49 de los 78 concejos asturianos están expuestos a niveles de riesgo del cancerígeno gas radón

La exposición al radón, un gas de origen natural, es la segunda causa principal del cáncer de pulmón después del tabaco. Al radón se le atribuye aproximadamente el 10% de los casos de cáncer de pulmón diagnosticados en España. No tiene olor, color ni sabor y se mide con el uso de equipos especiales a fin de adoptar medidas correctivas si los niveles son altos. Las comunidades con suelos graníticos suelen tener niveles de radón más elevados y, en el caso de Asturias, están expuestos en niveles de riesgo 49 de sus 78 concejos. Ocho de ellos además en el nivel 2, de máximo riesgo, mientras que los otros 41 expuestos al radón presentan un nivel 1 de riesgo medio. Los 29 municipios asturianos restantes, buena parte situados en la zona oriental, están fuera de las zonas de riesgo.

Los datos son de Radonspain, laboratorio especializado en medición y asesoramiento en la ejecución de medidas preventivas y de remediación de gas radón, que se forma a partir de la desintegración radiactiva del uranio que está presente de forma natural en suelos y rocas. Tiende a concentrarse en interiores, como viviendas, escuelas y lugares de trabajo, en los que penetra a través de fisuras en el suelo. Las concentraciones de radón suelen ser más altas en invierno que en verano, y también mayores por la noche que durante el día.

La inhalación de radón es peligrosa porque sus partículas radiactivas pueden quedarse atrapadas en los pulmones, pudiendo dañar el ADN y provocar cáncer de pulmón si además la exposición al gas es prolongada. Si encima de respirarlo se es fumador, los factores de riesgo aumentan. Según los datos de Radonspain, cada año fallecen en España a causa de este gas por cáncer de pulmón más de 1.000 personas, más que los fallecidos por accidentes de tráfico.

Los concejos con las mayores concentraciones del gas radón en Asturias se sitúan en la zona occidental, alcanzándose el nivel de máximo riesgo (2) en Allande, Boal, Coaña, Cudillero, Valdés, Muros del Nalón, Navia y Tineo.

A ellos se suman los 41 municipios asturianos con un nivel de riesgo medio (1): Aller, Belmonte de Miranda, Cangas del Narcea, Castrillón, Castropol, Degaña, El Franco, Gijón, Grado, Grandas de Salime, Laviana, Lena, Llanera, Mieres, Oviedo, Pravia, Ribera de Arriba, Salas, San Martín del Rey Aurelio, San Tirso de Abres, Siero, Somiedo, Soto del Barco, Tapia de Casariego, Taramundi, Teverga, Vegadeo, Villayón, Amieva, Candamo, Ibias, Illano, Illas, Pesoz, Ponga, Las Regueras, San Martín de Oscos, Santa Eulalia de Oscos, Santo Adriano, Villanueva de Oscos y Yernes y Tameza.

El límite de radón que se establece para los hogares en el marco de normativa de la UE es de 300 Bq/m3 según explican en la web de Radonspain, donde señalan también que los niveles de radón se podrían reducir por debajo de 100 Bq/m3 en gran parte de los casos en edificios ya construidos. Niveles inferiores a los 100 Bq/m3 son además los que, según añaden, recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).