40.000 euros por reformar y vivir en una casa de pueblo: así podría Asturias repoblar como en Cataluña
Asturias
La recién aprobada ley de Impulso Demográfico contempla fomentar la rehabilitación y accesibilidad de viviendas en zonas rurales, con especial atención a los concejos con especiales dificultades demográficas
06 May 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Asturias tiene aprobada desde esta semana una Ley de Impulso Demográfico con la que se pretende afrontar sus dos realidades demográficas: el envejecimiento y el despoblamiento. Aparte de medidas enfocadas al reto demográfico, como las deducciones de 300 euros por hijo hasta los 25 años o la ayuda de 1.000 euros por emancipación de jóvenes de hasta 35 años, también existen otras específicas para tratar de fijar población y paliar la pérdida de habitantes en las zonas de Asturias en riesgo de despoblarse.
De los 78 concejos, 55 están en esa situación y, en los que tienen peores indicadores geográficos, algunas de esas medidas incluso se incrementan. Son bonificaciones fiscales y ayudas directas de las que se pueden beneficiar quienes residen en esos 55 municipios como, por ejemplo, la extensión de la deducción para familias numerosas a las que estén formadas por dos descendientes, los 600 euros de deducción por el cuidado de hijos —la cuantía es desde el segundo hijo— o la ampliación de las deducciones para quienes trasladen su domicilio fiscal a Asturias por motivos laborales.
Para entrar en esa categoría fiscal que beneficia a los concejos en riesgo de despoblación tienen que tener menos de 20.000 habitantes y en descenso, con una caída de al menos un 10% en las dos últimas décadas. Los 55 concejos que lo cumplen son los más pequeños en cuanto a población, pero entre ellos se encuentran también municipios que superan los 5.000 habitantes e incluso los 10.000 —y, por tanto, cuentan con más servicios que ofrecer a los nuevos residentes— como San Martín del Rey Aurelio, Laviana, Cangas del Narcea, Lena, Aller, Grado, Pravia o Piloña. Este último, por ejemplo, puede presumir de tener una escena cultural vibrante y muy interesante, en la que además destaca Rodrigo Cuevas y su proyecto de recuperación de un edificio emblemático de Infiesto, La Benéfica, como espacio cultural y de acción comunitaria que precisamente ayude a frenar la despoblación del concejo.
Fomentar la participación comunitaria y cultural es una de las estrategias fundamentales para combatir la despoblación que, por contra, no es un riesgo en los restantes 23 municipios que forman Asturias. Son, excluyendo a San Martín del Rey Aurelio, los más poblados: Gijón, Oviedo, Avilés, Siero, Langreo, Mieres, Castrillón, Corvera y Villaviciosa. También Llanera, Llanes, Carreño, Gozón, Cangas de Onís, Parres, Nava y Noreña. Y municipios con menos de 5.000 habitantes como El Franco, Ribera de Arriba, Ribadedeva, Sariego, Illas y Sobrescobio.
Para fijar y atraer habitantes en los concejos que entran en riesgo de despoblación también es necesario promover la generación de empleo y la creación de oportunidades económicas duraderas. En ese sentido, en Asturias existe una política de impuestos cero al suelo rural, enfocada a tratar de favorecer la continuidad de la actividad y la fijación de población beneficiando las transmisiones en vida de suelo rústico y explotaciones agrarias y forestales. Además, se está últimando un plan, denominado Incorpórate al Agro, para fomentar el empleo en el sector primario, con ayudas de un mínimo de 50.000 euros y de hasta 100.000 euros para quienes se quieran incorporar a la actividad agraria, que además se amplían a los nuevos agricultores de 4 a 56 años, no solo de 18 a 40.
Encontrar vivienda
Para que nuevos residentes decidan fijar su residencia en estos concejos también hace falta que puedan encontrar casa y, si es así, que se puedan permitir el coste de vivir en ella. En Asturias hay más de 100.000 viviendas sin uso y buena parte —por no decir prácticamente todos— de los concejos que están en peligro de despoblación son también los que tienen mayores porcentajes de casas deshabitadas. Aparte de los ya mencionados, también están en riesgo de despoblación municipios costeros como Ribadesella, Vegadeo, Tapia de Casariego o Valdés. O en plenos Picos de Europa como Amieva, Cabrales, Onís y Peñamellera Baja.
La nueva ley de Impulso Demográfico de Asturias, que se aprobaba la semana pasada en la Junta y que facilitará con ayudas de hasta un máximo de 6.000 euros el retorno de sus emigrantes, dice que la Administración del Principado asegurará la función social de la vivienda, facilitando que esta sea asequible, accesible y sostenible. También contempla que se desarrollen mecanismos para garantizar un recurso habitacional para cada persona, «acorde a sus medios de subsistencia, accesible y eficiente energéticamente, optimizando el reaprovechamiento de viviendas vacías o desocupadas en el marco de la economía circular».
Iniciativas para recuperar casas sin uso
Y, que para ello, se fomentará la rehabilitación, mejora, conservación y accesibilidad de viviendas en zonas rurales, con especial atención a los concejos con especiales dificultades demográficas. Ya existen iniciativas en este sentido en otras comunidades autónomas afectadas por la despoblación. Y, que para ello, se fomentará la rehabilitación, mejora, conservación y accesibilidad de viviendas en zonas rurales, con especial atención a los concejos con especiales dificultades demográficas. Ya existen iniciativas para fomentar el arraigo en zonas rurales en otras comunidades autónomas afectadas por la despoblación, como en Castilla y León y Galicia, que tienen ayudas para rehabilitar viviendas o edificios municipales y eclesiásticos para destinarlos a alquiler social.
En Cataluña, se abría a mediados del mes pasado precisamente el plazo de una convocatoria de ayudas rehabilitar viviendas, a las que pueden optar hasta el 28 de junio propietarios que quieran trasladarse a vivir «de manera permanente» a inmuebles vacíos o en mal estado en municipios rurales. De menos de 500 habitantes en el conjunto de Cataluña, con un umbral de 1.000 habitantes en varias comarcas de Tarragona, Lleida y Girona y sin límite para los del Alto Pirineo y Arán que no sean capitales de comarca.
Estas ayudas, que tienen una dotación de dos millones de euros hasta 2027, están dirigidas a quienes se comprometan a rehabilitar su vivienda y establecer allí su residencia «habitual y permanente» desde el momento de la solicitud y hasta diez años más tarde, así como a quienes recuperen viviendas vacías al menos desde hace dos años para destinarlas a alquiler social. Las ayudas tienen un importe máximo del 50% de las obras —destinadas a mejorar la eficiencia energética, la accesibilidad y la conservación de la vivienda— hasta un máximo de 20.000 euros en los casos de residencia propia y hasta 40.000 euros para alquilar, con un límite máximo de seis viviendas subvencionables por beneficiario en este caso.
La ley de Impulso Demográfico de Asturias también establece que la Administración del Principado debe fomentar nuevos modelos de viviendas colaborativas y autogestionadas para personas mayores, promover el acceso a la vivienda de alquiler para profesionales que trabajen en zonas turísticas en las que ese mercado escasee y apoyar iniciativas de construcción y acceso a la vivienda, en especial en los concejos con especiales dificultades demográficas, orientadas a la garantía habitacional, la lucha contra la exclusión residencial y la rehabilitación o construcción de casas pasivas siguiendo los criterios de eficiencia energética, sostenibilidad y confortabilidad que conforman los estándares de vivienda saludable, la inexorable tendencia en este contexto de cambio climático.