La odisea de un paciente con piedras en la vesícula para que le operen en el HUCA: «Estoy desesperado»

«¿A quién acudes cuando en el mismo hospital se cubren entre ellos? ¿Acaso por no tener un tumor mi vida vale menos? Literalmente estoy hasta los cojones y desesperado». Así expresa su desasosiego Manuel Millán, un vecino de Oviedo que lleva más de un año con una calidad de vida «nefasta» por la presencia de cálculos biliares y que, tras poner dos reclamaciones en el servicio de Cirugía General del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), ha decidido compartir en las redes sociales la odisea que está viviendo para ser tratado por el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa).

Así, cuenta que hace un año y dos meses empezó a ir a su médica de cabecera porque, «al poco de comer, vomitaba». El diagnóstico que le dio, durante dos meses, fue que tenía un virus estomacal. Millán explica que, como no estaba conforme, decidió acudir a un médico privado. «Cuando le conté los síntomas que tenía, sin pensarlo me dijo que eran piedras en la vesícula». En concreto, tras realizarse las pruebas pertinentes, tenía cuatro piedras de un centímetro de diámetro cada una, además de barro y bastante obstrucción.

El médico, cuenta Millán, le recomendó someterse a una intervención quirúrgica cuanto antes: «Me dijo que si podía operarme urgentemente mejor, que estaba bastante jodida la cosa». Por lo privado le costaba 8.000 euros que «obviamente» no se podía permitir, así que acudió con los informes a su médica de cabecera. «Un fallo lo tiene cualquiera», le dijo al ver el diagnóstico, esta vez certero.

Un hueco en quirófano «después de mucho rogar»

En junio del año pasado, explica, entró en la lista de espera para ser intervenido en el HUCA. Los síntomas que causan las piedras en la vesícula persistieron y, durante ese verano, tuvo que acudir en más de 20 ocasiones a urgencias con dolores y «cólicos insoportables». En septiembre, «después de mucho rogar», le hicieron el preoperatorio y le indicaron que le «harían un hueco» en unos 20 días en quirófano.

Pero se quedó en casa esperando, como dice, «una llamada que nunca llegó». Estos días, señala Millán, casi cinco meses después y «ya que nadie me llama», volvió a acudir de nuevo al HUCA.

«La contestación que me dan es que la doctora que me está viendo ya no ejerce en este hospital y que es imposible que me hubieran dicho que en 20 días me operaban ya que el quirófano se programa semanalmente y obviamente las operaciones tumorales van primero», dice que obtuvo por respuesta. Su publicación ya ha sido compartida por más de 1.200 personas, algunas de las cuales aprovechan para darle ánimos y comentar que han vivido situaciones similares tanto en Asturias como en otras comunidades autónomas.