La Voz de Asturias

Una granja asturiana, una fábrica de quesos y más de un siglo de historia y tradición familiar que se puede conocer gratis en Villaviciosa

Asturias

Martina Sabato Villaviciosa
Los Caserinos, en Grases

En la parroquia de Grases, exactamente en el Maoxu, es donde el primer 'Caserín' comenzó con una trayectoria que actualmente es quesería y granja y que se puede visitar con toda la familia con cata de productos incluido

07 Jul 2024. Actualizado a las 05:00 h.

Los Caserinos, una empresa familiar con más de 100 años de historia, ofrece visitas guiadas para conocer su granja y su trabajo. Empezaron hace aproximadamente diez años con la idea de abrir sus puertas a visitantes y enseñar cómo cuidan de sus animales y cómo consiguen su producto final.

Se auto conciben como «una familia asturiana que ha luchado por su ilusión, un futuro ganadero y montar una quesería». Sumado a esto, quieren mostrar su trabajo de manera turística y transparente. Reciben grupos de máximo 30 personas en ocho sesiones diarias, lo que les llevó a terminar el 2023 con cerca de 25.000 visitantes generales, muy próximo a su limite anual.

Los Caserinos, en Grases

Una actividad gratuita, inmersiva y con degustación de quesos incluida

El atractivo que guarda Los Caserinos es que no se resume en una simple visita, es una experiencia inmersiva para los más curiosos. «No solo pueden verlos, pueden tocar y dar de comer a los animales e incluso ordeñar a una vaca», comenta Alberto Amandi, uno de los actuales regidores de la empresa.

La idea surgió poco a poco y su contenido se fue perfeccionando con el tiempo y la experiencia: «Pensaba que era un atractivo para todo el mundo, nos venían a comprar a casa, así que ¿por qué no enseñarlo?». Todo se trata de Asturias, unido al proyecto de una familia y los productos lácteos, siempre respetando la tradición desde el barrio de Grases, conocido como Maoxu.

En su granja tienen razas autóctonas de vacas, como las pintas, y cabras con las que abastecen de leche su fábrica. También tiene ejemplares de gochu celta o un asturcón. La visita comienza en un horru, por «su importancia cultural en Asturias», en el que hacen una exposición con herramientas antiguas del campo «de nuestro padre y nuestro abuelo», especifica Alberto. Posteriormente se puede ver el funcionamiento de su robot de ordeño y la quesería en funcionamiento, que acristalaron para «mostrar mejor todo el proceso», explica uno de los actuales gerentes.

La experiencia se completa con una cata de cuatro o cinco quesos —dependiendo de las existencias— de su elaboración y uno de los productos estrella, su arroz con leche, donde los visitantes prueban la calidad y sabor de su fábrica. Quien decide hacer esta visita es testigo desde el principio, el campo y el cuidado de los animales que aportan la materia prima, al fin, el producto a la venta, del trabajo diario en de Los Caserinos.

Los Caserinos, en Grases

Hay más de un modelo, visita de una hora y 15 minutos para el público en general de máximo 30 personas y gratuita, con degustación de productos y a través de reserva online; visitas escolares o de residencias por ocho euros por persona, con un máximo de gente más amplio y de dos horas y media a tres horas en el que incluyen talleres de quesos o mallar sidra, degustación y un regalo de un arroz con leche y un yogurt ecológico. Con esta última, llegaron en un año a 5.000 niños.

Amandi destaca que «lo más reconfortante, algo que no se paga con dinero» es la respuesta de la gente. Explica que hace pocos días una mujer aseguró que volvía a Asturias desde que estaba embarazada para regresar a la granja de Los Caserinos y actualmente su hija tiene ocho años.

Mas de un siglo de historia y trabajo familiar

Actualmente están al frente los cuatro hermanos Amandi, Ángel, Alberto, Rubén y Fernando, bisnietos del primer ‘Caserín’. El nombre, por el que se les sigue apodando actualmente, se generó hace más de 100 años con este primer 'Caserín' que trabajaba como casero y tenía poca estatura. La historia ganadera comienza con su hijo Ángel, que fue el primero en dedicarse a la ganadería en la familia. El siguiente paso lo dieron Gonzalo, hijo de Ángel, y su esposa Mary, que convirtieron el oficio en una empresa dedicada a los animales, a criarlos en las mejores condiciones para mantener la calidad de la leche.

Con el paso de los años fueron creciendo en número de animales e invirtieron en nuevas instalaciones, con lo que consiguieron mecanizarse. En 1975 compran la primera máquina de ordeñar —por 46.800 pesetas— y llegaron a tener 180 vacas para extraerles la leche. Un momento de inflexión fue en 2013, cuando se crea la llamada «cuota láctea» y deciden cambiar el tipo de explotación. Para ello, disminuyen la cantidad de vacas y adquieren cabras también, lo que les llevó a montar la quesería.

Actualmente cuentan con 60 vacas y progresivamente van teniendo más cabras, con lo que dieron «el gran paso» y se convirtieron en una pequeña ganadería familiar que produce varios tipos de queso, arroz con leche o cuajada. En 2006 cuentan que dieron el «gran paso» de transformar la leche en queso de forma artesanal, del que cuentan con ocho varierades. En 2009 inauguran la primera máquina expendedora de lece fresca de Asturias en la Plaza de Abastos en Villaviciosa.


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