La Voz de Asturias

Bárbara Gogénola, psicóloga: «Hay personas que hacen mucho deporte y comen sano pero no son más saludables»

Asturias

Esther Rodríguez Redacción
La psicóloga Bárbara Gogénola es la coordinadora de la Comisión de PTORH (Psicología del Trabajo, Organizaciones y Recursos Humanos) del Colegio Oficial de Psicología del Principado de Asturias

La facultativa explica la importancia que tiene escucharse a uno mismo para la salud. Da además las claves para no caer en la mal llamada depresión posvacacional ahora que la mayoría de los asturianos volvieron a sus rutinas

10 Oct 2024. Actualizado a las 09:30 h.

Si hay un mes por excelencia que simboliza el regreso a la normalidad ese es octubre. Siempre se habla de que en septiembre es cuando uno vuelve a la rutina pero en verdad no se comienza a tener un ritmo más estable hasta que despedimos oficialmente el verano. Cuando comienza el otoño y el mal tiempo empieza a hacerse notar, uno se da cuenta, incluso el cuerpo lo percibe, de que atrás ha quedado el tiempo de disfrute y toca cumplir con las obligaciones laborales y educativas, además de realizar las tareas diarias.  

Volver a ponerse deberes después de un largo período de descanso, más prolongado que el habitual, puede generar cierta sensación de desánimo. Hay quienes incluso les cuesta retomar la rutina con el mismo ritmo y energía de antes. Pero para que esto no se convierta en un serio problema de salud mental, la psicóloga Barbara Gogénola (León, 1982), al frente de un centro pionero en Asturias en el uso de la realidad virtual aplicada a la gestión de las emociones, nos da las claves para no caer en la mal llamada depresión posvacacional.  

La coordinadora de la Comisión de PTORH (Psicología del Trabajo, Organizaciones y Recursos Humanos) del Colegio Oficial de Psicología del Principado de Asturias y vocal del Comité Técnico de Normalización Nacional CTN 314 (Gestión de los Recursos Humanos) insta, principalmente, a todo el mundo a escucharse a sí mismo. «Es muy importante saber qué necesitamos en cada momento y aprender a gestionarnos emocionalmente», asegura la experta. 

—La mayoría de las personas han puesto ya fin a sus vacaciones y han vuelto por tanto a la rutina. Desde el punto de la salud mental, ¿qué importancia tiene planificar los momentos?

—Todos planificamos e intentamos controlar las situaciones futuras en base a nuestras experiencias pasadas, eso es inevitable por el mundo en que vivimos. Pero, como les digo a mis pacientes: «si me permites hacer un spoiler no podemos controlar lo que viene, ni saber qué es lo que va a pasar». Planificar los momentos puede ser un arma de doble filo. Todo depende de la flexibilidad de tus esquemas cognitivos. Imagina que alguien tiene planeadas unas vacaciones en un destino paradisíaco y de manera inesperada hay que anular el viaje por alguna causa ajena a nosotros y que no podemos controlar. Una persona con esquemas cognitivos flexibles aceptará lo que ha pasado y planificará de nuevo aceptando la situación que le ha tocado vivir. Una persona poco flexible cognitivamente quedará fuera de juego emocionalmente y sus vacaciones se convertirán en una pesadilla recordando los planes que no pudieron ser, en vez de disfrutar de los días libres que vienen y reprogramando sus planes, ya que este es el significado real de las vacaciones: los días libres de trabajo.

—Hay quienes se sienten abrumados por tener que volver a la vida laboral y cotidiana. En este sentido se habla de la depresión posvacacional. ¿Existe realmente tal diagnóstico?

—Todo el mundo parece sufrir un montón de enfermedades físicas y mentales sin haber visitado a un especialista. Desde aquí invito a la gente a que elija siempre a los especialistas adecuados, en este caso psicólogos generales sanitarios o psicólogos clínicos con su número de registro sanitario y su número de colegiado, para verificar o poner orden a la sintomatología que les preocupa.  Realmente si somos serios con este asunto no hay una depresión posvacacional, la depresión es algo muy serio. Lo que existe es el llamado síndrome posvacacional, porque un síndrome es un conjunto de síntomas característicos de una enfermedad o de un estado determinado. En este caso un estado posterior al vacacional. En este síndrome las personas que lo padecen refieren sintomatología ansiosa, presión emocional, fisiología alterada, etc.. por volver a incorporarse a su puesto de trabajo o a su vida cotidiana. 

—¿Qué es la depresión y en qué se diferencia del síndrome posvacacional?

—La depresión está tipificada tanto en el Manual de Trastornos Mentales (DSM-5) como en la Clasificación internacional de enfermedades (CIE-11) y tiene unas características determinadas que llevan a la reducción de nuestra vida social y familiar. Tiene graves secuelas que provocan que la persona que la padece deje de ser adaptativa para su entorno. El síndrome posvacacional, en cambio, no está recogido en el DSM-V ni en el CIE-11 y cursa con ansiedad, malestar fisiológico, etc. En un conjunto de síntomas que suelen desaparecer en el orden de unos días o semanas tras la vuelta a la rutina. 

—¿Puede llegar a convertirse en un verdadero problema el síndrome posvacacional?

—En mi opinión, como experta en psicología del trabajo y los recursos humano, si se convierte en un problema que se alarga en el tiempo y se mantiene con una intensidad significativa estaríamos hablando de trastorno de burnout, síndrome de desgaste profesional, acoso laboral, o estrés en el trabajo que es muy diferente al síndrome posvacacional.

—¿Quienes son más susceptibles de sufrir el síndrome posvacacional?

—Nadie se libra de este tipo de sintomatología. Lo que sí existen son personas con más capacidad de gestión emocional o más resilientes que por naturaleza o después de haber pasado por un proceso de terapia son más capaces de lidiar con esa sintomatología cuando aparece.

—¿Cómo debemos preparar a nuestra mente y cuerpo para volver a la rutina sin problema? 

—Lo más importante es conocernos bien y saber por qué aparece esta sintomatología, yo creo que no hay una fórmula única para prepararnos a volver a la rutina. Si la persona que vuelve a la rutina le gusta volver al trabajo desde una casa ordenada y con la semana planificada y en orden para evitar esta sintomatología deberá volver un día antes de sus vacaciones. El resto de consejos serían a nivel individual y sería conveniente trabajarlo en consulta con cada individuo.

—Si hemos caído en este estado, ¿qué debemos hacer?

—Siempre la respuesta es acudir a un profesional sanitario que pueda ayudarnos a estabilizarnos y retomar nuestra rutina sin problema. Como dije antes, invito a la gente a que elija siempre a los especialistas adecuados, en este caso psicólogos generales sanitarios o psicólogos clínicos con su número de registro sanitario y su número de colegiado, para verificar o poner orden a la sintomatología que les preocupa. En este sentido y como profesional del ámbito quiero agradecer al Colegio Oficial de Psicología del Principado de Asturias y al Consejo General de la Psicología por su trabajo ya que tenemos en la web institucional un buscador de psicólogos para que las personas que necesiten ayuda profesional elijan al más adecuado pudiendo elegir comunidad autónoma, ciudad, formación del especialista, etc. 

En buscopsicologo.es puedes encontrar el psicólogo que mejor se adapte a tus necesidades. Todas las personas que están incluidas en esta página web cuentan con la titulación y competencias para ayudarte. 

—¿Qué señales en este sentido nos deben de poner en alerta?

—Depende de la persona y lo que realmente esté sufriendo pero en general lo resumiría en estos puntos:

—Algunas personas sienten incluso miedo de volver a su puesto de trabajo. ¿En qué consiste realmente la ergofobia?

—La fobia se trata de un trastorno de base ansiosa. En este tipo de situaciones el objeto o la situación fóbica casi siempre provoca miedo o ansiedad inmediata muy intensa como, por ejemplo, el miedo a volar, a los perros, a las alturas o a hablar en público. En este caso, la fobia se produce en el lugar de trabajo —de ahí su nombre, (derivado del griego ergon, "trabajo")—. Tenemos por tanto un conjunto de síntomas que aparecen en el lugar de trabajo y que resultan incómodos o problemáticos para la persona. 

—¿Cómo se puede detectar este tipo de fobia? ¿Cómo una persona puede saber que padece este síndrome?

—Lo más importante considero que sería detectar si esta fobia es en un trabajo concreto o siempre ha sido así. Luego hay que ir trabajando las posibles causas y consecuencias para la persona. La ergofobia podría aparecer derivada de un ambiente laboral estresante o de acontecimientos negativos percibidos por la persona que lo sufre, pero también por sentirse incapaz de realizar las funciones de un determinado puesto de trabajo o por miedo al rechazo de los compañeros. Hay consecuencias evidentes de esta fobia como el descenso de la productividad y de la calidad del trabajo, preocupación o vergüenza, sentimientos incontrolables de irritabilidad y la formación de un autoconcepto negativo. Esto puede llevar a ataques de pánico y de ansiedad y a la necesidad de intervención y seguimiento psicológico.

—Si un trabajador se encuentra en esta situación deberá acudir cuanto antes a un psicólogo. 

—Sí. Hay que acudir siempre a un especialista lo antes posible. Como te dije antes, en buscopsicologo.es se puede buscar al profesional adecuado.

—Por último, ¿qué hábitos de vida deben adquirir las personas para tener una rutina saludable?

—Intentaré no caer en los tópicos de comer sano, hacer deporte y dormir suficiente. Creo que lo más importante y que está detrás de todos estos consejos que nos sabemos de memoria es conocernos a nosotros mismos, saber qué necesitamos en cada momento y aprender a gestionarnos emocionalmente para poder cuidar nuestra estabilidad y nuestra salud mental.  Hay personas que hacen mucho deporte y comen sano y no por eso son más saludables, se trata de tener un equilibrio y no siempre necesitamos cada una de las cosas que componen estar saludable en el mismo porcentaje.


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