El calvario de un residente en Oviedo con dolor crónico en el tórax: «Voy a urgencias como el que va a por el pan»
Asturias
Fernando Troiano, de 45 años, denuncia «insufribles» trámites burocráticos tras operarse dos veces en Madrid y mudarse a Asturias: «No puedo dormir ni caminar»
14 Nov 2023. Actualizado a las 05:00 h.
«Voy a urgencias como el que va a comprar el pan». De esta forma resume Fernando Troiano, de 45 años, el calvario que padece desde que se operó en 2021 de un afección de la pared torácica denominada «pectus excavatum», una malformación en los huesos del tórax con la que lleva conviviendo toda su vida. El venezolano afincado en Oviedo denuncia los «insufribles» trámites burocráticos a los que tanto él como su familia se llevan enfrentando durante meses, después de que se mudara a Asturias por motivos personales. «En Madrid me dicen que ahora vivo en Asturias y en Asturias que me operé en Madrid. Mientras tanto estoy con unos dolores que no me permiten dormir ni caminar», clama.
La historia de Fernando Troiano comienza en julio de 2021, momento en el que se somete a una primera intervención quirúrgica en el Hospital Universitario General de Villalba, en Madrid. Una operación programada después de que un año antes empezara a notar pinchazos en el corazón a causa de su enfermedad. En esa primera intervención en el hospital madrileño le colocan «una barra y una especie de chapa» que permite que los huesos no cedan hacia los órganos. Una barra que se rompe en 2022 en «un ataque de tos», por lo que en mayo se somete a una segunda operación con el mismo equipo médico para retirarla y dejarle solo la chapa. Ambas intervenciones fueron satisfactorias.
Meses después, en mayo de 2022, tanto él como su familia deciden mudarse a Asturias por motivos personales. Es entonces cuando pide una cita médica para comentar su caso, realizando los trámites necesarios para pedir un seguimiento posoperario en la comunidad asturiana. «Me remiten al Servicio de Cirugía Torácica del HUCA y me dan cita para noviembre de 2022», comenta. Una cita en la que le recomiendan, según lamenta, seguir con las revisiones en Madrid y no en Asturias: «Pregunté antes de mudarme y me dijeron que no necesitaba ningún tipo de seguimiento especial».
«No puedo dormir ni caminar de los dolores; solo se me calman con fentanilo»
Lamenta Troiano que ya viviendo en Asturias comienza con una fuerte molestia en la parte izquierda baja del pecho, un dolor que por aquel entonces no era crónico. Sin embargo, lo deja pasar hasta enero de este 2023, cuando la intensidad aumenta y se ve obligado a acudir a urgencias del HUCA. Tras un examen médico determinan que el corazón está bien y que se trataría de un dolor mecánico derivado de sus dos intervenciones en el tórax. «Me recomiendan que siga con el tratamiento en Madrid y que pida a una cita a la Unidad del Dolor que nunca llegó», comenta el informático, quien desde el pasado mes de agosto ya tiene «un dolor constante».
Dolor constante en el tórax desde el pasado agosto
«De enero a agosto fui tirando, aunque no fuera calidad de vida. Pero en agosto tengo que parar de trabajar porque no me aguantaba del dolor, no podía respirar», lamenta Troiano, que desde entonces se ha visto en vuelto en correosos trámites entre Asturias y Madrid para recibir una valoración médica: «No quiero que me vuelvan a operar, solo que me digan de dónde viene este dolor». Un proceso, matiza, en el que el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) ha puesto de su parte. «Me autorizaron una revisión en Madrid costeándome los gastos transporte», asegura.
En ese periodo desde agosto acude a varias citas médicas, muchas de ellas a través de urgencias. En un momento dado, el pasado 12 de octubre, su mujer lo lleva en coche hasta Madrid para que lo atiendan de urgencia en el centro hospitalario donde había recibido las operaciones y donde le recomendaban seguir con las revisiones: «En el HUCA no me decían nada, así que tuvimos que hacernos cinco horas de coche con dolores insoportables». «Me dicen que no me van a poder dar otra cita médica porque vivo en Asturias, así que me hacen pruebas, me pinchan fentanilo y me dan el alta», clama Troiano, quien finalmente sí logra la cita por autorización del Sespa.
Tras varias valoraciones médicas, una de ellas a través de un conocido de la sanidad privada, determinan que podría tratarse de un dolor neuropático o bien una pseudoartrosis. Por el momento continuará enfrentándose a trámites entre comunidades para esclarecer finalmente de donde procede el dolor que le impide seguir con su vida. Y además ya prepara una reclamación para el Hospital Universitario General de Villalba debido a lo que considera un error en la gestión de los trámites: «Me tramitaron como una segunda opinión una primera consulta pedida expresamente por el Sespa, por lo que tan solo fui a Madrid a intercambiar opiniones de lo que sabía que me pasaba». «El único sitio donde me atienden es en urgencias y nadie me hace estudios para determinar de donde viene el dolor. Los trámites son un sinvivir, estoy todos los días con llamadas o reclamaciones. No sé qué más hacer», denuncia.