Defensa de la industria, lucha contra la burocracia y mejora de la formación: las prioridades de FADE para 2024
Asturias
La presidenta de la patronal asturiana, María Calvo, reconoce que los empresarios están «preocupados», denuncia que «la empresa no puede soportarlo todo» y critica el «intervencionismo desmedido»
24 Jan 2024. Actualizado a las 17:57 h.
La patronal asturiana se encuentra preocupada por el futuro del conjunto de la industria, al margen de la incertidumbre sobre las inversiones de ArcelorMittal para completar la descarbonización de sus plantas en la región, después de que en los últimos años hayan desparecido 300 compañías del sector mientras el Gobierno asturiano no sitúa a la empresa entre sus prioridades, según los empresarios.
Así se ha expresado la presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), María Calvo, en un encuentro con periodistas en el que ha emplazado a los gobiernos central y autonómico a dar al sector industrial el carácter «estratégico» que, al mismo nivel que el que se otorga al sector agrario, le corresponde en una economía desarrollada.
Calvo ha asegurado ser todavía optimista sobre la decisión de la multinacional siderúrgica en torno al proyecto para sustituir un alto horno de Gijón por una planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI) -lo que permitiría a Asturias y a España conservar una cabecera de siderurgia integral-, pero ha advertido de que la cuestión «está sobre la mesa» y la preocupación «existe».
Tras advertir de que nada podría sustituir el peso que ArcelorMittal tiene en una economía regional, que ha recordado que sigue creciendo a un ritmo inferior al del resto de España, la presidenta de FADE ha defendido que en vez de exigir a la empresa que ejecute esas inversiones, se aborde el principal problema al que viene aludiendo hace años: el elevado coste energético. Calvo, que ha asegurado no pretender ser «catastrofista», ha advertido de que los plazos para concretar esas inversiones son «cada vez más cortos» y ha puesto como ejemplo las inversiones anunciadas en Dunkerke (Francia) por ArcelorMittal gracias al acuerdo de suministro energético que ha alcanzado en ese país con su Gobierno y con la eléctrica pública EDF.
«En otros países se actúa de manera más decidida para proteger la industria y favorecer unos precios energéticos más competitivos», ha subrayado la dirigente de la patronal después de que el jefe del Ejecutivo, Adrián Barbón, descartara el pasado viernes que el problema con las inversiones de ArcelorMittal derivase del coste de la electricidad y lo atribuyese «a otras lógicas empresariales».
Primer año de legislatura y una concertación pendiente
La presidenta de la patronal ha reclamado además cierta «normalidad» en este primer año de legislatura autonómica, pese a asegurar que no encuentra en el nuevo Gobierno de coalición voluntad de situar a la empresa «en el centro de las preocupaciones políticas» después de que la anunciada reforma de la administración para combatir la burocracia no haya tenido aún los efectos deseados.
A esa coyuntura se añaden, según Calvo, las medidas «intervencionistas» adoptadas por el Gobierno central como la subida del Salario Mínimo Interprofesional cuya cuantía, ha subrayado, se corresponde ya con el 78% del sueldo medio de una pyme asturiana o la nueva regulación de las bajas por enfermedad o de los permisos para, por ejemplo, el cuidado de enfermos.
Según los datos de FADE, el absentismo en Asturias (con baja) prácticamente se duplicó tras la pandemia hasta situarse en el 11,5%, el más alto de España, y con una media de duración de las bajas de 57 días frente a 35 a nivel nacional, unas cifras que, a su juicio, no pueden achacarse solo al envejecimiento de la población y tienen otras causas como la sobrecarga del sistema sanitario.
De cara al habitual acuerdo de concertación regional que en cada legislatura suscriben Gobierno, patronal y empresarios, cuyas reuniones se retomará el día 31 con el objetivo de sellar el pacto antes de Semana Santa, Calvo ha avanzado que la defensa de la industria, la lucha contra la burocracia y la mejora de la formación, más adaptada a las necesidades de la empresa, serán las prioridades de FADE junto a un mayor apoyo del Principado a la inversión productiva de las empresas, informa Efe.
Absentismo
Asturias registró en 2023 el año con más absentismo por incapacidad temporal (IT). Los últimos datos recogidos a 1 de octubre, a falta de tener la cifra del año entero, sitúan al Principado ante el absentismo por IT más alto de la serie, con 5,6 bajas en vigor por cada 100 trabajadores protegidos. Eso supone un 51 % más que en el año 2019, pre-Covid, y un 16 % más que la media española.
Estos son datos aportados por la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) en un informe elaborado con fecha del 5 de enero de 2023 y recogidos de las estadísticas de la Seguridad Social con datos cerrados a 30 de septiembre. Según la estadística, puede haber muchos bajas bien porque hay muchos casos (el País Vasco y Navarra son dos supuestos típicos) y/o porque los casos duran mucho (Asturias y Galicia están sistemáticamente en cabeza).
En el caso asturiano las diferencias en duración son muy grandes (20 días, un 52 % de duración media más que en España) «y no fácilmente explicables: comunidades autónomas tan envejecidas y con inviernos más crudos, como Castilla y León, tienen duraciones medias de 15 días menos que Asturias, un -35 %; Aragón está en torno a la media nacional», sostienen desde FADE.
La patronal explica que aun faltando datos oficiales para el cierre del año 2023, la previsión para el Principado de Asturias es que el gasto que supone para la Seguridad Social y en costes directos para las Empresas derivado del*Absentismo Laboral por Enfermedades Comunes o Accidentes no Laborales, crecerá un 11%, aproximadamente hasta los 500 millones de euros. Por ello consideran «crítico» reducir la duración de la bajas utilizando todos los recursos del sistema, informa Europa Press.
«España, y Asturias en particular, está llegando a un punto insostenible. Tanto para muchos trabajadores que tiene los procesos curativos innecesariamente alargados, como para muchas empresas, por el coste directo que supone y, sobre todo, los auténticos problemas de gestión de personal ante la ausencia de capacidad para sustituir trabajadores en muchas ocupaciones. En las microempresas el problema afecta a la mera prestación de sus servicios», señalan desde FADE.