El mundo del cóctel se agita en Asturias: «La simbiosis con la cocina nos ha hecho dar un paso adelante»

El cóctel está de moda. Cada vez son más son los aficionados a una bebida que va más allá de los tragos. Una bebida que, en muchas ocasiones, es toda una experiencia. Aunque Asturias sea el territorio sidrero por excelencia, continúan aflorando locales especializados en las mezclas, así como profesionales innovadores y originales que buscan dar un sello propio a sus elaboraciones. 

Dentro de este mundo, hablar de Lolo Remeseiro es hablar de uno de los más reputados bartender del territorio nacional. Madrileño afincado desde hace años en Asturias, cuenta con una dilatada trayectoria en el sector de la hostelería que ahora pone al servicio de los más principiantes gracias a sus formaciones y su participación en eventos relacionados con el cóctel.

Remeseiro comenzó a interesarse por estas bebidas cuando aún no eran algo tan fácil de encontrar en España, y mucho menos hablar de formaciones o cursos para novatos. Tuvo que formarse a sí mismo, aprender de forma autodidacta cómo se trabajaba fuera de las fronteras de nuestro país: «Empecé en la hostelería clásica en Madrid, de copa y combinado, pero con inquietud fui viendo cosas, leyendo libros y poniéndolo todo en práctica», relata. La clave para hacer profesionalizarse, tal y como él cuenta, fue enrolarse en la potente cadena Hard Rock Café. Tras esto, años de viajes y trabajo en varios países distintos.

A Asturias llegó hace 15 años. «Cuando vine, era para tomarme un descanso de la hostelería, quería un año sabático», rememora. Sin embargo, toda la experiencia acumulada de su andadura laboral hizo que regresara al sector, ya no atendiendo tras la barra de un local, sino formando a quienes anhelan seguir sus pasos y conocer todos los secretos del cóctel. «Ahora participo en eventos, ferias y colaboro con marcas», explica. Remeseiro es desde hace años embajador de la marca Royal Bliss, los mixers de Coca-Cola orientados a estas bebidas, en el norte de España.

Tanto en España como en el Principado en particular, la coctelería crece a un ritmo vertiginoso, con cada vez más adeptos a probar las últimas propuestas de los distintos negocios, así como nuevas marcas o fusiones. «Ha habido muchísima simbiosis con el mundo de la cocina y eso nos ha hecho evolucionar y dar un paso adelante», explica Remeseiro, quien reconoce que los chefs estaban a «años luz» en cuanto a técnicas y marketing. El madrileño subraya que las grandes ciudades de Asturias cuentan con locales especializados en cócteles donde se trabaja a un gran nivel.

Sobre los combinados más populares, el bartender apunta que «depende mucho de dónde nos encontremos». Solo en España los hábitos de consumo varían mucho entre la zona norte y la sur, más aún si se hace extensible a otros países. «Hoy en día, el cóctel más vendido es el Negroni, que es más amargo, más seco», afirma, a pesar de que en nuestras fronteras «somos más de dulce». Aquí funcionan mejor el mojito, la caipiriña o el Gin Fizz. Como no podía ser de otra manera, las redes sociales e incluso la cultura popular, como el cine o la música también afectan a los clientes e instalan ciertas modas: «El Martini tuvo un boom gracias a James Bond, el Cosmopolitan gracias a Sexo en Nueva York, en el mundo actual con internet hay muchos cambios».

Además de las mezclas conocidas y las preparaciones más antiguas, crece la tendencia que da rienda suelta a la creatividad del coctelero, con cada profesional patentando tus propias creaciones: «Tenemos por un lado la coctelería clásica, que se llama así porque no hay nada mejor que eso, pero existe la coctelería de autor», cuenta Remeseiro, quien añade que para llegar a ese nivel «hay que tener una base, conocer las técnicas y los ingredientes para poder ir jugando».

Su consejo para quienes quieran dar sus primeros pasos en esta especialidad, el que da a todos los alumnos de sus formaciones, es «querer profesionalizarse y ser profesional: formarse, tener conocimientos del producto y de las técnicas y saber llevarlo a la práctica». «Quieras dedicarte a esto o estés de paso, las cosas hay que hacerlas bien, hay que querer a la profesión», sentencia.