La vida más allá de Pajares

El hito del túnel de Pajares ha dejado en segundo plano (hasta cierto punto) otras infraestructuras pendientes en Asturias, a las que también deberán prestar atención las administraciones. Para empezar, el llamado Corredor Atlántico, un eje de comunicación estratégico de Europa que, pese a sus potencialidades, arrastra retrasos y problemas para sus enlaces más allá de los Pirineos.

Asturias busca, dentro de este corredor, situarse como nodo logístico del norte de España. Para ello, además del desarrollo ferroviario (también en mercancías, asignatura pendiente), se precisa convertir la ZALIA (Zona de actividades logísticas de Asturias) en un enclave de primer orden en cuanto al transporte y la distribución, tanto en el ámbito regional y nacional como internacional.

Esa solución pasa por conectar por tren la ZALIA con los puertos de Gijón y Avilés, que no son obras menores, y la disposición de una estación intermodal que permita el trasvase de mercancías entre la carretera y el ferrocarril.

Carreteras

También dentro de la estrategia de interconexión de la región con la meseta y con las comunidades del norte, Asturias tiene por desarrollar varias infraestructuras de carretera importantes.

En cuanto a autovías, el suroccidente reclama que Oviedo-La Espina llegue hasta Ponferrada. De momento, para el año que viene aún queda un tramo en obras y otro (La Espina-Canero) pendiente de un estudio informativo.

Asturias con un programa en el que mantiene su apuesta por una mejora de las comunicaciones desde La Espina, pero con una nueva definición para su continuidad hacia Cangas de Narcea y la provincia de León. Desde la Administración autonómica señalaron que «formalizaremos los acuerdos necesarios entre el Ministerio y el Gobierno del Principado para lograr las permutas de red viaria que permitan dar continuidad al eje suprarregional Salas-Tineo-Cangas del Narcea-Ponferrada».

El enlace entre dos arterias

El Gobierno también confía en que el próximo año pueda licitarse ya el proyecto de construcción del enlace de Robledo y que la legislatura finalice en 2027 con las autovías A-66 y AS-II ya interconectadas.

El objetivo es que el Estado licite el proyecto de la obra, cuyo coste estimado ronda los 20 millones de euros, y que permitirá redistribuir tráficos entre la vieja autovía A-66, en torno al kilómetro 17, y la autovía autonómica AS-II, lo que al parecer mejoraría la fluidez de vehículos en el área central.

La próxima primavera, según el Gobierno, estará listo el proyecto de ejecución de la obra y podrá abordarse la información pública y la tramitación ambiental para, a continuación, licitar la obra y ejecutarla en esta legislatura. El estudio del trazado ya existe. Se ha optado, en principio, por una solución de enlace en cuatro ramales determinados según las necesidades de tráfico detectadas.

Estos ramales permitirán hacer los movimientos directos desde la ‘Y’ circulando desde Gijón o Avilés hacia la AS-II en sentido Oviedo y los desplazamientos desde Oviedo hacia Gijón o Avilés.