Morcín se blinda frente al «saqueo» de animales en el Monsacro: «Se llevan mastines y cabritos pensando que no tienen dueño»

Una práctica tan común en la vida rural que resulta incomprensible para algunos acomodados a las grandes ciudades. El Ayuntamiento de Morcín se ha visto obligado a advertir a los usuarios que suban hasta el Monsacro que «los animales que se encuentran por los montes no están abandonados» por el mero hecho de estar sin atar. Un comunicado del Consistorio en el que se asegura que «cumplen con su cometido y tienen dueños que los atienden».

Después de varias denuncias por parte de algunos ganaderos locales, el Ayuntamiento de Morcín ha tenido que tomar cartas en el asunto. Y es que explica el alcalde, Maximino García, que desde hace algún tiempo reciben quejas por parte de los ganaderos locales por el robo de sus animales. Unos hurtos, incide, que no serían «a mala fe». «Ya van bastantes ocasiones que llaman para decirnos que se han encontrado animales abandonados, que qué hacen en ese caso. Otros, directamente se los llevan a casa o a una protectora. Tenemos que decirles que es normal», señala García.

Esta situación se produciría, sobre todo, con cabritos y mastines cachorro, responsables del cuidado del ganado: «Se los llevan pensando que no tienen dueño». Pero, ¿quién los coge?. «La gente de las ciudades, que no están acostumbrados al campo», responde el regidor morciniego, quien asegura que habrían recibido quejas por esta problemática con siete cabritos y dos mastines. Por esta razón, el ayuntamiento ha tenido que incidir en su cartel de advertencia para que se respete la fauna. «Colabora con el entorno y no te los lleves a casa», señalan en el escrito.

Senderistas con animales sueltos

Otra de las problemáticas en la convivencia radicaría además en la presencia de animales domésticos que suban al monte sin atar junto a sus dueños. Una situación, explica Maximino García, que en ocasiones provoca algún que otro altercado: «Suben con los perros sueltos y cuando ven al rebaño se ponen a correr detrás». Es por ello que, en aras de una buena convivencia, el alcalde de Morcín pide «si ven que se desmadran un poco, solo tienen que atarlos».

Y es que a pesar de que este problema de convivencia podría ser fruto de personas que llegan al Principado de grandes ciudades nacionales, nada más lejos de la realidad. García asegura que también habría personas que viven en ciudades como Oviedo, Gijón o Avilés que son propensos a este tipo de confusiones en el monte. «Tan solo queremos que exista una convivencia buena entre todos. El día que desaparezcan las cabras y las ovejas el monte estará intransitable», remata el regidor morciniego.