El Defensor del Pueblo avala la petición del alumnado del módulo de Desarrollo de Aplicaciones Web para hacer prácticas en remoto

Hace dos semanas, alumnos de los módulos de formación profesional de Desarrollo de Aplicaciones Web (DAW) y de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma (DAM) alzaban la voz contra la exigencia de la Consejería de Educación de que deban realizar la formación en centros de trabajo (FCP) en empresas de forma presencial y no permitir hacer ese periodo de formación en centros de trabajo en remoto (teletrabajo). La razón dada por ese departamento del Principado para justificar la negativa a permitirles hacer las prácticas en centros de trabajo teletrabajando era que el seguro escolar no les cubriría en caso de tener un accidente laboral en casa, ya que solo cubre en los centros de trabajo de las empresas y en el propio centro educativo, explicaba entonces Miguel Ángel Sánchez, alumno del módulo de Desarrollo de Aplicaciones Web en el IES Monte Naranco que advertía del perjuicio que les ocasionaba tal exigencia cuando la mayoría de las empresas del sector están trabajando hoy en remoto.

Lejos de conformarse con la respuesta de la Consejería de Educación por lo mucho que de esas prácticas depende el futuro laboral de los alumnos de los módulos de Desarrollo de Aplicaciones Web (DAW) y de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma (DAM), Miguel Ángel Sánchez decidió remitir una consulta al Defensor del Pueblo, del cual recibía respuesta hace pocos días avalando, en principio, la petición de los estudiantes de poder hacer prácticas en remoto. 

En este escrito, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo Pujol, tiene en cuenta que desde el 1 de enero de 2024, los alumnos de FP que realicen prácticas en programas de formación han quedado incluidos en el sistema de Seguridad Social como personas asimiladas a trabajadores, motivo por el cual interpreta «que de producirse un accidente en el lugar y horario preestablecido para el desarrollo del módulo de FCT en régimen de trabajo a distancia, este alumnado, en principio, tendría derecho a percibir las prestaciones derivadas de contingencias profesionales, siempre que concurran los elementos que definen el accidente de trabajo, según la jurisprudencia aplicable».

Además, el Defensor del Pueblo, en su argumentación, alude a que si bien los alumnos que cursen estudios oficiales desde 3º de Educación Secundaria Obligatoria hasta el final del 3er ciclo universitario son beneficiarios de las prestaciones sanitarias y económicas del seguro escolar en caso de enfermedad, accidente escolar e infortunio familiar, esa cobertura solo alcanza a los estudiantes menores de 28 años, sobre lo que Miguel Ángel Sánchez matiza en un nuevo escrito que ha remitido a la Consejería de Educación que en el módulo que están cursando «hay bastantes alumnos que superamos esa edad y, por ende, no somos beneficiarios de ese seguro escolar, ni de forma presencial, ni remota».

Así, atendiendo al escrito que le ha remitido el Defensor del Pueblo que, no obstante, considera oportuno dirigirse a la Consejería de Educación para recabar más información antes de adoptar una decisión sobre la admisión a trámite de la queja planteada, Miguel Ángel hace hincapié en que alumnos como él, que sobrepasa los 28 años, no estarían cubiertos por ese seguro en ninguna de las modalidades, por lo que manifiesta que «seguimos sin comprender el verdadero motivo de su decisión».

A más desarrolladores, más requisitos de las empresas

«Una vez más los alumnos les pedimos que sean conscientes del perjuicio que nos causan al negarnos la opción de poder desempeñar nuestras FCT en estas empresas», exhorta Miguel Ángel Sánchez, que advierte que «si solo nos dejan la opción de las empresas con presencialidad, además de no poder recibir una tutorización como es debido, por el volumen de alumnos que tendríamos que ir, estas no tendrían capacidad de ofrecernos un contrato más allá de las FCT, quedando sin experiencia ante un mercado muy competitivo» y en un sector en el que, aunque hay una gran demanda de profesionales, se ha producido un efecto llamada «exponencial» con «multitud de personas que, al igual que nosotros, se forma para trabajar en él». Es más, comenta que la creciente oferta de desarrolladores junior que hay está llevando a las empresas a aumentar los requisitos para ser contratado.

Es por ello que considera que ante ese aumento de requisitos de contratación, «nuestra mejor carta de presentación es demostrar en esas 380 horas de prácticas lo válidos que podemos llegar a ser con los conocimientos y experiencia suficientes. Pero de nada servirá si acudimos en masa a unas pocas empresas con pocos recursos para asumir nuestra contratación», señala Miguel Ángel Sánchez.

Por tanto, este alumno del módulo de Desarrollo de Aplicaciones Web del IES Monte Naranco insta a la Consejería de Educación «a buscar entre todos una solución para que no se reduzca el número de empresas en las que poder hacer las FCT y que no se demore más esta situación de incertidumbre», ya que el periodo de prácticas habrá de comenzar, como muy tarde, el próximo 10 de abril.