Barbón, sobre el beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso: «No hay justificación, es un abuso»

Polémica situación la vivida a pie de campo después de que la selección española femenina de fútbol se proclamara campeona del Mundo tras vencer por 1-0 a Inglaterra en Australia. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, agarró de la cabeza a la jugadora madrileña Jennifer Hermoso y la besó en la boca. Un gesto muy criticado que ha desatado la polémica. «No hay justificación posible para un beso no deseado», señalaba el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, en sus redes: «Se pongan como se pongan algunos, es una absoluta falta de respeto y un abuso que ni el momento, ni la euforia, ni la alegría justifica».

Un gol de Olga Carmona daba la victora a España en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. La euforia por lograr el título frente a la selección inglesa era palpable en aficionados, jugadoras y staff técnico. Ya con la estrella de campeonas en el escudo, las jugadoras españolas desfilaron sobre el terreno de juego para recoger sus respectivas medallas de oro en una pasarela en la que se encontraban la reina Letizia; la infanta Sofía; el presidente de la FIFA, Gianni Infantino; y el de la federación española de fútbol, Luis Rubiales.

Fue en ese trayecto cuando Rubiales se fundió en un fuerte abrazo con la jugadora española, agarrándola de la cabeza y acercándole la cara para darle un polémico beso. Una imagen que desató la polémico y que instantes después comentó la propia Hermoso en el vestuario durante un directo en Instagram: «¿Pero qué hago yo? Eh, no me ha gustado».

Iceta también critica el gesto

El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, también ha criticado el gesto de Rubiales. Desde Sídney opinó que el presidente de federación debería dar explicaciones e incluso pedir perdón por el beso durante la entrega de medallas. «Quienes tenemos responsabilidades públicas hemos de ser extremadamente cuidadosos, porque estamos dando un mensaje a la sociedad, y el mensaje es igualdad de derechos, es respeto y por lo tanto evitar cualquier circunstancia que pueda interpretarse en clave de prevalencia, no es el que manda el que fuerza un beso, no puede ser», señaló el ministro.