La Voz de Asturias

María Díaz Fidalgo, una alcaldesa con labores de funcionaria: «Estoy haciendo de todo»

Asturias

Manuel Noval Moro

La regidora de Yernes y Tameza se encarga de abrir el ayuntamiento y de otras muchas funciones al quedar desierta una plaza de auxiliar administrativo.  «Hay que ayudar a los vecinos en todo, estar a las duras y a las maduras y asumir la responsabilidad de lo que sea», sostiene

04 Dec 2023. Actualizado a las 20:25 h.

La alcaldesa del municipio más pequeño de Asturias, Yernes y Tameza, tiene claro cuál es su función: solucionar problemas y atender a sus vecinos. Cabría pensar que ese es el cometido de cualquier alcalde, pero en su caso hay una razón más poderosa para afirmarlo: ella lo hace, muchas veces, sin intermediarios. Es la que atiende directamente a la gente y se encarga, a falta de personal de apoyo, de resolver los asuntos que le planteen.

Buen ejemplo de ello es el bando que acaba de hacer público, y que ha transmitido en su cuenta de X (antes, twitter), donde informa de que una plaza de auxiliar administrativo que había convocado el municipio ha quedado desierta y que, mientras reabren la convocatoria y encuentran a otra persona, será ella la que abra las puertas del ayuntamiento para atender a sus vecinos.

En el ayuntamiento hay una secretaria-interventora interina, que actualmente está de vacaciones, y una auxiliar administrativa con plaza fija que está de baja, aunque a punto de incorporarse. Entonces, es María Díaz la que atiende a la gente. Abre el ayuntamiento por la mañana y se queda allí todo el tiempo que haga falta. Eso sí, les pide a los vecinos que llamen antes, porque no siempre puede estar en el consistorio.

«Estoy haciendo de todo; lo que toca». En el ayuntamiento hay, por ejemplo, una limpiadora, y cuando está de vacaciones también se encarga de su trabajo la alcaldesa: «Tienes que barrer de vez en cuando o pasar la fregona». Y si, de los dos operarios que tiene, uno está de vacaciones, también ayuda al que queda, en trabajos como desplazar al trabajdor al lugar donde se necesita hacer obra o acercar los contenedores de basura a donde se necesite. «Hay que ayudar a los vecinos en todo, estar a las duras y a las maduras y asumir la responsabilidad de lo que sea», sostiene.

Más que política, lo suyo es casi siempre gestión. «Hay que buscar soluciones a los problemas que haya y evitar que haya más», como ocurre con los problemas del abastecimiento de agua, los argayos o el mantenimiento en buen estado de los cinco pueblos que integran el municipio. Es consciente de que «hay que estar ahí a la hora que sea; entiendo que una alcaldesa no tiene horario ni días, no sabes en qué momento te pueden necesitar».

La contratación de personal se hace, casi siempre, aprovechando subvenciones del Principado. Para la plaza de auxiliar administrativo se hace un contrato de prácticas con una remuneración nada desdeñable, y con unas condiciones que pueden ser ventajosas para la persona que se decida a acudir, ya que la propia alcaldesa se encarga de gestionar una vivienda en alquiler a un precio asequible: «Nosotros, si llega el caso, hablamos con VIPASA, que tiene dos viviendas aquí, para intentar solucionar el problema de la vivienda». A pesar de todo, a las pruebas se presenta muy poca gente. A la última convocatoria se apuntaron solo dos personas y una no se presentó al examen. No obstante, sí están funcionando los planes de empleo. Hoy mismo se incorporarán tres operarios de obras: dos estarán un año y una tercera, diez meses.

La intención es sacar la convocatoria próximamente, con la idea de que la persona que consiga la plaza se incorpore hacia el mes de enero. María Díaz espera encontrar a alguien para cubrir la plaza, si bien es consciente de que no es fácil. Porque ya ocurrió en 2021. Ese año, hicieron la convocatoria cuatro veces y ninguna de ellas consiguieron que alguien consiguiera la plaza. «Llegó un momento en el que ya me daba vergüenza sacar la plaza».

La regidora defiende que es un buen puesto de trabajo y que su concejo está en un lugar muy accesible. «En 50 minutos llegas a Oviedo, en 20 minutos a Grado y otro tanto a Teverga; aunque las comunicaciones por carretera no sean las mejores, es todo querer y plantearse las cosas», asegura. Ella misma hace un viaje de una hora casi a diario para llegar al pueblo. Reside entre Castrillón y Yernes y Tameza. Pero no tiene ningún problema en desplazarse, y siempre está dispuesta a arrimar el hombro. Porque tiene claro que eso es lo que la ha llevado a gobernar el municipio: «No tengo horario ni para entrar ni para salir. Hay que acostumbrarse a lo que sea».


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