. Al hijo de Verónica Miranda lo diagnosticaron hace 23 años. «Empezó en dosis de 5 miligramos a 4 horas hasta estabilizar a 18 miligramos a 24, con lo que conllevó de médicos, clínicas, terapeutas, logopedias y refuerzos de aprendizaje; ahora está con su vida estabilizada, y sin medicación no va a poder ir a trabajar».

Circular a 240 kilómetros por hora

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Niños Hiperactivos del Principado de Asturias (AHIPA), Carmen Rodríguez Fernández, aseguró que Concerta es un medicamento que «toman muchísimos niños y adultos», y advirtió de que, sin la medicina, los enfermos no controlan las acciones, están más inquietos y tienen «una concentración pésima o nula». Le gusta utilizar una metáfora. «Imagina que vas conduciendo a 240 kilómetros por hora por una carretera: no ves las señales; pues es lo que les pasa. La medicación los frena, hace que vayan a 120 y que puedan ver las cosas con normalidad».

Si el desabastecimiento se completa, la presidenta cree que muchos niños van a perder el curso escolar. «La medicación es la que los ayuda a estar concentrados, habrá niños que no quieran ir al colegio, y adultos que queden de baja, porque aunque la medicación por sí sola no basta y hay una parte de terapia, es fundamental».

La asociación no sabe cuánto durará el problema. «Nadie nos da una explicación de por qué está fallando esto». Carmen Rodríguez subraya también el problema que supondría cambiar de medicación, porque conlleva un proceso de adaptación, hay que volver al médico y probar si funcionan otras medicaciones. «Al que acaba tomando Concerta es porque le va bien, y tiene un nivel de funcionamiento del día a día correcto, conforme a los baremos que piden la sociedad, el entorno educativo, el trabajo y la familia; muchas veces cuando llegas a una medicación es porque las demás no te han funcionado correctamente, si llevo varios años Concerta y me lo quitas, me desestabilizas, es volver a empezar, tienes que probar otras a ver si funciona o no».

E insiste en que es un mal momento para los niños en edad escolar. «Si es en junio, puedes readaptarte; pero ahora el niño que tome Concerta y tenga que ir al colegio, si no tiene la medicación es un curso perdido, porque puedes tardar tres o cuatro meses en ajustarte, y el mundo sigue, no se para».

Por último, la presidenta quiere hacer hincapié en el impacto emocional que estos desajustes pueden tener en las personas. «Cuando falla la medicación que está funcionando bien, sienten un poco de angustia, y también aparecen la frustración y problemas de autoestima». La medicación sirve para poner freno a la impulsividad física pero también a la verbal, los enfermos tienen un comportamiento que les cuesta corregir, y eso les produce una profunda desazón, sobre todo porque muchas veces se sienten rechazados por su entorno.

El próximo lunes, día 28, es el día del TDAH, y las asociaciones de toda España participarán en un acto en el Congreso de los Diputados. Carmen Rodríguez espera que en este marco se pueda tratar el tema de la medicación para encontrar una solución al desabastecimiento.

 

 

 


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