Mario Menéndez: «Hay personas con movilidad reducida que se convierten en prisioneras de su propio hogar»
Asturias
La falta de accesibilidad en el edificio lleva a que tres de cada diez asturianos con problemas para desplazarse tengan que cambiar de vivienda. El delegado norte del Grupo Mutua Propietarios, Mario Menéndez, analiza la situación de las personas con movilidad reducida en Asturias, señala las ayudas económicas que existen para solventar este problema y desvela las claves para que esa accesibilidad pueda en un futuro ser universal
29 Dec 2023. Actualizado a las 09:18 h.
Escaleras justo antes de entrar al portal, telefonillos demasiado altos, puertas realmente pesadas o ausencia de ascensores. Estos son algunos de los obstáculos a los que a diario deben hacer frente las personas con movilidad reducida para poder acceder «única y exclusivamente» a sus casas. Una falta de accesibilidad en el edificio lleva a que tres de cada diez asturianos con problemas para desplazarse por sus propios medios hayan tenido que cambiar de vivienda, tal y como se desprende del estudio «Accesibilidad y movilidad: mejorando la calidad de vida de las personas con discapacidad», elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios.
Este dato es «preocupante» pero lo que alarma más aún es que «haya individuos que se convierten en prisioneros de su propio hogar» debido a que sus viviendas no están adaptados para este tipo de situaciones. El delegado norte del Grupo Mutua Propietarios, la aseguradora fundadora de la entidad homónima, Mario Menéndez, analiza la situación de las personas con movilidad reducida en Asturias. ¿Aprobamos o suspendemos en la materia? Señala además las ayudas económicas que existen al respecto para solventar, en cierta medida, la falta de accesibilidad y desvela las claves para que esa accesibilidad pueda en un futuro ser universal.
—¿Cuál es la misión y el propósito principal de la Fundación Mutua de Propietarios?
—La Fundación Mutua de Propietarios es una institución sin ánimo de lucro creada por nuestra aseguradora, Mutua de Propietarios, con la misión de mejorar la calidad de vida de las personas con movilidad reducida, facilitando la accesibilidad a la vivienda y su entorno. Para ello trabajamos en una serie de áreas y las principales serían: la eliminación de las barreras arquitectónicas en los edificios y en las viviendas; la sensibilización de los actores sociales y políticos decisores en esta materia; y la acción e inclusión social. También lo que hacemos es diseñar actividades que favorezcan la integración y calidad de vida de las personas con movilidad reducida, además de facilitar la integración de las nuevas tecnologías.
Para ello contamos con un programa de ayudas, Sin barreras, a través del cual hacemos una convocatoria de ayudas económicas directas para edificios que estén interesados en la eliminación de barreras arquitectónicas como, por ejemplo, la instalación de ascensores o rampas de acceso, así como las bajadas de ascensores a cota cero. Tenemos además un observatorio de la accesibilidad mediante el cual hacemos estudios para intentar mejorar la accesibilidad, tanto a los edificios como a las viviendas, a las personas con movilidad reducida. También disponemos del programa Rampas 3D a través del cual hacemos unas rampas escamoteables, con un aplicativo que tenemos y con fotografías del portal de cualquier edificio en España habilitamos en tres dimensiones una rampa y estas se pueden instalar y eliminar de aquellos portales en los que no puede haber rampas permanentes.
Tenemos la aplicación 0 barreras —que pueden descargar todas las personas que así lo deseen,está disponible en todas las plataformas móviles— para que, mediante una serie de fotografías del portal de cualquier edificio, podamos ver las obras que serían necesarias para adecuar el mismo a personas con movilidad reducida. Realizamos además campañas de divulgación a partir de los estudios sobre accesibilidad y también de comunicación para poner en valor la labor que desarrolla la Fundación Mutua de Propietarios.
—Según el último informe realizado, tres de cada diez asturianos con movilidad reducida han tenido que cambiar de vivienda por falta de accesibilidad en el edificio. ¿Qué significa este dato? ¿Podríamos decir que suspendemos en accesibilidad?
—Realmente en Asturias sí que estamos alejados de los mejores parámetros que deberíamos de tener para la accesibilidad en los edificios. El 32 % de los asturianos con movilidad reducida han tenido que cambiar de domicilio por esa falta de accesibilidad en el inmueble, con lo cual es un dato muy importante. Hay que tener en cuenta también que no solo en Asturias sino en todo el noroeste de España tenemos una población envejecida que también afecta al número de personas con movilidad reducida. Por dar un dato, según la encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de Dependencia del Instituto Nacional de Estadística, el 57 % las personas con movilidad reducida tiene dificultades para andar o moverse dentro de su propia vivienda. Y una de cada cuatro de estas personas ha tenido que realizar obras de mejora para adaptar su hogar, principalmente en aseos, el 74 %; en dormitorios, el 42 %; en cocinas y puertas de entrada, el 32 %.
—¿Cuáles son las trabas con las que se encuentran estas personas para acceder a sus casas?
—Nuestro informe Accesibilidad y movilidad: mejorando la calidad de vida de las personas con discapacidad recoge que el 87 % de los edificios de viviendas en Asturias deben realizar actuaciones de eliminación de barreras arquitectónicas para mejorar su accesibilidad. En concreto, un 17% necesita la instalación de un ascensor; el 22 % una rampa para salvar el escalón de acceso al portal; el 56% tiene porteros automáticos no accesibles desde una silla de ruedas, lo cual limita mucho la vida y la libertad de estas personas. Dos de cada tres tienen sus buzones muy elevados y el 48 % que es otro tema que la gente no tiene en consideración es que los portales necesitan un abre puertas motorizado porque estas puertas de acceso aquí suelen ser de forja o de madera maciza y pesan mucho para una persona con movilidad reducida o en silla de ruedas.
—Hay vigente una normativa que exige condiciones básicas de accesibilidad. ¿Podríamos decir que se está incumpliendo? ¿Por qué no se llevan a cabo esas obras que faciliten la accesibilidad a su vivienda a personas con movilidad reducida?
—Realmente, tenemos un problema de costes. Para llevar a cabo estas acciones que comentábamos antes tiene un coste medio por hogar en Asturias de 662 euros, una cifra que se incrementa en aquellos edificios con menos plantas y menos vecinos con cantidades entre 5.409 y 4.457 euros, respectivamente. Entre los hogares de edificios más antiguos que conllevan obras de más calado serían 3.156 euros por hogar y en los que tienen viviendas de menor tamaño 2.416 euros. Aquí hay que destacar que el 55% de los asturianos está de acuerdo en que un edificio accesible revaloriza sus inmuebles, pero el 66% ve poco o nada probable realizar las mejoras de accesibilidad que se necesitan en su edificio. Los principales motivos de esta negativa es la falta de acuerdo entre vecinos, que se dan en el 47 % de los casos, y también muy importante los motivos económicos que son el 55%. Son las principales razones expuestas en este estudio que hemos realizado. Sobre todo cuando las inversiones por hogar superan los 2.000 euros retrae mucho a los vecinos a la hora de acometer este tipo de obras.
—¿Qué tipos de ayudas económicas hay para la realización de obras de accesibilidad en edificios o en los propios hogares?
—Existen subvenciones que normalmente se renuevan año a año, tanto a nivel de Ayuntamientos como del Principado de Asturias, del Ministerio o incluso de la Comunidad Europea. Pero no solo hay este tipo de ayudas públicas, tal y como te comentaba antes, nosotros a través del programa Sin barreras lo que hacemos es facilitar financiación a coste cero para que los edificios puedan realizar obras de instalación de ascensor. Damos ayudas hasta un máximo de 100.000 euros para realizar este tipo de obras, a cinco años, con un interés de 4,5 por ciento que asume íntegramente la Fundación Mutua de Propietarios, dotando así la comunidad de propietarios de un interés a coste cero para que puedan desarrollar estas estas obras de accesibilidad en los edificios. En Asturias ya tenemos muchos edificios que han desarrollado estas obras y estas ayudas de la Fundación siguen abiertas. Es más, podemos adelantar en primicia que se van a renovar de cara al año 2024 y animamos a todas aquellas comunidades de vecinos que tengan pensado realizar obras de accesibilidad que contacten con nosotros directamente porque entendemos que podemos ayudarles a desarrollar estas obras que suelen ser de un importe económico importante.
«El problema de las viviendas no accesibles es que suelen ser de personas con bajos recursos económicos»
—¿Qué requisitos han de cumplirse para acceder a vuestras ayudas?
—Para dar las ayudas tenemos en consideración que al menos un 40 % de los vecinos del edificio tenga más de 65 años o que en ese edificio haya una persona con movilidad reducida y que al menos el 20 % de los vecinos tengan 65 años o más. Lo que ocurre es que en Asturias, por suerte o por desgracia, tenemos una población envejecida y nos encontramos con muchos edificios que cumplen con estos requisitos. Por tanto, hemos realizado ya diversos programas de ayudas y entendemos y creemos que podremos seguir dotando de estas ayudas a los edificios asturianos.
—¿Qué requisitos debe cumplir una vivienda para asegurar que cumplen con las necesidades específicas de las personas con movilidad reducida?
—La vivienda tiene que estar dotada de los medios materiales idóneos para que una persona con movilidad reducida o en silla de ruedas pueda desplazarse por las distintas estancias. Son principalmente la zona de aseo, dormitorio, cocina y la puerta de entrada las que deben adecuarse para que estos individuos no se sientan presos en su propia casa. El problema de las viviendas no accesibles es que suelen ser de personas con bajos recursos económicos, por lo que se evidencia la necesidad de que las administraciones e instituciones contribuyan a hacer posible que se lleven a cabo actuaciones para la eliminación de barreras arquitectónicas. Hacemos un llamamiento a todas las administraciones públicas para que se centren no solo en los edificios sino también en las viviendas de los vecinos para que ellos puedan adecuar las mismas a su realidad.
«E l 73 % de las personas con movilidad reducida necesitan ayuda de terceras personas cuando no disponen de ascensores para salir de su propia casa»
—¿Cómo han de ser las estancias para que una persona pueda envejecer en su casa sin ningún tipo de problema?
—La adecuación de la vivienda es por ejemplo que todas las puertas de acceso a cada una de las estancias tengan un ancho suficiente para que pueda acceder una silla de ruedas. Tanto la altura como los mandos de acceso de baños como a las duchas también tienen que estar adecuados, al igual que el mobiliario electrodoméstico de una cocina. Las estancias de descanso también tienen que estar adecuadas directamente a este tipo de personas
—¿Cree que las normativas de construcción deberían incorporar más obligaciones en materia de accesibilidad?
—En los últimos años, todo lo que es la normativa en cuanto a accesibilidad se ha trabajado mucho y los edificios modernos ya son prácticamente accesibles de forma universal. El problema que tenemos en Asturias es que tenemos un parque inmobiliario de edificios muy antiguo, la inmensa mayoría fueron construidos entre los años 50 y los 80 aproximadamente y, por tanto, evidentemente muchos de esos edificios no disponen de accesibilidad al portal ni por supuesto de ascensor. Ahí es donde está el grueso del problema. Hay que tener en cuenta también que la mayoría de los individuos con movilidad reducida son personas mayores y en ocasiones el hogar para ellos se convierte en una cárcel. Al tener dificultades para entrar y salir se encuentran prisioneras en su propia casa por esa falta de accesibilidad. Nuestro informe desvela que el 73% de las personas con movilidad reducida necesitan ayuda de terceras personas cuando no disponen de ascensores para salir de su propia casa.
—La solución radicaría por tanto en una mayor implicación por parte de las administraciones. Aunque también es importante que la gente conozca las ayudas que existen al respecto.
—Sí, estoy completamente de acuerdo contigo. Evidentemente aquí tiene que haber muchos actores. Los primeros tenemos que ser nosotros mismos y darnos cuenta que evidentemente el desembolso económico que supone por ejemplo, la instalación de un ascensor, de una rampa o la ampliación de las puertas de acceso a un portal es importante. Pero no es un desembolso sino una inversión porque realmente un edificio accesible se revaloriza de cara a una venta o a un alquiler de ese inmueble. Además deberíamos de darnos cuenta que para adecuar tanto los edificios como las viviendas para personas con movilidad reducida necesitamos también la colaboración, que ya la hay pero que tiene que ser mucho más ambiciosa, de todas las administraciones, tanto local como autonómica, como a nivel de Ministerio o de la Unión Europea porque en muchos casos son desembolsos muy importantes y que lo tengan que hacer los vecinos de un edificio, pues evidentemente en ocasiones es muy complicado.
Hay que tener en cuenta también que la pirámide poblacional asturiana se está invirtiendo de forma acelerada y de aquí a pocos años pues habrá muchísimas más personas de más de 65 años, con lo cual habrá más personas que por la edad necesiten utilizar rampas, elevadores, ascensores y demás. Por eso, al final es una inversión porque con el paso del tiempo todos vamos utilizar este tipo de servicios ya no solo por posibles contingencias personales, accidentes o enfermedades sino por el puro paso del tiempo. Con el paso de los años evidentemente nuestras capacidades funcionales van disminuyendo.
—La concienciación social imagino que juegue un papel importante en este sentido
—Sí. Nosotros hemos puesto en marcha ahora una experiencia virtual para que las personas puedan vivir en primera persona las dificultades a las que se enfrentan las personas de movilidad reducida desde el momento que intentan acceder al portal de su edificio hasta que entran a su vivienda. Lo pusimos en marcha hace unas semanas y entendemos que es una idea que puede servir para sensibilizar a los individuos, para que se den cuenta de lo que sufre una persona con movilidad reducida para acceder única y exclusivamente todos los días a su propia vivienda.
—Algún otro aspecto que quiera resaltar
—Si me lo permites, quería hacer un llamamiento. Nosotros somos una asociación sin ánimo de lucro, pero tenemos la posibilidad de que instituciones y personas físicas o jurídicas si lo desean puedan hacerse socios para así ayudarnos a que la accesibilidad sea universal. Apelamos sobre todo aquellos actores que tienen mucho que ver con lo que es el mundo de la construcción como pueden ser colegios profesionales de arquitectos, aparejadores, administradores de fincas o incluso comunidades de propietarios. Si las personas físicas también quieren aportar su granito de arena, evidentemente, estaríamos encantado. En los seis años que lleva de vida la Fundación hemos colaborado en la mejora de la calidad de vida de 457 personas con movilidad reducida de forma directa en sus inmuebles y de 3.500 vecinos en sus edificios, concediendo, a día de hoy, 1.163.670 euros en ayudas. Asimismo estás ayudas han facilitado la realización de 5,5 millones de euros a la obras de accesibilidad y se han favorecido 1.398 viviendas.
Por otro lado, agradecer a La Voz de Asturias que haya reparado en el estudio que hemos realizado a través de la Fundación Mutua de Propietarios porque sirve también para dar eco de toda esta problemática que sufren las personas con movilidad reducida. Además este eco hace que la Fundación Mutua de Propietarios sea más conocida a nivel del Principado de Asturias y por tanto agradecemos enormemente la oportunidad que nos has dado.