Perdonan una deuda de 11.000 euros a un ganadero de Mieres que cerró su negocio por los bajos ingresos

Un ganadero de Mieres ha sido exonerado de una deuda de 11.025 euros por el Juzgado de lo Mercantil n.º 2 de Oviedo gracias a la ley de segunda oportunidad. El condonado, que atiende a las iniciales de J.L., experimentó un descenso de sus ingresos después de siete años con su actividad ganadera, lo que le impidió afrontar las cuotas de autónomo y los pagos a las instituciones públicas. Finalmente se vio obligado a cerrar su negocio y ahora, tras contactar con la asociación de ayuda al endeudamiento, su deuda ha sido cancelada.

Debido al descenso de los ingresos en su explotación el ganadero comenzó a aumentar los impagos con la Seguridad Social. Antes de ello, intentó sin éxito conseguir un aplazamiento de sus obligaciones de pago. No obstante, con el comienzo de los embargos, el deudor no veía la solución para pagar todo lo que tenía pendiente, sumado a sus gastos esenciales familiares. Fue entonces cuando el ganadero contactó con la asociación de ayuda al endeudamiento, una entidad compuesta de abogados y economistas especialistas en ayudar a personas insolventes.

Estos fueron los pasos que siguió para la cancelación de la deuda

Según explican desde la entidad, el primer trámite pasó por comunicar la situación a los juzgados de Oviedo mediante un «preconcurso de acreedores». «Lo primero que piden Hacienda y Seguridad Social antes de permitir el fraccionamiento de la deuda, es un pago íntegro del 25% de lo que se debe. Inasumible para todo aquel que esté en esta situación», explica Pepe Domínguez, letrado de la asociación. 

El objetivo directamente fue solicitar concurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil Nº 2 de Oviedo para la condonación de las deudas, acreditando fehacientemente que era un deudor de buena fe y que intentó pagar hasta donde pudo. Una vez comprobado se dictó la resolución definitiva, quedando libre así de la deuda que tenía y que ascendía a los 11.025 euros. Sin embargo, desde la entidad matizan que todavía queda una pequeña parte a pagar con la Seguridad Social, que el ganadero abonará en un plazo de cinco años a través de cuotas mensuales.

Con esta sentencia los acreedores del concursado no podrán reclamar ningún pago más ni incluir en fichero de morosos a este autónomo. «Puede empezar a invertir y financiarse sin miedo a embargos, solo preocupándose de cumplir con los pagos voluntariamente pactados con la Tesorería General de la Seguridad Social», señalan desde la asociación de ayuda al endeudamiento.