Más de 2.000 euros de indemnización a un vecino de Siero tras tropezar en un bache en un paso de peatones

El Pleno del Consejo Consultivo del Principado de Asturias, en sesión celebrada el día 9 de marzo de 2023, emitió un dictamen en virtud del cual el Ayuntamiento de Siero deberá pagar 2.031 euros a un vecino por las lesiones que este sufrió tras caer en un paso de peatones debido a la existencia de un bache.

Con fecha 13 de julio de 2017, el mencionado vecino presentó en el registro del Ayuntamiento de Siero una reclamación de responsabilidad patrimonial «por los daños sufridos como consecuencia de una caída en la vía pública». En el documento exponía que el día 27 de junio de 2017 sobre las 18 horas, cuando paseaba por una calle de Lugones, introdujo «el pie izquierdo en un agujero existente en el (…) paso de peatones, cayendo al suelo sobre el brazo derecho y de espaldas».

El hombre, de 51 años en el momento del percance, manifiesta que tuvo que ser atendido en un centro hospitalario donde se le diagnostican «policontusiones», y añade que en el momento de presentación de la reclamación se encontraba aún realizando fisioterapia. Considera que «el Ayuntamiento de Siero es responsable del accidente (…) sufrido debido al estado lamentable que presentaba el paso de peatones, señalando que varios días después de la caída se iniciaron obras en la zona».

Con fecha 16 de febrero de 2018, el reclamante presentó un escrito en el que cuantificaba el daño sufrido en seis mil trescientos treinta y cuatro euros, desglosados en los siguientes conceptos: 78 días de incapacidad, 3.500 euros; 2 puntos por «cervicalgia», 1.800 euros, y gastos médicos, 1.034 euros.

Mediante escrito registrado el 23 de febrero de 2018, el Concejal Delegado del Área de Economía, Hacienda, Modernización y Administración Municipal del Ayuntamiento de Siero comunicó al interesado que, «girada visita por personal del Servicio de Obras a la zona (…)», no se observó ningún bache en los pasos de peatones existentes en las inmediaciones del número indicado. Por lo que conminaba al vecino a «aclarar la situación exacta del siniestro, aportando plano o foto con una perspectiva más amplia por si la dirección estuviera mal expresada».

El 18 de junio de 2018 comparecieron, en presencia del representante del reclamante, los testigos propuestos por este. El primero de ellos declaró que pudo ver «cómo cayó en la calle», al tratar de «rodear el coche», aunque «no vio exactamente si metía el pie en el agujero», si bien precisó que el desperfecto «llevaba mucho tiempo ahí». Afirmó que «el accidentado dijo que había caído al meter el pie en el agujero», y aclaró que «en el momento de la caída no llovía y había buena visibilidad».

La segunda testigo manifestó que «vio cómo se caía en la calle, ya que iba caminado detrás de él», y que «no vio si metía el pie en el agujero (…), aunque por el lugar y forma de la caída lo más probable es que ese fuera el motivo». Añadió que «lo levantaron entre varias personas y dijo que había metido el pie en el socavón». Reseñó que «el reclamante bordeó un coche que estaba aparcado encima de la acera delante de un bar, junto al paso de cebra».

El Consejo Consultivo del Principado resalta en su dictamen que «a la vista de los informes médicos que aporta, se constata que el accidentado sufrió ‘policontusiones’, ‘cervicalgia postraumática’ y ‘hombro 10 derecho postraumático’ que precisaron tratamiento con analgésicos y fisioterapia». Por tanto, «la realidad del daño alegado ha quedado acreditada con los informes médicos obrantes en el expediente».

Asimismo, las fotografías incorporadas al expediente «constatan que estamos ante un paso de peatones en el que el asfalto presenta un notorio socavón». En este contexto, «la propuesta de resolución propone la estimación parcial de la reclamación asumiendo las conclusiones alcanzadas en el informe de su compañía aseguradora, a cuyo tenor ‘dicho hueco supone dado su emplazamiento, paso de peatones, un defecto de entidad suficiente para considerarse un elemento de cierta peligrosidad’».

No obstante el consejo matiza que el accidentado, «de haberse conducido con mayor prudencia hubiera librado el percance o aminorado sus consecuencias, debiendo subrayarse que no consta aquí una pluralidad de siniestros» en la zona.

Es por eso que el organismo consultivo «concluye que el reclamante debe ser indemnizado en la cuantía de 2.031,23 euros, sin perjuicio de la actualización que proceda», cantidad que «habrá de ser actualizada a la fecha en que se ponga fin al procedimiento de responsabilidad patrimonial».