El brutal triple asesinato que conmocionó a Degaña

Pocos crímenes en la historia reciente de Asturias dejaron a la región tan conmocionada como el que tuvo lugar en Degaña hace más de doce años. Un acto brutal, premeditado e irracional que se llevó por delante la vida de tres inocentes.

El 23 de mayo de 2011, en torno a las cinco de la madrugada, el ex minero leonés José Manuel Álvarez, entonces de 42 años, se subió a su coche para recorrer los escasos veinte kilómetros que separan la localidad en la que entonces vivía (Caboalles de Abajo, en León) en dirección a Degaña. Tenía claro a dónde se dirigía. Apenas unas horas antes había dejado allí a sus hijos con su exmujer, Silvia Brugos, tras pasar la tarde juntos.

En la casa de los que durante 13 años fueron sus suegros, Miguel Ángel Brugos e Isabel Rodríguez, vivían los hijos de éstos, Roberto y la propia Silvia, además de los hijos que ella había tenido con José Manuel Álvarez. Silvia y los pequeños, de seis y 10 años entonces, se habían mudado allí tres años antes, escapando del control y los malos tratos de su exmarido, del que llevaba dos años divorciada.

Tan solo un día antes la mujer había resultado elegida concejala en Degaña por el PSOE. Su implicación en política, el inicio de una vida laboral que siempre le había sido negada por su exmarido, el aliento de sus padres y hermano, el amor de sus hijos y el apoyo de su entonces pareja sentimental Jorge Marqués, maestro de profesión, habían sido determinantes para salir del hoyo cavado por años de vejaciones y violencia.

Pero en los planes del ex minero no entraba dejarla seguir con su vida así como así. Una vez llegó a la vivienda pinchó las ruedas de los dos vehículos de la familia, de acuerdo con el relato de la acusación. Probablemente trataba de evitar cualquier posibilidad de huida que no fuera la suya. Posteriormente, según el mismo relato de los hechos, destrozó la puerta de la casa a golpe de maza.

Jorge Marqués fue su primera víctima. Él era natural de Ponferrada, profesor de Educación Física y tutor de sexto de Primaria en el Colegio Público Santa Bárbara, en la localidad leonesa de Matarrosa del Sil. Tenía 33 años. Cuando José Manuel Álvarez llegó a la habitación de su ex mujer empezó a apuñalar al profesor y a la propia Silvia.

Luego asesinó a machetazos a Manuel Ángel y Roberto Brugos, el padre y el hermano de la concejala socialista. Silvia y su madre quedaron malheridas y los hijos de esta fueron testigos del horror perpetrado por su padre.

A las 5.45 horas tuvo lugar la primera de dos llamadas a emergencias. El ex minero, tras su huida, fue localizado en la localidad leonesa de Toreno, donde fue a esconderse apenas dos horas después de acabar con la vida de tres personas que dormían cuando él asaltó su hogar.

Álvarez fue condenado a 89 años de prisión, 40 de condena efectiva que la sala de lo Penal del Tribunal Supremo rebajó posteriormente a 30.