Asturias «ordena» los parques de baterías: a 1.000 metros de núcleos poblados y a 500 de ganaderías y bosques autóctonos

En un mes podría quedar aprobada una instrucción del Gobierno asturiano que regulará la implantación de los parques de baterías de litio, utilizados para almacenar energía renovable y contribuir a la estabilidad de las redes eléctricas, a una distancia mínima de un kilómetro de los núcleos de población, ya sean urbanos o rurales, y de 500 metros de explotaciones ganaderas y masas forestales autóctonas. Lo prioritario para el Principado, en todo caso, será que se instalen en suelos industriales y se fija como excepción a esas distancias de un kilómetro o de 500 metros su implantación en uelos degradados, ociosos o que anteriormente hayan acogido actividades industriales, energéticas o mineras, para salvaguardar a la población y los entornos rurales.

Así lo reiteraban este jueves el consejero de Ordenación del Territorio, Ovidio Zapico, y la consejera de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí, que confían en que el despliegue por Asturias de estas instalaciones que sirven para almacenar energía sea ordenado y que explicaron que la idea es que a finales de año la instrucción en la que se trabaja ahora quede configurada como decreto. Hay que tener en cuenta que, en la actualidad, son 170 las solicitudes de empresas interesadas en implantar parques de baterías en terreno asturiano, de las que casi medio centenar ya se encuentran en distintos trámites administrativos y ambientales, 35 de ellas en periodo de información pública.

«Honda preocupación vecinal»

Los consejeros también reiteraron la voluntad del Ejecutivo autonómico de respetar las competencias de los ayuntamientos en los planes de ordenación de sus territorios. «Queremos ser muy respetuosos porque los ayuntamientos tienen mucho que decir en esta materia y tenemos que respetar esa competencia municipal», dijo Zapico en ese sentido. La instrucción en la que se está trabajando, una vez que tenga el visto bueno de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio (CUOTA), servirá de base para que administraciones locales y empresas —que ven en Asturias un lugar propicio para estas instalaciones porque hay mayor acceso a la red eléctrica que en otros puntos de España— vayan trabajando en un asunto que genera una «honda preocupación vecinal en el medio rural» por el impacto que supondrán, como reconocían los propios consejeros.

Zapico, que mantuvo un encuentro con miembros de la plataforma Baterías No, también explicó que el marco regulatorio planteado por el Gobierno asturiano es mucho más rápido y garantista que la moratoria en la tramitación de las autorizaciones de instalación que reclamaba la Junta del Principado esta misma semana, tras aprobarse una proposición del PP con el apoyo de Vox y los dos parlamentarios del grupo mixto, Adrián Pumares (Foro) y Covadonga Tomé (Podemos).

Esa proposición planteaba que se estableciera una distancia mínima de seguridad para la instalación de los parques de baterias respecto a las viviendas, las masas forestales y las explotaciones ganaderas, además de que se publicasen en un periodo de seis meses unas normas de ordenación y planeamiento ante el boom de solicitudes para instalarlos en Asturias.

El PP, aparte de pedir una norma clara que estableciera una distancia mínima de las viviendas, solicitaba que no se concediera ni una sola autorización en suelo rural. Durante el debate en la Junta, desde el PSOE se remarcó que no se ubicarán «en cualquier sitio y de cualquier manera» y menos en sitios que impliquen una amenaza a la seguridad de personas, viviendas o el medio ambiente o que pongan en riesgo actividades del medio rural.

«Auténtico boom»

El consejero de Ordenación del Territorio, también coordinador general de IU, se reunía además esta semana con los alcaldes asturianos de su formación —de Mieres, Grado, Carreño, Morcín e Illas— y otros representantes municipales de IU en diferentes municipios. Tras el encuentro, anunciaba que Izquierda Unida presentará presentará mociones en los distintos concejos con directrices comunes sobre los parques de baterías para dar respuesta a lo que también considera un «auténtico boom» por el aumento de las peticiones para instalarlos precisamente en zonas rurales y en polígonos próximos a zonas habitadas.

«No compartimos esa proliferación de proyectos en núcleos rurales, no compartimos esa proliferación de proyectos entre las casas y creo que tenemos que acotar todo lo que tiene que ver, en primer lugar, con el uso de los suelos», decía Zapico, que además señalaba que la implantación de estas instalaciones en Asturias se encuentra en cualquier caso en una fase incipiente y que consideraba que la distancia a la que se sitúen debería ser proporcional a la potencia, aparte de contemplar medidas correctoras.

«Queremos lo mejor para nuestros territorios y para nuestros vecinos y tenemos que plantearnos los riesgos. Como decía antes, en el caso nuestro del concejo de Gozón, se están organizando y están planteándonos dudas y, como responsables públicos tenemos que plantearles respuestas», aseguraba, tras ese mismo encuentro, César Fidalgo, coordinador local de IU en Gozón, donde se plantea ubicar uno de estos parques en una zona rural, según dijo, con un importante valor paisajístico y medioambiental.

La preocupación vecinal se mantiene y, por ejemplo, la Plataforma vecinal contra las baterías en Las Regueras ha convocado este viernes, a las 10 horas, una concentración ante el ayuntamiento. «No contentos con desterrarnos de los montes comunales con la proliferación descontrolada de eólicos, quieren expulsarnos también de las praderías con ese desarrollismo irracional que sólo responde a los intereses particulares de algunas grandes empresas y partidos en el gobierno, sin mirar el bien común y mucho menos los derechos de los habitantes del medio rural. Cualquier cosa antes que el campo. La devastadora connivencia de las grandes empresas eléctricas con el Gbierno asturiano parece no tener límites», se quejaban también la semana pasada desde Asturias Ganadera.