Nidos de velutina más grandes: el calor adelanta el ciclo biológico de la avispa asiática

Asturias continúa con su particular lucha contra la avispa asiática (Vespa velutina), una lucha que en lo que va de temporada ya ha servido para eliminar cerca de 4.700 nidos de toda la geografía asturiana según la web AvisAp, aunque quienes están involucrados en esta guerra apuntan que seguramente ya serán muchos más los nidos eliminados pero que no todos se registran en esta aplicación informática diseñada para coordinar las actuaciones de control de Vespa velutina.

Es más, el experto Juan Prado estima que en este 2023 se retirará un número de nidos similar al del año pasado, pero pone el acento en que se ha detectado por el tamaño de los nidos que llevan «dos o tres semanas de adelanto».

«Los números por ahora son como los del año pasado, más o menos. Lo que sí se nota por la climatología son dos o tres semanas de adelanto respecto al año pasado, eso sí lo podemos apreciar», explica Juan Prado, que respecto a las cifras señala que «hay que tomar nota de que el año pasado fue un año de record» teniendo en cuenta que en el 2020 se habían eliminado 9.000 nidos; en el 2021 otros 9.000 y el año pasado se cerró con 14.000 nidos eliminados en Asturias. Eso significa que en 2022 hubo casi un 50% más que en los dos años inmediatamente anteriores.«Y en estas fechas creo que vamos camino de repetir los datos del año record», comenta. Como referencia toma los datos del municipio de Villaviciosa, donde ya se han eliminado cerca de 440 nidos en lo que va de temporada.

Sobre el adelanto del ciclo biológico de la velutina, el experto indica que se percibe claramente en el tamaño de los nidos: «lo notamos más hace un mes o un par de meses, se notaba más que los nidos que estábamos quitando eran un poco mayores, que los mismos que el año pasado en esas mismas fechas. Como si vinieran más adelantados», precisa Juan Prado, que añade que «ahora ya se nota menos ese matiz y esa diferencia porque ahora ya empiezan todos los nidos a coger tamaño».

Para Juan Prado serán significativas las cifras que arrojen los trampeos en zonas muy trabajadas, como Villaviciosa, donde el Ayuntamiento entregó 1.200 trampas en las distintas parroquias. «No creo que en un año se note mucho, pero el trampeo de primavera es una cuestión a considerar y vamos a ver si podemos apreciar resultados este año.

El haber entregado tantas trampas, en un año quizá no, pero en dos o tres se debería de notar. De hecho, yo creo que ya se empieza a notar en algunos sitios», comenta el experto en velutina, que pone de relieve el trabajo de la Asociación de Discapacitados Raitana, cuyos integrantes fueron los encargados de preparar esas 1.200 trampas a tiempo para poder trampear en primavera.

«Troyanos» para proteger las colmenas

Desde la Asociación de Apicultores de Asturias apuntan que la percepción es que hay «más o menos la velutina habitual de otras campañas», una población que, si cabe, alrededor de los colmenares suele ser un poco más baja que en otras zonas debido a la utilización de métodos de eliminación de velutinas.

Wenceslao Fernández, portavoz de dicha asociación, explica que la expansión de la velutina se ha convertido en el «primer problema» de os apicultores por «el daño gigantesco que ha hecho a las colmenas» hasta el punto de que a algún apicultor le han matado todas sus colmenas y ha decidido dejar la actividad que la mayoría de los integrantes tienen como hobby con un número de colmenas por debajo de 15.

«La velutina es una plaga y hay gente que ha perdido todas sus colmenas», indica Wenceslao Fernández, que pone de manifiesto lo difícil que está siendo controlar a esta especie invasora.

Los apicultores han ido probando diferentes sistemas para evitar que las velutinas ataquen sus colmenas, unos con mejor resultados que otros. Fernández confiesa que si bien hasta ahora no veían una solución clara para hacer frente a los ataques de las velutinas a las colmenas, «ahora tenemos una esperanza», comenta el mismo, que considera que el método de neutralización remota de nidos de avispa asiática a través de troyanos puede ser una buena opción para salvar las colmenas.

Este método consiste en «cazar» velutinas que están merodeando alrededor de las colmenas e impregnarlas con un insecticida, como puede ser Fipronil, cuyo uso habitual suele ser para proteger a las mascotas. Una vez impregnada la avispa asiática, se suelta y al tardar un tiempo en hacer efecto dicho insecticida, al «troyano» le da tiempo a regresar al nido llevando al mismo el veneno.

«Es un método que funciona y que nos puede dar esperanza a los apicultores para salvar las colmenas», explica el portavoz de la asociación, que comenta que han realizado un vídeo explicativo que se puede visualizar en la plataforma YouTube sobre cómo realizar este método a fin de que pueda ser útil para los apicultores que estén percibiendo la presencia de velutinas en el entorno de sus colmenas.