La ley de impulso demográfico sigue adelante tras rechazarse la enmienda de totalidad de Vox

La futura Ley de Impulso Demográfico continúa su tramitación parlamentaria tras haberse rechazado en el pleno de la Junta General del Principado la enmienda de totalidad presentada por Vox y que no ha contado con el apoyo de ningún otro grupo de la Cámara.

Pese a que el PP abandonó las negociaciones con el Ejecutivo, la ley tiene prácticamente garantizada su aprobación con el respaldo de los 22 diputados de PSOE e IU que sustentan al Gobierno y el previsible apoyo de los dos diputados del Grupo Mixto, el forista Adrián Pumares y la parlamentaria que fue expulsada de Podemos, Covadonga Tomé.

No obstante, la vicepresidenta del Gobierno, Gimena Llamedo, ha hecho hoy un llamamiento a todos los grupos de la Cámara, y en clara referencia al PP, ha pedido que se alejen del «no por el no» y que no se queden «en la cuneta de la historia por un mal interés táctico» porque no hay mayor asunto de Estado para Asturias que el reto demográfico.

La popular Cristina Vega, sin embargo, ha señalado que esperarán al debate de las enmiendas parciales para decidir si apoyan o no la ley, decisión que tomarán en función de cuántas de las 117 enmiendas que han presentadas vayan a ser aceptadas. No obstante, ha dicho tener «pocas esperanzas» ante un PSOE que ve «enquistado en el no por el no» y que no ve dispuesto a negociar medidas que puedan incluirse en una ley que, tal y como está redactada, «no va a cambiar la vida de los asturianos para los asturianos».

«El gobierno de Barbón lleva enredando desde el inicio con esta ley que no contempla medidas concretas», ha subrayado la parlamentaria popular, que ha asegurado que este proyecto «debería ser una norma jurídica, porque ni obliga, ni manda ni prohíbe, es una mera declaración de intenciones pero que no sirve para nada».

La socialista Alba Álvarez ha recordado que son 167 las enmiendas presentadas al texto por todos los grupos y que aún están sin calificar por lo que aún queda un intenso proceso de negociación en el que su grupo va a revisar una por una todas las propuestas e intentar «conseguir el mayor consenso posible».

Tras culpar al PP de haber roto las negociaciones unilateralmente después de que el exlíder de los populares Diego Canga hubiese pedido un aplazamiento, ha asegurado que el grupo socialista les tenderá la mano para buscar lo que les une y dejar a un lado el tacticismo político.

Previamente, Llamedo había defendido la necesidad de huir del victimismo y de la resignación, de actuar de forma decidida con medidas a corto, medio y largo plazo para dar respuesta a esta realidad demográfica, así como en que es necesario aunar esfuerzos para revertir la pérdida de población.

Aunque ha asegurado que Asturias ha conseguido ya atraer población, con un saldo positivo de 10.000 personas en 2022, la vicepresidena ha señalado que no es motivo para conformarse y que es preciso aprovechar el potencial de Asturias como calidad de vida frente a mensajes catastrofistas.

La vicepresidenta ha afirmado que este proyecto de ley nace del análisis exhaustivo y desde el consenso y que la enmienda de totalidad de Vox demuestra que esta formación solo apuesta por «la división y el obstáculo a cualquier avance». Sin embargo, la portavoz de Vox, Carolina López, ha afirmado que se trata de un proyecto de ley basado en «directrices incompletas, en planes anteriores que han fracasado y en la agenda 2030, es decir, los peores ingredientes que podría tener».

López ha criticado que se lleven más de cinco años para acordar un texto que, en su opinión, «no es más que una serie de directrices desarrolladas en 81 artículos que no se sabe ni cuándo ni cómo se aplicarán» y que solo pretende «blanquear las políticas desarrolladas por los socialistas durante cuarenta años que nos han llevado a esta situación crítica».

«Estamos ante un proyecto de ley que ya nace fracasado y tiene más enmiendas parciales que artículos tiene la ley y hasta los partidos que forman el gobierno se han enmendado a sí mismos después de proclamar que es objeto de consenso», ha defendido la diputada de Vox, que ha afirmado que si regresasen todos los asturianos que hay en el extranjero la población se vería incrementada en un 14%.

Para la portavoz de Vox, no deja de ser «una carta a los reyes magos» que suena muy bien, pero la realidad es muy distinta porque cuando habla de educación de calidad, «el objetivo real es el adoctrinamiento en las aulas», o cuando se refiere a ciudades sostenibles, «la realidad es que habla de vigilancia y control absoluto propio de los regímenes totalitarios».

Para la diputada del Grupo Mixto Covadonga Tomé, sí que es necesaria una ley de reto demográfico porque si algún día Vox tiene alguna participación en un gobierno «tendrá la tentación de recortar derechos y libertades». Su compañero de grupo, el forista Adrián Pumares se ha mostrado convencido de que esta ley no se puede ver como una panacea o la solución a todos los problemas de Asturias, pero que también es necesaria esta normativa de cara al futuro, según Efe.

Desde IU-Convocatoria, Xabel Vegas, ha arremetido contra los «discursos de odio de Vox, porque viven del odio, son auténticas fábricas de fango y de bajas pasiones, ponen en peligro las libertades, convivencia y derechos humanos, y son auténticos carroñeros de la política».