El terremoto del pasado fin de semana no fue una excepción: Asturias sufrió 16 en lo que va de siglo

Asturias tembló el pasado fin de semana a consecuencia del terremoto registrado en el municipio leonés de Villamejil. El seísmo de magnitud 3,6 se apreció en Oviedo, Langreo, Pola de Siero o Tineo, además de en puntos más pegados a la costa como Avilés o Gijón. «Un seísmo de magnitud 4,0 se llega a sentir a 200 kilómetros a la redonda», explica Resurrección Antón, responsable de guardia de la Red Sísmica Nacional. Y es que a pesar de que tanto Asturias como León son zonas de baja actividad sísmica, el terremoto registrado no fue una excepción. Asturias ha sufrido 16 en lo que va de siglo.

El Instituto Geográfico Nacional ya cataloga el seísmo de Villamejil de magnitud 3,6 e intensidad III-IV, con una profundidad de unos cinco kilómetros. Según explica Antón, fue debido a la rotura de una falla que no estaba cartografiada: «En principio no tiene que ver con el cambio climático, simplemente se repiten cada ciertos años». La experta comenta que puede llegar a ser normal que un terremoto de estas característica se sienta como lo hizo en Asturias, sobre todo en los núcleos de población más grandes: «El ciudades con edificios altos como Oviedo, Gijón o Avilés las vibraciones se notan por seísmo que vienen de lejos».

A pesar de que el Principado no es una zona de gran actividad sísmica, sí ha registrado varios terremotos de consideración. El mayor de todos tuvo lugar en Teverga en 1950, siendo de una magnitud de 4,6 e intensidad VI. En lo que va de siglo, el Instituto Geográfico Nacional ha registrado 16 seísmos en el Principado, el último hace tan solo unos meses en Degaña a diez kilómetros de profundidad y de una magnitud de 3,0.

Los mayores terremotos en Asturias: Teverga, Colunga y San Antolín

Con diferencia, el mayor terremoto registrado en Asturias por el Instituto Geográfico Nacional fue el de 1950 en Teverga. Es el único seísmo dado en la región que supera la magnitud 4,0. Desde entonces, hace ya 73 años, en el Principado se han sufrido un total de 32 terremotos, 16 de ellos en el siglo XXI. Por orden cronológico, el último fue el 19 de mayo en Degaña. Le siguen tres el año pasado: dos el 27 de marzo en Illano y uno el 11 de marzo en Caso.

«No podemos descartar que vaya a haber más en un futuro, pero no hay previsiones de que vaya a pasar. Los terremotos se suelen dar de forma cíclica y, aunque son bastante espaciados, cada 30 o 40 años tiene lugar alguno algo más significativo», explica l responsable de guardia de la Red Sísmica Nacional, Resurrección Antón. Cabe destacar que el resto de localidades asturianas donde se han registrado terremotos este siglo han sido Degaña (noviembre de 2021), Cangas del Narcea (octubre de 2020), Gijón (abril de 2019), Degaña (abril de 2018), Caso (julio de 2014), Degaña (octubre de 2013), Vegadeo (julio de 2011), Caso (septiembre de 2010), Caso (agosto de 2010), Vegadeo (febrero de 2008), Cangas del Narcea (noviembre de 2001) y Mieres (febrero de 2001). 

Los mayores seísmos en Asturias del siglo XX fueron el de Teverga en 1950, el de Colunga en 1983 (magnitud 3,9) y el de San Antolín en 1974 (magnitud de 3,7). Además, en los datos del Instituto Geográfico Nacional quedan registros de terremotos en Tineo, Cudillero, Arriondas, Villayón, Somiedo o Taramundi, entre otras localidades.

Las recomendaciones en caso de terremoto

El Instituto Geográfico Nacional ofrece las siguientes recomendaciones en caso de un terremoto. Con carácter previo recomienda contar con un botiquín de primeros auxilios, linternas, agua embotellada, un silbato, una radio y un extintor. Todo ello de cara a estar preparados en caso de un seísmo. Ahora bien, ¿qué hacer mientras está teniendo lugar? Lo primero de todo sería agacharse debajo de un lugar seguro para cubrirse de posibles goles y agarrarse la cabeza.

Mantener la calma se antoja vital, tanto si estás en un interior como un exterior. En el caso de encontrarse en el interior de una edificio la recomendación es alejarse tanto de los muebles como de las ventanas y las lámparas. En el caso de estar en exterior, lo mejor sería mantenerse alejado de los edificios, muros y postes eléctricos. Si por ejemplo estuvieras conduciendo, lo ideal es reducir la marcha hasta estacionar en un lugar seguro con las luces de emergencia y mantenerse en el interior.