400 euros de jubilación tras toda una vida ejerciendo la abogacía
Asturias
Los letrados asturianos piden al Principado una ley que mejore sus condiciones que dejan a muchos de ellos con una pensión «irrisoria»
10 Oct 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Abogados y procuradores asturianos integrantes del llamado movimiento J2 han pedido a los partidos políticos asturianos que salgan en su defensa para evitar que muchos letrados de la región acaben con una pensión «irrisoria», que podría no pasar de los 400 euros, después de décadas de ejercicio de su profesión.
Una de las promotoras de la iniciativa, la abogada Begoña Gutiérrez, explica que hasta entrado este siglo, los letrados no tenían la alternativa de afiliarse a la seguridad Seguridad Social, sino que era obligatorio darse de alta en la mutualidad correspondiente, la de la Abogacía o la de la Procura. Entonces, se les permitió afiliarse a la Seguridad Social, pero para quienes llevaban muchos años ejerciendo, el paso constituía una enorme desventaja porque una vez que entraban en el Régimen Espacial de Trabajadores Autónomos (RETA) perdían todo lo cotizado hasta entonces por la otra vía. Muchos decidieron quedarse como estaban.
A partir de 2005, según la abogada, sus pagos «dejaron de ser de cotización normal para ser un fondo de pensiones». Y se han hecho deducciones para las primas de tal manera que «al llegar la jubilación están viendo que las jubilaciones son de hasta 400 euros al mes. Son cantidades irrisorias». Ella se dio de alta en 1992, y asegura que, en el mejor de los casos, cuando se jubile llegará a cobrar poco más de 500 euros. Y además no es una pensión sino una paga vitalicia que no se corrige conforme al IPC. «Te quedas con esa paga hasta que te mueres», señala. Y tampoco no hay pensiones de viudedad ni orfandad.
Esta es, a su juicio, «una situación desesperada y desesperante, porque ahora se está empezando a jubilar el grueso de la gente, y eso obliga a que haya muchos abogados ya jubilados que sigan trabajando, porque no pueden vivir con esas pensiones».
Varios miembros de J2 se reunieron recientemente con representantes de todos los partidos políticos para promover una Proposición No de Ley (PNL), que finalmente presentarán mañana en el Parlamento regional el PSOE y Convocatoria por Asturies. Esperan que la proposición salga adelante por unanimidad.
En ella, piden que se inste al Gobierno central a que lleve a cabo una modificación legal que permita que los abogados y procuradores que lo deseen se pasen al RETA pero con un sistema «de pasarela», que permita que quienes se hacen autónomos puedan trasladar los fondos al régimen de la Seguridad Social para que se compute y contabilice conforme a lo que tendrían que haber pagado si estuvieran afiliados, «y seguir el régimen normal de todo el mundo, cada uno conforme a lo que le toque según lo cotizado». Comprenden que muchos abogados que han pagado cotizaciones muy altas no quieran cambiar de régimen, pero quieren que se ofrezca la oportunidad de hacerlo a quienes solo pudieron permitirse cotizaciones más bajas.
Hay un estudio comparativo de la diferencia de cotización y de remuneración en uno y otro régimen que demuestra que, al cabo de 31 años cotizados, los mutualistas habrán pagado un 7 por ciento menos de lo que debían pagar a la Seguridad Social y, sin embargo, lo que cobran en su régimen actual supone un 59 por ciento menos de lo que les correspondería por la Seguridad Social. Es una diferencia demasiado grande en su contra.
«Creemos que las pensiones son un derecho fundamental de todos los ciudadanos. No queremos ningún tipo de complementos ni ayudas, sino que el dinero que pagamos y cotizamos se vea convertido en lo que esperábamos, que es una pensión como todo el mundo. A cada uno lo que le corresponda pero dentro de los márgenes de la normalidad», defiende la abogada.
Según asegura, hay muchos abogados que trabajan en grupos pequeños e incluso solos, y no tienen el poder económico de los grandes bufetes. Además, tanto la pandemia como las huelgas recientes en el ámbito de la justicia han afectado mucho a su trabajo. En su momento, entraron en la mutualidad porque era preceptivo, y pagaron los mínimos que se les asignaron. Ahora, solo quieren evitar ser discriminados. No piden más que el resto, pero creen que tampoco es justo recibir mucho menos.