La Voz de Asturias

Adrián Pumares: las risas que no cesan

Asturias

F. S.
Valla publicitaria del partido Vox para explicitar su oposición a la oficialidad del asturiano en la que se puede ver al presidente del Principado, Adrián Barbón, y al secretario general y portavoz parlamentario de Foro, Adrián Pumares, besándose

21 Jun 2023. Actualizado a las 08:25 h.

Había intriga por la reacción de Adrián Pumares al pacto de su presidenta, Carmen Moriyón con Vox para lograr la alcaldía de Gijón. Había intriga por muchos motivos, primero porque Pumares había sido la víctima principal de la campaña de acoso de Vox la pasada legislatura, con vallas y pegatinas en las que le acusaron de traidor y vendido por su hipotético respaldo a la oficialidad del asturiano.

Había intriga también porque Pumares no se había pronunciado desde que se conociera el acuerdo ya la noche del viernes, tampoco cuando se concretó en la jornada del sábado, ni tampoco el domingo ni el lunes, cuando si fueron dando a conocer distintas renuncias en el seno de la dirección del partido. Y había intriga también porque el propio Pumares deslizó en conversaciones particulares que ofrecería algún gesto, si no una renuncia al escaño sí una dimisión de cargos orgánicos ya que es secretario general del partido.

No hubo nada de eso y en su comparecencia del martes se limitó a señalar que el pacto con quienes le acosaron le producía «incomodidad» pero que entendía que se circunscribía al ámbito municipal de Gijón. Moriyón dijo después que «entendía» esa incomodidad. Y ya está, una piedra en el zapato, un brazo que se queda dormido, una tortícolis.

Las vallas contra Pumares, al igual que las que antes se levantaron contra Barbón equiparándolo a Otegi o Puigdemont, o a el Gran Hermano de la novela '1984' de George Orwell, fueron propagadas por Vox o sus satélites, en Asturias a veces El Club de los Viernes y otras la Plataforma contra la cooficialidad (partícipes de las fuentes de financiación con origen en la Rusia de Putin como CitizenGo).

Este lunes 19 de junio todavía se burlaban en sus redes sociales de Pumares, muertos de la risa ante la falta de reacción del secretario general de Foro diciendo: «¿Como (sic) va a dimitir nuestro querido @adrianpumares? ¿Cómo va a pagar las clases de llingua? ¿De qué iba a vivir?». Las mofas siguen, no cesan, no van a parar.

El martes, el candidato del PP, Diego Canga, azuzaba más la herida por la parálisis de Pumares señalándolo como responsable de que no se cumpliera su hipotética victoria en las elecciones autonómicas y calificándolo como cara visible de una facción de Foro «asturianista radical».

En la magnífica película Léolo, de Jean-Claude Lauzon, el hermano del protagonista sufre el acoso de un macarra callejero en su niñez, que se aprovecha de su enclenque condición. Esto le que le lleva a fortalecerse haciendo ejercicio, sacando bíceps y abdominales, se convierte en todo un hombretón. Pero cuando vuelve a encontrarse al mismo macarra este le parte la nariz de un golpe y se echa a llorar. «Aquel día», dice Léolo, «mi hermano entendió que el miedo no puede esconderse bajo una montaña de músculos».


Comentar