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Cadena humana en defensa de «Las 6 de la Suiza» al grito de «el sindicalismo no es delito»

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Una cadena humana formada por cientos de personas han expresado apoyo a Las 6 de La Suiza condenadas a tres años y medio de prisión por coacciones al propietario de una pastelería

Cientos de personas se concentraron en la plaza de San Lorenzo de Gijón en defensa de las condenadas

26 Jul 2024. Actualizado a las 09:25 h.

Cientos de personas han formado este jueves una cadena humana en el Paseo de San Lorenzo de Gijón en apoyo a las seis personas, vinculadas al sindicato CNT y conocidas como las «6 de La Suiza», que fueron condenadas por el Tribunal Supremo a penas de tres años y medio de prisión por actos de hostigamiento al propietario de una pastelería.

La concentración se realizó pasadas las 19:30 horas, cuando los manifestantes se desplegaron con banderas y pancartas de color naranja que expresaban consignas como «El sindicalismo no es delito», «Libertad a las 6 de La Suiza» y «No estáis solas», a lo largo del Muro de San Lorenzo, que estaba colmado de paseantes.

El Supremo ha ratificó recientemente las penas de prisión a cada una de las acusadas, dos años por obstrucción a la justicia y un año y medio por coacciones, y al pago de 150.000 euros como indemnización al propietario de la pastelería La Suiza, en Gijón, que cerró el local como consecuencia de las protestas sindicales a las puertas del establecimiento.

Los hechos se remontan a junio de 2016, cuando la pareja sentimental de ésta se presentó en el lugar de trabajo de su mujer, en la pastelería «La Suiza», y mantuvo un altercado con el empresario, que culminó con una denuncia del hostelero por amenazas y daños en su local.

Según los hechos ahora confirmados, la empleada, a raíz de la apertura de juicio oral contra su pareja dejó su empleo, entró en contacto con el sindicato CNT y se concertó con los acusados para iniciar una «campaña de presión sobre el empleador y su familia».

Entre otros actos, la sentencia detalla la convocatoria a través de las redes sociales de concentraciones delante del establecimiento con pancartas, la entrega de pasquines contra el empresario, así como la difusión de un vídeo en el que le denunciaban por acoso laboral y sexual.

Los condenados, según el relato de hechos, «incrementaron durante varios meses las acciones de boicot y presión» hacia el empresario y su familia porque éste se negó a indemnizar a la empleada por despido improcedente y a retirar la acusación contra la pareja de ésta.

Las concentraciones delante de la empresa terminaron cuando el empleador decidió cerrar su negocio, lo que, según el Supremo, fue «la consecuencia directa de la presión, constante y reiterada y desproporcionada derivada del número de concentraciones realizadas como respuesta por no acceder a las pretensiones económicas de los acusados», informa Efe.


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