Anais Fernández, mamá en duelo integrante de la Asociación 'Brazos Vacíos':«No hay latido es la frase más dolorosa que te pueden decir»

Perder a un bebé durante la gestación, en el parto o al poco de nacer es, sin duda, un momento de gran dolor para la familia que tiene que pasar por ello, un momento de profunda tristeza que requiere un duelo pero que, sin embargo, sigue siendo un duelo invisibilizado actualmente. Hoy 15 de octubre es el Día Internacional del Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal, una jornada en la que asociaciones, familias y grupos profesionales de diversos ámbitos relacionados con este tipo de duelo se han unido para visibilizar la muerte en esas etapas tempranas. La Asociación ‘Brazos Vacíos' Asturias es una de las que se ha unido al manifiesto hecho público por la Federación Española de Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal (FEDUP), un manifiesto centrado en «lo importante y necesario que es el poder normalizar la muerte perinatal, reconociendo y aceptando que la muerte de un hijo o una hija antes, durante o poco después del nacimiento es una experiencia dolorosa que ocurre, aunque muchas veces no se hable de ella».

En primera persona se hace eco de ese manifiesto Anais Fernández, integrante de la Asociación ‘Brazos Vacíos' Asturias, que da cuenta de lo invisibilizadas que quedan las historias de las madres y padres que han perdido bebés en el periodo de gestación o poco después. Más invisibilizadas están, aún si cabe, historias como la suya y la de otras muchas familias que están en programas y tratamientos de reproducción asistida y sufren abortos tempranos, como ha sido su caso.

«Mi proceso empezó en el año 2015. La primera vez que aborté estaba de siete semanas y en un año y medio llegué a tener 4 abortos, todos embarazos gemelares. El último aborto fue en junio de 2018 y, en total, perdí a 9 bebés», resume Anais en tres frases demoledoras que pueden dar una aproximación de lo difícil que ha podido ser y es para ella y su pareja no haber podido formar la familia que deseaban. Un periodo aquel tan vertiginoso que la misma reconoce que «no me daba tiempo a asumir que perdía bebés».

Fue después de la última pérdida cuando Anais sintió que necesitaba ayuda profesional: «en junio de 2018 fui tan feliz a la revisión y ahí se empezó a torcer todo. El médico me dijo que el ecógrafo era viejo y que me mandaba a la unidad de neonatos porque le costaba ver el latido. En esta unidad consideraron que quizá era pronto para ver el latido y me emplazaron a la semana siguiente a ver si todo seguía igual», explica la misma, que lamenta que le dieran «cero información» hasta que volvió al cabo de ese tiempo a la revisión y ante la falta de latido le indicaron que le provocarían el aborto.

«'No hay latido' es la frase más dolorosa que te pueden decir», asevera Anais, que añade que la tuvo que conjugar con la «frialdad» con la que la trataron, con frases tan lapidarias como «no sé por qué lloras» cuando le estaban colocando las pastillas para provocarle el aborto y con haber perdido a un familiar cercano en esos días. Así, señala que aunque «físicamente fue doloroso», más lo fue «el trato recibido» porque, además, al llevar 5 años debía dejar el programa de reproducción asistida. «Tras cinco años de consultas fue como… y ahora vete…», traslada esta mamá en duelo, que recalca que «fue muy devastador» y lo que motivó que acudiera a la psicóloga especializada en duelo perinatal de Madrid, Emi de la Llave.

«Yo tuve que trabajar con esta psicóloga el decir que había perdido 9 bebés y que tenía derecho a estar dolida», indica Anais Fernández, que deja claro que «perder a un bebé de 8 semanas puede doler tanto como perder a uno de 40 semanas» porque como dicen en la Asociación ‘Brazos vacíos' «depende del amor que tú tienes» y ese amor «no se mueve por los años de vida o por las semanas de gestación».

Reuniones en el Hotel de Asociaciones de Santullano

El conocimiento y formación que Anais fue adquiriendo en su proceso de duelo decidió volcarlo en ayudar a otras familias que estuvieran pasando por momentos complicados por la pérdida de bebés durante la gestación, en el parto o al poco de nacer. Así, aunque empezó en la Asociación ‘Brazos Vacíos' de una forma anecdótica, decidió seguir en ella «por si podía aportar algo», lo que se ha traducido en acudir prácticamente todos los últimos viernes de mes a las sesiones que se organizan en el Hotel de Asociaciones de Santullano, en Oviedo, y acompañar de manera individualizada a mamás y papás en duelo que no se sienten preparados para acudir a las sesiones.

«Nuestras historias pueden ayudar a otras familias y las sesiones también sirven para eliminar estigmas», apostilla Anais, que pone como ejemplos que «se puede estar bien y tener un día malo» o que «es normal sentir enfado cuando al caminar por la calle te cruzas con embarazadas. Normalizar eso, alivia mucho», manifiesta la misma, que no oculta que hay sesiones en las que «las historias te rompen», aunque añade que «romperse con las familias también es ayudar porque es no sentirse sola. Es ayudar a sanar», matiza dejando dicho de antemano que en realidad a lo que se aprende es «a convivir con el dolor».

«Pero ese acompañamiento a mí me sana. Lo hago por mis estrellas, para que estén orgullosas de su mami», concluye Anais Fernández, que ofrece su testimonio para visibilizar la necesidad y el derecho que tienen las familias al duelo gestacional, perinatal o neonatal y que la sociedad corrija la falta de empatía y las frases lapidarias a las que en muchísimas ocasiones se tienen que enfrentar mamás y papás ante la pérdida de sus bebés.

Acto junto al Árbol del Recuerdo 

En recuerdo a todos esos bebés, y con motivo del Día Internacional del Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal, desde la Asociación ‘Brazos Vacíos' Asturias han organizado y promovido un acto que tendrá lugar el sábado 19 en el Parque de Invierno, en Oviedo, junto al Árbol del Recuerdo. Otra forma de homenajearles será con la iluminación en rosa y azul de edificios principales, como el Ayuntamiento de Oviedo o el Teatro Campoamor, de fuentes y monumentos.