La Voz de Asturias

Retraso en la edad del embarazo y peor calidad del semen: la creciente infertilidad de los asturianos

Asturias

Marcos Gutiérrez Asturias
Mano de un bebé

Especialistas en reproducción del Principado consideran que las cuestiones sociales y demográficas están detrás de que cada vez nazcan menos bebés en la región

17 Apr 2023. Actualizado a las 05:00 h.

En su último informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha compilado los resultados de 133 estudios realizados a lo largo de 21 años, desde 1990. En dicho estudio se establece que 1 de cada 6 personas en el mundo sufre infertilidad

La OMS define la infertilidad como una enfermedad del sistema reproductivo que impide conseguir un embarazo tras un año o más de relaciones sin protección.

Cerca de 800.000 personas en España tienen este problema. En este sentido, la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), destaca que se ha producido un considerable incremento en los tratamientos de reproducción asistida. Asturias no es ajena a esta tendencia. Los profesionales apuntan que en los últimos años están creciendo los problemas de fertilidad en las parejas, por diferentes causas. Asimismo, a nivel global y en el Principado también, hay un drástico descenso en la calidad del semen en los varones.

Problemas de fertilidad

El ginecólogo Pedro de la Fuente es el director y fundador de UR CEFIVA, centro de referencia en Asturias. Resalta que «hace unos 35 años» en el Principado «el 10% de las parejas en Asturias tenían problemas de fertilidad». Ahora la cifra está «en torno al 15% e incluso subiendo».

Considera que esto se da «por varias razones». La principal es porque «las mujeres están retrasando la edad a la que tienen el primer hijo». Esto se debe a «causas económicas, familiares, profesionales y de la propia evolución de la sociedad». En esta línea destaca que se ha avanzado en las últimas décadas en ciertas vías que permiten, hasta un punto y bajo determinadas condiciones, «superar los problemas de fertilidad derivados del aumento de la edad a la que las mujeres se plantean tener su primer hijo».

Uno de ellos es la congelación de óvulos. «Sabemos congelar mucho mejor las células vivas y ha avanzado mucho la criobiología», explica. Esto permite disponer de «óvulos que se mantienen durante años para que la mujer acceda a la maternidad manteniendo las expectativas de éxito».

Pedro de la Fuente conmina a las mujeres que acuden a su ginecólogo o centro de referencia a «que pregunten cuál es su reserva ovárica para decidir si ese es el momento de tener un hijo, si pueden esperar unos años o si proceden a vitrificar óvulos».

Resalta que «para que este procedimiento sea eficaz han de tener menos de 35 años». Otra vía para eludir este obstáculo para la maternidad es «recurrir a una donante de óvulos de manera altruista». En este sentido indica que hoy en día no es tan poco habitual «ver mujeres que piden quedarse embarazadas a los cincuenta años». Y es que «biológicamente los seres humanos estamos igual, pero tecnológicamente hemos avanzado tanto que podemos hacer que una mujer de cincuenta años pueda concebir», fundamentalmente a través de la donación.

Bajada de la calidad seminal

«Hijos de los Hombres» de Alfonso Cuarón, una de las cintas de ciencia ficción más brillantes de principios de este siglo, pintaba el colapso global de una humanidad y una sociedad en la que no nacen niños desde hace 18 años. Sin que, ni mucho menos, estemos adentrándonos en una distopía tan desesperanzadora como la que adaptó al cine el director mexicano, lo cierto es que la capacidad de concebir hijos de manera natural se está reduciendo en todo el planeta en los últimos años de manera evidente.

En este panorama tiene mucho que ver la calidad seminal. «Cuando empecé en la especialidad en el 78, siempre que hacíamos un análisis de semen considerábamos como normal la cifra de 40 millones de espermatozoides por mililitro», comenta el director y fundador de UR CEFIVA. Con los años se ha ido «ajustando esa cifra», de tal modo que «ahora se considera normal 15 millones por mililitro».

Es, no cabe duda, una «bajada muy drástica de la calidad seminal». «Lo vemos aquí en Asturias también con personas que acuden a nuestro centro, pero también con donantes», apunta. Entre los factores que explican este fenómeno están la «contaminación ambiental, los pesticidas, el régimen de vida, el tabaco, las drogas…».

De la Fuente no duda en afirmar que «si sigue bajando la cifra va a ser cada vez más difícil el que haya una fertilidad natural». En esta línea dice que «si empezamos con poca selección, al final vamos a tener problemas para fertilizar». «En el laboratorio con tener un espermatozoide me vale, pero de manera natural no», añade. No obstante matiza que «en reproducción humana dentro del factor masculino también se ha avanzado mucho. En el 96 nosotros hicimos la primera fecundación in vitro con un espermatozoide para un óvulo».

«Muchos de los problemas masculinos los superamos de esta manera», resalta. Otro factor que entra en juego para explicar la caída de nacimientos en Asturias es de tipo demográfico. «En la región había 8.000 partos al año cuando empecé como residente. Ahora habrá unos 4.000», comenta.

Componente demográfico

El director y fundador de UR CEFIVA cree que «esto es un tema con un importante componente demográfico». Y es que «se nos están yendo muchos fértiles jóvenes». Como consejos de cara a plantearse tener un hijo, este profesional destaca que «hay una edad más razonable para tener un hijo, que es cuando la mujer está más preparada, entre los 30 y los 40 años», por lo que conmina a «acudir a la edad más favorable» a los especialistas.

También pide a las instituciones velar por «facilitar que se tenga el primer hijo a una edad más temprana». Esto puede lograrse vía «subvenciones o facilitando la conciliación en las empresas». También considera interesante la posibilidad de «primar el segundo hijo» para vencer el desplome demográfico continuo que padece Asturias desde hace décadas.

En esta línea Pedro de la Fuente concluye citando un estudio realizado por Cefiva en 2020, en virtud del cual se establecía que «entre el 20 y el 25%» de los bebés nacidos ese año procedían de parejas que acudieron al centro para solventar problemas de fertilidad o por  mujeres inmigrantes.

«Cada vez más parejas necesitan reproducción asistida»

Alicia Francos, es ginecóloga especialista en Reproducción humana de la clínica Emby. Lleva catorce años dedicándose a la investigación y tratamiento de la esterilidad y a lo largo de su carrera ha trabajado en centros de referencia como el Gregorio Marañón o la clínica Quirón de Barcelona. «Nos damos cuenta de que cada vez más parejas necesitan de la reproducción asistida», afirma.

Esta profesional cita precisamente el estudio de la OMS con el que comenzábamos este reportaje, en el que se alertaba de que «una de cada seis personas en el mundo está afectada por infertilidad», algo que sucede «globalmente en todo el planeta y Asturias no es una excepción».

Pese a que «la OMS dice que no hay causas claras», desde la perspectiva de la ginecóloga especialista en Reproducción humana de la clínica Emby una de las causas fundamentales está en que «las mujeres posponemos la maternidad». Y es que, pese a que «la sociedad ha cambiado, la biología no lo ha hecho».

Explica que «la tasa de fertilidad es alta de veinte a treinta años. De treinta a cuarenta baja bastante y a partir de ahí cada vez es más complejo quedarse embarazada». «Nuestras abuelas y madres se quedaban embarazadas, entre comillas, cuando tocaba biológicamente hablando», apunta.

Asimismo, advierte de que «la calidad seminal cada vez es peor. Incluso la OMS ha bajado sus criterios en este aspecto». «No sabemos si se debe a disruptores endocrinos o qué es lo que lo produce», asevera. Indica que «hay otras causas que no conocemos, pero que están afectando mucho a la fertilidad».

La fantasía de la «eterna juventud»

Alicia Francos considera que hay un problema comunicativo de base, en el sentido de que «a las mujeres no están dando la percepción de que somos eternamente jóvenes».

«Muchas veces vemos por televisión o en revistas a famosas decir ‘me he embarazada con 48 años’, pero lo que pasa es que eso es resultado de una ovodonación, algo que esas mujeres omiten». «Vale que no te vas a embarazar con veinte, pero con cuarenta sabes que tus opciones van a ser más pequeñas», resalta. Para esos casos, explica, «está la vitrificación»

Apunta que, «entre comillas, el mal menor es la vitrificación de óvulos, pero uno se tiene que probar en reproducción». Esta profesional explica que, frente a grandes ciudades como Madrid o Barcelona, «en Asturias el semen no es de mayor calidad». Y es que, en la práctica y también en el Principado, «la mayoría de la población vive en grandes ciudades». Desde su experiencia «la polución no es positiva para la calidad seminal», así como la presencia de «disruptores endocrinos, hormonas en los animales…».

Y es que «para que la OMS haga una revisión de sus criterios de calidad seminal a la baja es que hay un problema». Cree que «no fumar, no beber, obviamente no consumir drogas, que la gente que trabaja en sitios con sustancias químicas que se proteja…» son estrategias que pueden mitigar ligeramente el problema de la calidad de la calidad seminal.

Insiste en que en la Clínica Emby, en los últimos años, tienen «muchísima más gente, porque cada vez hay más problemas reproductivos».


Comentar