España abre la espita del corredor del hidrógeno para renovar la industria
Asturias
El arranque del gran proyecto, en colaboración con varios países, llega con el primer permiso provisional a Enagás y las bases de 1.200 millones en ayudas para los valles como el Asturias H2 Valley en Aboño
31 Jul 2024. Actualizado a las 05:00 h.
España abrió la espita definitiva para la puesta en marcha del primer gran corredor del hidrógeno europeo, el H2Med, una compleja red de infraestructuras para producir, almacenar, transportar y consumir energía basada en el hidrógeno verde; en ella participan Portugal, España (con proyectos que incluyen a Asturias), Francia y Alemania en una iniciativa en la que las instituciones comunitarias alientan la colaboración público-privada y el primer movimiento de arranque ha sido con Enagás.
El consejo de Ministros dio luz verde al acuerdo por el que autoriza provisionalmente a Enagás Infraestructuras de Hidrógeno a desarrollar los Proyectos de Interés Común (PCI) europeo de redes de hidrógeno que forman parte del hidroducto H2Med. Los cinco que atañen a la compañía son el del interconector de hidrógeno Portugal-España (tramo CelZa -entre Celorico da Beira (Portugal) y Zamora-); las infraestructuras interiores de hidrógeno en España; el del interconector de hidrógeno España-Francia (conocido como BarMar); y las instalaciones de almacenamiento de hidrógeno en España H2 storage North-1 y H2 storage North-2; según citó Efe. Pero además en el conjunto del H2Med también hay presencia asturiana.
En otro acuerdo de Gobierno, a comienzos de este mes de junio, se aprobó la inversión de 794 millones de euros en siete proyectos de hidrógeno renovable: 5 clústeres o valles para suministro directo a consumidores y 2 proyectos para uso industrial.
De esa cifra, 78 millones fueron para el proyecto Asturias H2 Valley en Aboño con propósito de suministrar el hidrógeno resultante para una planta cementera y acería y también al polo industrial de Avilés. Sin embargo se trata de un proyecto ligado a otra empresa, a EDP que según afirmó espera que el valle del hidrógeno asturiano esté en marcha entre finales de 2025 y principios de 2026. En ese acuerdo de comienzos de mes se marcó a cinco de las iniciativas beneficiarias en toda España, entre ellas la asturiana, para la construcción de electrolizadores de alta capacidad —de 100 MW o más— en entornos de gran actividad industrial, como puertos y otros complejos industriales, constituyendo clústeres o valles integrados que se ubicarán en localizaciones de Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha, País Vasco y Murcia.
En el presente, el ministerio publicó también la orden de bases del programa de ayudas para la creación de estos grandes valles o clústeres de hidrógeno renovable, dotada con 1.200 millones de euros de los fondos NextGenEU. En ellas se detalla que el objetivo de esta nueva línea de ayudas es «crear valles de hidrógeno renovable, grandes núcleos o zonas industriales de generación y consumo, lo que permitirá un mayor aprovechamiento de este vector energético, gracias a las ventajas de la economía de escala y el efecto multiplicador que ello pueda tener». Para ello, los proyectos deben cumplir los siguientes requisitos:
- Compromiso previo de compra del 60% de la producción por parte de consumidores.
- Garantía de que el hidrógeno producido sea de origen renovable.
- Disposición de electrolizadores de gran capacidad, con más de 100 MW.
- Posibilidad de conformar agrupaciones de proyectos con electrolizadores de, al menos, 50 MW.
- Además, se fija un máximo de ayuda para una única empresa o proyecto de un tercio del presupuesto disponible, es decir, de 400 millones.
En su nota el ministerio recalca que la Unión Europea señala a los gases renovables, en particular al hidrógeno renovable, como «un vector clave para lograr la neutralidad climática al tiempo que se asegura la seguridad de suministro energético de todos los Estados miembros, habida cuenta de su potencial para descarbonizar aquellos procesos productivos difícilmente electrificables, como aquellos que tienen lugar en altos hornos, el transporte pesado, la navegación marítima o la aviación».
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030 (PNIEC) se marca como objetivo alcanzar 11 GW de electrolizadores para producir hidrógeno renovable en 2030, lo que supone casi triplicar la potencia de electrólisis contemplada en la Hoja de Ruta del Hidrógeno Renovable aprobada en 2020.
El nuevo PNIEC incluye también al «Corredor ibérico del Hidrógeno. H2MED», que recoge los proyectos de infraestructuras de hidrógeno presentados por los promotores como candidatos a PCIs europeos (los Proyectos de Interés Común que pueden optar a ayudas europeas), que se consideran reforzadores y facilitadores de las infraestructuras internacionales. Su desarrollo permitirá convertir a España en un gran hub de hidrógeno renovable a nivel mundial al conectar los centros de producción de hidrógeno renovable con la demanda industrial nacional y con las dos interconexiones internacionales con Francia y con Portugal.