Los hosteleros asturianos, sobre el impuesto a las terrazas que estudia el Tribunal Supremo: «El mayor damnificado sería el cliente»

Los tiempos para la hostelería no son fáciles, así lo expresan varios negocios del Principado tras conocer la última medida que estudia el Tribunal Supremo sobre la modificación de las tasas de las terrazas. En los últimos años, la presencia de terrazas de locales de hostelería en la vía pública ha ido en aumento. Aunque, hasta el momento, la regulación de estas instalaciones depende del ayuntamiento de cada municipio, el Tribunal Supremo está revisando la fiscalidad de las terrazas. Sobre la mesa se encuentra la posibilidad de que estos espacios graven el impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP), lo que supondría un aumento en la cuota para los dueños de este tipo de establecimientos.

Todo comenzó en el 2017, cuando la entidad Pansfood S. A. recibió un requerimiento de la Agencia Tributaria de Cataluña en el que se le exigía presentar la autoliquidación del ITP. El local se negó alegando que ya había pagado las tasas correspondientes, a lo que la Administración catalana no cedió. El afectado se vio obligado a recurrir ante el Tribunal Económico-Administrativo Regional, donde fallaron a su favor. Posteriormente, la Generalitat apeló al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, quien se encuentra ahora estudiando el caso.

En caso de que el Supremo falle a favor de la Generalitat, la medida podría ser tomada por otras comunidades autónomas, lo que podría suponer un incremento del pago por la colocación de una terraza. Los hoteleros asturianos han mostrado su preocupación al respecto. «Cualquier medida que nos encarezca los costes es muy prepucial. Estamos en un momento en el que todo ha subido, el coste de las materias primas, los suministros, incluso, los salarios de los trabajadores. Todo esto a costa de sacrificar las ganancias de la empresa», explica José Miguel González, del bar Al peso en Gijón. Además, el gijonés asegura que «la hostelería es un pilar fundamental en este país. Si la seguimos castigando se conseguirá que muchas empresas cierren». Lo que provocaría, señala, «una menor recaudación. Si quitamos las terrazas, el afán recaudatorio será menor. A veces subir las tasas, pueden hacer el efecto contrario».

Esta misma opinión la comparte Miguel Ángel, del Bodegón Teatinos en Oviedo. «Los hosteleros ya pagamos bastante y nos cuesta mucho, pero al final todo el coste que se nos incremente va a repercutir en el cliente». A su preocupación se suma el posible cierre de locales de la zona en el caso de que los requisitos para poder contar con una terraza continúen aumentando. Señala que para él «lo importante es darle vida a la ciudad. Tiene que haber un respeto por parte de las terrazas y para ello debe haber una legislación que debemos cumplir. Lo importante es cumplir con las ocupaciones y con los horarios. Si no, acabaremos dejando todo como solares».

La terraza es un valor añadido a los negocios del Principado, a la que no siempre es posible sacarle todo su provecho, «sobre todo, a los que tenemos terrazas grandes», comenta Diego Javita, de la Sidrería EL Bosque. «Llega el invierno y aquí en Asturias no le puedes sacar el mismo uso que en verano, pero seguimos pagamos lo mismo. La cuota es anual». Javita considera que el posible pago del impuesto de transmisiones patrimoniales repercutiría inevitablemente en el precio de venta, «tendríamos que compensar esa diferencia cobrando más y no está la cosa como para andar subiendo mucho los precios».

En la misma línea, Juanjo Bueno, copropietario de La Manoleta, afirma que «el mayor damnificado sería el cliente. Si los hosteleros tenemos que pagar más nos veremos obligados a subir el incremento de terraza y todo esto repercute negativamente en el cliente final». El hostelero gijonés reflexiona también sobre las posibles consecuencias del fallo a favor de la Administración. «Habría que mirar la regulación, no todos los sitios estamos en igualdad de condiciones. Aunque pagara los mismos impuestos que en Barcelona, probablemente yo no tendría los mismos privilegios que los bares de allí. No tenemos las mismas condiciones y eso es algo a tener en cuenta».

Por su parte, el propietario de La Birra de Brian, en Pola Siero, considera esta posible medida como una traba más para el desarrollo del comercio local. «Cada vez nos lo ponen más difícil a la hostelería, creo que es un sentimiento generalizado de todos los que nos dedicamos a esto. Cada vez hay que pagar más, pero a la vez nos encontramos con más restricciones y menos ayudas».

Posibles consecuencias de la decisión del Tribunal Supremo

El fallo del Supremo podría afectar a más de 348.000 locales de hostelería del país, de los cuales, cerca de 11.000 se encuentran en el Principado de Asturias, según los datos estadísticos del Sadei (Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales). En caso de que la sentencia se resuelva a favor de Pansfood S. A., se determinaría que la ocupación por la autorización municipal no da lugar a una transmisión patrimonial onerosa, por lo tanto, no sería necesario pagar dicho impuesto. En caso de fallar a favor de la Generalitat, el establecimiento deberá abonar el pago del impuesto de transmisiones patrimoniales, que consta de un valor económico superior al de las actuales tasas. Otro los posibles escenarios con los que se podría encontrar la hostelería nacional, si así se resolviese en los juzgados, sería el hacer frente a un doble pago: el ITP y las tasas. Aunque la decisión final quedaría en manos de las comunidades autónomas, quienes son las encargadas de gestionar este tipo de impuestos.