Una agenda climática colosal
Asturias
ArcelorMittal afrontará la instalación de un horno eléctrico como parte de un plan de descarbonización amplio, largo y costoso
06 Jan 2024. Actualizado a las 05:00 h.
La primera empresa de Asturias por facturación, ArcelorMittal (3.800 millones de euros anuales, según los últimos datos publicados) afronta un enorme reto a partir del año que viene: la exigencia cada vez más urgente, por parte de todas las administraciones desde Oviedo a Bruselas, del cambio de paradigma energético.
El primer paso es la construcción de un nuevo horno de arco eléctrico en su planta de Gijón que tendrá una capacidad de producción anual de 1,1 millones de toneladas de acero. La nueva instalación comenzará a construirse a principios de 2024.
Una vez que ese nuevo horno eléctrico esté operativo, previsiblemente en el cuarto trimestre de 2025, la planta de Gijón podrá de producir con bajas emisiones de carbono. También se prevé la instalación de un sistema de captación de polvo, así como de recuperación del calor residual, al objeto de maximizar la eficiencia energética del nuevo horno eléctrico. El proyecto se enmarca en el compromiso de ArcelorMittal Europa de reducir sus emisiones de CO2 en un 35 % con el horizonte de 2030.
Sin embargo, y precisamente relacionado con este hecho, la empresa tiene pendiente un plan mucho más amplio de descarbonización para el que recibirá cuantiosas ayudas públicas. Se acumula el retraso en la aplicación, para inquietud de los gobiernos autonómico y central, y también de Bruselas.
Otro efecto no deseado es que Arcelor prevé que su plan verde suponga un ajuste de alrededor de mil trabajadores, un 20% de la actual plantilla. Ese recorte conlleva, al menos sobre el papel, no sólo el horno eléctrico para reciclar chatarra, sino también la capacidad de producir acero desde el mineral de hierro, como sucede ahora con los hornos altos y como podría ocurrir en el futuro si se confirma la planta de reducción directa del mineral de hierro (DRI).