Los parques eólicos tendrán que contar con el visto bueno de los municipios asturianos donde se instalen

El consejero de Ordenación del Territorio, Ovidio Zapico, ha abogado hoy por mantener las actuales zonas de exclusión de parques eólicos «para evitar la saturación», por repotenciar los existentes con tecnologías que pueden multiplicar casi por cuatro su capacidad de generación y por establecer garantías adecuadas de restauración al final de su vida útil. El único consejero de IU, que ha comparecido ante la Junta General para informar sobre la revisión de las directrices para el aprovechamiento de la energía eólica, ha asegurado que esta visión puede ser asumida sin problema por la parte socialista del Gobierno porque les une el interés por «ordenar, planificar y garantizar el interés general» y la lucha contra el cambio climático.

Tras el choque surgido en diciembre con la consejera de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí, y sus planes para extender y facilitar la instalación de más parque eólicos, Zapico ha asegurado hoy que «las diferencias se van a solucionar con mucho diálogo por parte de un Gobierno que día a día avanza en la búsqueda de posiciones comunes».

Sin fuerza para una moratoria, sí para planificar

El consejero ha reconocido que IU no tiene la fuerza suficiente en el Ejecutivo como para defender la moratoria de cuatro años que pedía cuando estaba en la oposición, pero ha dicho sentirse «muy satisfecho» porque ha conseguido lo que en última instancia pedía la pasada legislatura: que la eólica cuente con una planificación que responda al interés público.

Zapico ha asegurado que sigue defendiendo lo mismo que entonces y que está escuchando muchísimo a los alcaldes del Occidente, que concentra la práctica totalidad de la eólica asturiana, como se ha visto al rechazar el proyecto de instalación de diez molinos en Taramundi, porque no tenía respaldo municipal.

«En el ámbito eólico, hay mucha tarea avanzada y todo lo que he dicho hoy puede ser suscrito por la parte socialista», ha afirmado el consejero de IU, para quien un ejemplo de ello serán las directrices, que estarán listas esta legislatura, y el trabajo previo que está llevando a cabo la Consejería de Transición Ecológica, que habrá acabado a finales de este año.

Se trata de estudios previos y rigurosos de las necesidades energéticas de la comunidad autónoma, para la localización de los focos de consumo y para saber qué porcentaje de esa demanda precisa de suministro garantizado, ha añadido Zapico, para quien hay que replantearse nuevamente el potencial de generación eólica, su distribución en el territorio, sus usos y las posibilidades de exportación.

Además, ha incidido en que todas las instalaciones «deben contar con la aquiescencia de los municipios», aunque éstos no deben de tener la última palabra, darles retornos económicos y de trabajo y hacer que los trámites industriales, ambientales y urbanísticos se hagan de forma coordinada y conjunta para molinos, líneas de evacuación y subestaciones eléctricas.

Hay que evitar, ha añadido, «que los cordales de Asturias se llenen de chatarra inservible» y que se planifique la vida útil de los parques y las condiciones para su desmantelamiento, abandono y cese de actividad con garantías de restauración.

Contradicciones

Desde el PP, Manuel Manuel Cifuentes, ha denunciado las contradicciones de un consejero que «ha evolucionado a un verde ecológico sin dejar de ser rojo», que se siente «un poco atrapado» en un Gobierno «en el que no hay consenso» en un momento en el que «Asturias no puede perderse en debates mientras sigue perdiendo capacidad de generación de energía.

Muy distinta ha sido la visión de la diputada de IU Delia Campomanes, para quien no ha habido contradicciones en las explicaciones dadas por el coordinador general de la coalición ya que ante una emergencia climática a incontestable hay que definir un marco planificado que minimice los efectos negativos de la eólica y hacer que sea compatible con el medio rural y los espacios naturales. El socialista José Ramón García ha asegurado que en las renovables las dos partes del gobierno han acordado avanzar en un modelo de generación y consumo diferente basado en el diálogo, que cuente con los territorios y las personas y que garantice el suministro, informa Efe.