Las mejores anécdotas de los guías turísticos asturianos: «¿Cómo que 'Letronas'? Entendimos litronas»

El verano en Asturias ha sido de récord en cuanto a turismo se refiere. Si bien muchos de los visitantes optan por conocer el Principado por su cuenta, muchos otros optan por contratar los servicios de guías turísticos especializados. En Oviedo, Gijón, Avilés o zonas de montaña, varios de los trabajadores recuerdan alguna de las anécdotas que más les han llamado la atención durante la temporada estival. Historias emotivas, graciosas y curiosidades contadas de primera mano. «En general tienen una visión estereotipada de Asturias», asegura Xuan Piedehierro, guía turístico de Asturian Way en Picos de Europa.

Vanessa Castillo es guía de viajes y la directora de la compañía Vantur. Tras años de experencia en el sector, y como trabajadora especializada en las visitas guiadas en Asturias, Castillo recuerda alguna de las anécdotas que más le han sorprendido. Sin poder contener la risa al contarlo, relata que sus visitas guiadas comienzan a diario a las 11.30 horas y las 17.00 horas en el puerto deportivo de Gijón. El punto de encuentro para que ninguno de los clientes se pierda son las «Letronas». Con el paso de los días, explica, se dieron cuenta de que había algunos usuarios que no se presentaban en tiempo y forma, ya que acudían hacia la escultura del árbol de la sidra, situada a varios metros. «Le preguntamos a uno de los clientes que por qué iban allí y no al lugar donde habíamos quedado. Me dice: 'Pero, ¿cómo que Letronas? Entendimos litronas, vimos las botellas y no lo dudamos», recuerda Castillo.

Desde explicar cómo es la forma correcta de tomar la sidra hasta las clásicas advertencias a la hora de pedir un cachopo para una sola persona. «Siempre les decimos que es para compartir y les llama mucho la atención», señala Castillo, quien recuerda un día en Picos de Europa que jamás olvidará. En esa ocasión, la protagonista de la anécdota fue una niña que hasta la fecha nunca había visto una vaca. «Me preguntó que por qué no eran moradas, que no entendía nada», apunta Vanessa Castillo, que tampoco entendía la pregunta hasta que la joven le explicó que lo decía por el envoltorio del chocolate Milka, la única referencia que ella manejaba sobre el animal.

«El cliente me empezó a mandar fotos diciendo que no le funcionaba el calentador de casa»

Pelayo Alonso también es guía turístico. Trabaja en las zonas de Oviedo y Avilés, aunque de forma eventual también frecuenta el área de Gijón. Recuerda que el día anterior a una de las visitas, uno de los clientes le envió un mensaje un tanto extraño en respuesta al recordatorio de la quedada. «Me dijo que no le funcionaba el calentador de la casa rural que tenía alquilada y me empezó a mandar fotos», recuerda entre risas Alonso, quien no supo qué responderle. En otra ocasión, también con un recordatorio de por medio, un cliente le envió un mensaje para decirle que se había equivocado, que él ya había realizado la visita la semana anterior. «Claro que la hizo, pero no leyó el recordatorio hasta una semana más tarde», ríe el guía al recordar el momento. 

A parte de anécdotas graciosas, Alonso comenta que también ha habido momentos que recuerda con especial ilusión. «Nunca se me olvidarán unos chavales de Almería que me preguntaron muchas cosas después del tour sobre la sidra y sitios para comer. Cuando cayó la noche fueron a algunos de los sitios que les recomendé y me empezaron a pasar fotos de ellos bebiendo sidra e, incluso, algún vídeo de ellos escanciando. Me hizo mucha ilusión», comenta un Alonso al que tampoco se le olvidará una anécdota en Avilés: «Después de explicar hasta cuatro veces la fiesta de El Bollo por fin pasamos por delante de un escaparate para ver uno. Sin embargo, uno de los turistas me dijo: 'anda, así que este es el famoso sobao de Avilés'. No me lo podía creer».

En el caso de Xuan Piedehierro, guía en Picos de Europa, comenta que es una de las zonas que más les llama la atención a los turistas. «Recuerdo un día que vino una chica canadiense que quería hacer una ruta de dos días seguidos. Quería empezar en Picos de Europa y terminar la visita en las playa de As Catedrais», señala el guía, quien asegura que prácticamente en cada ruta le preguntan si van a ver osos durante el trayecto.