La izquierda de Sumar juega su baza mientras Podemos expulsa a su diputada en Asturias

Es un tiempo de repliegue en Podemos. Los morados, con una representación muy menguada en las instituciones se preparan para afrontar las primeras elecciones en el horizontes, las europeas, en solitario, exhibiendo además de forma explícita su distancia con formaciones como Sumar (en el Congreso se han ido al grupo mixto). La formación tiene además procesos de renovación pendientes en varias comunidades va a iniciarlos de forma inmediata, También en Asturias con el añadido que se disponen a expulsar a su única diputada, Covadonga Tomé, con lo que se quedarían fuera del parlamento autonómico. Y mientras tanto, Convocatoria por Asturias (la marca con la que se identifican IU y también Sumar en el Principado) juegan sus bazas para trata de atraer a Tomé.

La comisión estatal de garantías democráticas de Podemos notificó a Tomé la víspera de Nochebuena la propuesta de expulsión definitiva. Una sanción extendida a varios de sus más cercanos colaboradores -a Laura Tomé, a Xune Elipe y Jorge Fernández- (y además una propuesta de suspensión de militancia por 9 meses a casi una veintena de personas). Tomé tiene 15 días hábiles para alegar contra la expulsión pero, a la par, se ha iniciado el proceso de primarias para elegir la nueva dirección del partido en Asturias. «No es coincidencia, es una estrategia», aseguró la diputada quien descartó totalmente además que vaya a renunciar a su escaño. «Esta acta de diputada no es mía, es de las personas que respaldaron con sus votos la candidatura que yo encabezaba, es a ellos a quien pertenece».

Tomé indicó además que, al quedar fuera de juego de las primarias por esta propuesta de expulsión, no podrá concurrir al proceso de elección de la nueva cúpula de Podemos en Asturias, si bien se mostró dispuesta a respaldar a una candidatura alternativa a la de la dirección. «Es probable que haya más gente, que tendrá que reunir las ganas y el entusiasmo para una candidatura. Tendrían nuestro apoyo».

La crisis de Podemos Asturies estalló en el último año de la pasada legislatura, primero con el proceso para elegir la Secretaría General. En esas primarias, a cara de perro y con acusaciones cruzadas de fraude, se enfrentaron el anterior secretario, Daniel Ripa, y la diputada en el Congreso, Sofía Castañón, que se impuso por un estrecho margen. Lejos de rebajarse la tensión fue en aumento hasta estallar en las primarias para la lista autonómica donde ganó, con cierta holgura, Covadonga Tomé, más cercana a Ripa. Desde entonces los enfrentamientos fueron constantes y crecientes hasta la ruptura actual con una brevísima tregua para los comicios autonómicos y generales.

El resultado de las elecciones en Asturias dejó mermadas las fuerzas de Podemos, con un único escaño, el de Tomé, pero que, en todo caso resulta clave porque un asiento es el que separa a la coalición de gobierno de la mayoría absoluta. En esta legislatura el Ejecutivo asturiano se ha formado con un acuerdo que agrupa a PSOE y a Convocatoria por Asturias (en la que concurrieron IU, Más Asturies e Izquierda Asturiana).

En proceso de investidura todavía hubo roces importantes entre los partidos de la coalición y Tomé, pero no ha sido así para la negociación presupuestaria y de hecho, de forma reiterada, la diputada ha defendido su actuación de acuerdos en el «gobierno de progreso». Un cambio de actitud que atribuye a que «tuvieron la oportunidad de ver que realmente estábamos aquí para trabajar con unas propuestas de programa y demostramos seriedad».

En ese contexto en el que, en un artículo publicado por La Voz de Asturias el pasado 15 de diciembre, el secretario de Estrategia, Política de Alianzas y Relaciones con los Medios de IU, Alejandro Suárez, proponía a los grupos a la izquierda del PSOE reunirse en la marca de Convocatoria por Asturias y en concreto a Tomé extender el entendimiento del presupuesto a un acuerdo de legislatura. «Ese pacto de legislatura transformaría la arquitectura de toda la izquierda asturiana. En primer lugar porque recompondría todo el espacio parlamentario de la izquierda transformadora que pasaría a relacionarse y crecer en el seno del paradigma del acuerdo político. La posibilidad de pacto a tres, o a dos si el PSOE no lo considera, se alumbró cuando la diputada de izquierdas del grupo mixto justificó su voto afirmativo a los presupuestos 2024 en razones principalmente referidas a la orientación política general de un gobierno de izquierdas»; indicó Suárez.

¿Cómo lo valora Tomé? «Es importante en este caso ir reposando la información y dándole un poco de tiempo al tiempo», señaló la diputada que, en todo caso apuntó que Sumar en Asturias todavía tiene poca trayectoria, que más partidos progresistas en la comunidad y que «se trata de que nos sentemos hablar y decidamos entre todas. Me veo en todas las conversaciones que sean necesarias para fortalecer ese espacio».

Respecto a la estrategia de Podemos estatal de pasar el grupo mixto en el Congreso de los Diputados, la asturiana lamentó que la dirección no hubiera consultado a los militantes cuando sí habían respaldo con su voto concurrir juntos a las elecciones. «En defendimos que Podemos formarse parte de Sumar, también defendimos que lo hiciera con la representatividad que debía tener en función del capital político y humano que aportaba. Y hubo momentos en que no se le dio buen trato. Creo que se han dado cuestiones personales y de egos en los que yo difícilmente podría entrar, pero en todos caso no es una buena opción para tratar de construir ni de afianzar el espacio de la izquierda».