El podcast de la EGB, del asturiano Fernando Álvarez, premiado como el mejor del año en cultura popular
Asturias
«Los ochenta nunca pasaron de moda, y el tema de la nostalgia atrae a un sector de la audiencia», asegura el presentador, que ha entrevistado a figuras como Mayra Gómez Kemp o el Padre Apeles
30 Oct 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Fernando Álvarez, luanquín afincado en Mallorca, se ha llevado una enorme sorpresa al recibir uno de los reconocimientos más prestigiosos de España en el mundo de los podcast. «El podcast de la EGB», una visión amena y rica de de los años ochenta, centrada sobre todo en la televisión y el mundo del espectáculo, recibía el premio al mejor podcast del año en la categoría de cultura popular.
Fue en el marco de las jornadas de podcast JPOD, que este año se celebraban en la localidad valenciana de Gandía, y que son el mayor evento de podcast de España, donde expertos del sector, empresarios y creadores de contenido celebran encuentros, dan charlas y organizan talleres con las últimas novedades. Una vez que terminan, se otorgan los premios a los mejores del año.
Este año, optaban a los premios, divididos en 10 categorías, un total de 168 podcast. Hubo una primera selección de los expertos; a continuación, una votación de oyentes y aficionados y, finalmente, entre los finalistas se eligió a los ganadores. Entre ellos estaba el de Fernando Álvarez, que confiesa que no se lo esperaba. «Fue una sorpresa enorme, me vino caído del cielo», asegura. Y no es una frase hecha, porque, de hecho, el fin de semana en que se celebraron las jornadas tenía que trabajar y se le olvidó. «Me enteré al día siguiente por las redes sociales», confiesa.
Como es lógico, lo recibió con muchísima alegría. «Es un orgullo porque ahora te posiciona, hace que se te conozca; además, has sido premiado por gente experta y eso te da credibilidad en el mercado audiovisual», explica.
El podcast lleva siete años funcionando, y no tiene una periodicidad fija. Lo graba y lo publica cuando tiene tiempo. Aunque Fernando Álvarez había hecho sus pinitos en la radio cuando era un adolescente, en Onda Peña, en su pueblo natal, su vida fue por otros derroteros. Pero nunca abandonó su interés por la comunicación. Con cuarenta años, empezó la carrera de Periodismo (ya tenía las de Magisterio y Filología Hispánica). Y fue en ese momento cuando puso en marcha el podcast, que se llamaba «Punto de partida». Era un título con mucho significado para él. Era el inicio de una andanza en el mundo de la comunicación que acabaría dando sus frutos.
El podcast siempre estuvo centrado en la época de la EGB, en los ochenta fundamentalmente, y en el mundo del espectáculo. Lo concebía como una forma de rodarse en su nueva carrera y, de paso, profundizar en el mundo de la nostalgia, que le encanta. Con el tiempo, se dio cuenta de que el título debía adecuarse más al contenido. Fue entonces cuando lo cambió por «El podcast de la EGB».
Y aunque para él se trata de un hobby, «El podcast de la EGB» tiene una hechura profesional, porque, de lo contrario, no habría sido reconocido con un premio. Fernando Álvarez valora mucho que se haya reconocido «no solo el contenido sino también el trabajo que hay detrás: la producción, el sonido, el guion, los invitados y la idea original.
Se confiesa «fanático de los 80», y sostiene que «la nostalgia vende», como muestran series actuales como «Cuéntame» o «Stranger Things» o la moda y la música con sintetizadores de estilo ochentero que resurge hoy con fuerza. «Los ochenta nunca pasaron de moda, y el tema de la nostalgia atrae a un sector de la audiencia», dice, pero aclara que lo hace porque a él le divierte. Eso es lo importante. «Y si a mi me divierte, también puede divertir a los demás».
Su idea del podcast es huir de la polémica y buscar reportajes y entrevistas «muy sanas». En su programa han estado personas que en su día fueron rutilantes estrellas en los medios, como Ramón Sánchez Ocaña, Mayra Gómez Kemp o Pedro Ruiz o el Padre Apeles. Este último, que fue durante años una gran estrella mediática, ha sido uno de los que más le han sorprendido. También valoró mucho la calidad humana de Mayra Gómez Kemp.
El gran valor de todos, a su juicio, fue la cercanía. «Vemos a las estrellas como dioses y son gente como nosotros, muy normal. No tienen aires de grandeza, son gente muy humilde que se abre en canal. Logras llevarlos donde tu quieres, con elegancia».
Esa es, de hecho, una de las ventajas del podcast. Se puede hablar durante mucho tiempo, con libertad tanto de contenido como de estilos, y eso ayuda a conectar mejor con los entrevistados. «Es más natural, no tienes que estar tan sujeto como en otros medios», sostiene.
Tiene en agenda a otros entrevistables como Luis del Olmo o Alfredo Amestoy, y también estudia incluir algún contenido exclusivo de pago para empezar a tener algún ingreso. Aunque hay muchas entrevistas interesantes, lo cierto es que el programa es mucho más. Aparecen reportajes de todo tipo, desde acontecimientos sucedidos en los ochenta hasta programas de televisión, de cine o incluso de «chuches» y juguetes de aquellos años.
Ahora, su ilusión es «dar el salto a la radio profesional» porque es el campo en el que se mueve «como pez en el agua». Le encantaría hacer algún magazine o, por lo menos, colaborar. En unos pocos años regresará a Asturias y espera encontrar aquí «una oportunidad». Entretanto, seguirá alimentando la nostalgia de la gente de su generación con programas entretenidos y llenos de contenidos interesantes.