El dueño de la autopista del Huerna: accionista en 5.750 empresas y gestor de cinco millones de pensiones
Asturias
Sus tentáculos se activan desde sus sedes de Ámsterdam, Bruselas, Nueva York, Hong Kong, Singapur y Shanghái
19 Oct 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Cada vez que la concesionaria de la A-66 cambia de manos o se adquiere parte de su accionariado, el contador de la amortización de la empresa concesionaria se resetea. Ha ocurrido en varias ocasiones y así lo volverá a hacer el fondo de pensiones de los Países Bajos APG para recuperar el dinero que gastará en comprar a Globalvia el 39,6 % de las acciones de la sociedad matriz de la concesionaria de la autopista del Huerna.
La empresa vendedora pagó 521,43 millones en el 2018 por su parte de una tarta con forma de autopista que, a tenor de las cuentas de APG, tiene garantizada una rentabilidad suficientemente alta como para recuperar lo invertido anteriormente para hacerse con su 60 % inicial del capital de Aucalsa y su matriz Itínere, y ahora con la práctica totalidad de las acciones restantes. Y todo pese a la amenaza de que Bruselas ponga fin al contrato de la A-66 mucho antes del horizonte del 2050 fijado por el Gobierno de Aznar cuando prorrogó el contrato de Aucalsa.
APG responde de la rentabilidad de esta nueva operación en la autopista asturiana ante 4,8 millones de pensionistas de los Países Bajos, sus clientes: antiguos funcionarios de la Administración, maestros, empleados de la construcción y limpieza, arquitectos, miembros de asociaciones de viviendas, compañías de servicios públicos y especialistas médicos. El gestor de sus retiros es uno de los mayores inversores en pensiones del mundo y lo hace con un compromiso: «Nuestra ambición es lograr rentabilidades de inversión atractivas para nuestros clientes, de forma responsable, para poder garantizar una pensión buena y asequible para las generaciones actuales y futuras», atestigua APG en su carta de principios.
Para lograr esa búsqueda de máxima rentabilidad, el fondo neerlandés cuenta con una cartera de inversiones de 569.000 millones de euros en bienes de todo el mundo. Según su propia contabilidad, el promedio de rentabilidad de los productos por los que apuesta ha sido de un 70 % en los últimos quince años.
El fondo de pensiones de los Países Bajos es líder en el sector de autopistas en España con seis concesiones en sus manos y participación en otra más, la AP-53 (Santiago-Dozón). La misma posición de líder la ostenta en Portugal tras comprar hace dos años la mítica marca Brisa y con ella la explotación de once autopistas y autovías.
Pero las miras del dueño absoluto de la A-66 son mucho más amplias. Sus tentáculos se activan desde sus sedes de Ámsterdam, Bruselas, Nueva York, Hong Kong, Singapur y Shanghái hacia las 5.750 juntas de accionistas de todo el planeta en las que tiene voz y voto, como ocurre en la de Itínere.