Casi la mitad de la superficie arrasada por el fuego en lo que va de año en España se quemó en los incendios de Asturias
Asturias
De los 17 grandes incendios registrados en España, nueve siguen siendo los de los concejos asturianos, con Valdés y Allande entre los cinco primeros
04 Sep 2023. Actualizado a las 11:07 h.
Son incendios más grandes, con condiciones climáticas para que sean más feroces y causen más daño, pero al menos en el conjunto de España en los ocho primeros meses del año, hasta agosto, no se quemaron más hectáreas que en el mismo periodo del 2022. De hecho, la diferencia es de hasta un 70% menos que entonces. Sin embargo, las imágenes de Grecia, en la región de Evros, con ese gran incendio forestal que pasa a la historia como el mayor registrado jamás entre los países miembros de la Unión Europea, o las de de Tenerife, entre Arafo y Candelaria, con miles de personas evacuadas, advierten de que la devastación del fuego ha entrado en otro nivel, mucho más imprevisible debido al cambio climático y Que requiere de unas medidas preventivas, de planificación y preservación, que rebajen el riesgo ante incendios de sexta generación.
Hasta la fecha se han registrado en España 17 grandes incendios forestales (GIF), tres veces menos que en 2022. Nueve de esos 17 grandes incendios, que son aquellos que superan las 500 hectáreas de superficie arrasada, en Asturias, al ser los mayores de las oleadas que se sucedieron entre el 29 de marzo y el 9 de abril de este año. Doce días en los que se registraron 278 incendios en 51 concejos asturianos, quemándose más de 32.000 hectáreas.
El más grande fue en Valdés, el tercero mayor del año en España con casi 10.000 hectáreas de terreno quemado, solo por detrás del de Tenerife, donde ardieron algo más de 11.000 hectáreas en una zona extremadamente valiosa para la biodiversidad con 60 especies protegidas afectadas y daños irreparables en el parque natural del Teide, y el de mayo de Pinofranqueado, en Cáceres, con casi la misma superficie afectada y daños también irreparables en varios espacios protegidos, incluso a nivel comunitario, entre Las Hurdes y la Sierra de Gata.
El cuarto gran incendio fue en Allande, donde se quemaron más de 3.700 hectáreas, y entre el resto hasta 17, se cuentan también los de Tineo (1.401 hectáreas quemadas), Parres (1.051), Piloña (844), Llanes (691), Ponga (586) y Belmonte de Miranda (538). Salvo estos dos últimos, que abrieron la temporada como quien dice en España a principios de marzo, el resto, incluidos los de Valdés y Allande, se iniciaron entre el 28 y el 29 de marzo.
Suman casi 19.000 hectáreas quemadas, pero hasta el 9 de abril fueron sucediendo hasta 278 incendios en territorio asturiano, aumentando como nunca el número de personas que estuvieron luchando contra las llamas. Fueron evacuadas 310 personas de sus viviendas y una primera aproximación de las pérdidas las cifraba en 150 millones de euros. Los daños ambientales son irreparables. Y a cada vez más personas les duele que se queme el paraíso natural de Asturias de manera intencionada, siempre en las mismas fechas y con condiciones climáticas concretas que últimamente de repente varían -y ocurre lo que que pasó en marzo y abril-, como se viene repitiendo en la memoria de la Fiscalía de Medio Ambiente al explicar la «dinámica tradicional» de la mayoría de los incendios forestales de Asturias.
La magnitud de la superficie quemada en lo que va de año en Asturias es la peor desde 2017, cuando se quemaron más de 28.000 hectáreas y los asturianos enmudecieron cuando el cielo amaneció teñido de naranja, por las cenizas procedentes de una grave oleada de incendios cuyos efectos se percibieron en las ciudades.
Entre enero y abril de este año, según los datos del Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales (EFFIS), se habían quemado más de 38.000. Esas cifras, teniendo en cuenta que no se han repetido esas grandes oleadas de fuego, suponen que en Asturias se ha quemado al menos el 40% de la superficie afectada por los incendios forestales hasta agosto en toda España, que después de abril padeció grandes incendios como el de Las Hurdes y Tenerife.
Quedan cuatro meses para finalice un año que ha vuelto a romper récords de altas temperaturas y fenómenos meteorólogicos extremos. A mediados de octubre del año 2017, precisamente en un contexto de altas temperaturas y vientos fortísimos derivados del paso de una tormenta postropical por Europa, comenzaba una devastadora ola de incendios en el noroeste de España que en Asturias afectó a 51 concejos. Ese año en Asturias, que también había tenido otra oleada de incendios en primavera, se triplicó además el número de grandes incendios del decenio. Este otoño, como los anteriores, también se prevé que sea más cálido de lo normal y, como siempre durante la temporada de alto riesgo, se debería extremar la precaución.