Qué dice de Asturias el estudio europeo con el que Ayuso asegura que su sanidad es la mejor

Quizá porque la huelga sanitaria de la capital se mostró como la protesta que más daño había sido capaz de hacerle a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la dirigente difundió ufana en redes sociales (con amplia difusión acrítica de varios medios asentados en la ciudad) que la Unión Europea había declarado la sanidad de Madrid como la mejor de todas las regiones comunitarias.

El problema es que el informe no mide eso sino que se trata de un estudio de competitividad territorial entre cuyos parámetros se cuenta la salud de sus habitantes y además más bien relacionada con el entorno laboral (se miden por ejemplo los accidentes de tráfico). «El eje de salud describe el capital humano en términos de estado de salud y bienestar, con un énfasis particular en los trabajadores. Una buena salud de la población lleva a una mayor participación en el mercado laboral, a una vida laboral más larga, a mayor productividad, y a menos costes sociales y en cuidados de la salud», dicen el informe en ese apartado. Hay publicaciones y verificadores de noticias que han considerado un bulo el posicionamiento de Ayuso.

En ese parámetro, en el de Salud, Madrid obtiene la puntuación más alta, 127. La de Asturias en ese campo es de 110, también la parte alta de la tabla. En realidad en este campo (donde se miden esperanza de vida, accidentes de tráfico, suicidios, o tasa de mortalidad infantil, pero no en concreto la atención sanitaria) los números de las comunidades españolas varían muy poco y son muy similares. En el ránking global de toda la unión, contando las 234 regiones que aparecen en el estudio Madrid está en el puesto 33 y Asturias en el 141. Por detrás de Asturias aparecen comunidades españolas como La Rioja, Galicia, Baleares, Castilla y León, Murcia, Extremadura, Canarias o Castilla La Mancha) y también de otros países como Malta o La Toscana en Italia.

El propósito último de este informe es evaluar si la distancia de desarrollo en el seno de la unión se acrecienta o disminuye entre comunidades, si mejora la cohesión territorial. El índice muestra que Utrecht, Holanda Meridional y la región de Ile-de-France de la capital francesa son las regiones más competitivas de la UE. La diferencia entre el centro de Europa del resto es abismal pero la situación cambia mirando el detalle de los parámetros concretos comunidad a comunidad. 

El ránking concreto se construye con tres bloques: el básico (en el que está a salud, también la educación, la estabilidad económica o de las instituciones y las infraestructuras); uno sobre eficiencia (que se basa en el movimiento económico y el tamaño de sus mercados) y otro de innovación sobre la especialización y grado de tecnología de sus empresas. 

En el bloque Básico Asturias aparece en el mismo grado que Madrid, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares o Castilla la Mancha; el resto de comunidades tienen una puntuación menor. El Principado tiene valores menores en el bloque de eficiencia y el de innovación. En realidad la mayor diferencia de Madrid respecto al resto de autonomías españolas está en el bloque II por la desproporción del tamaño de su mercado respecto al resto de territorios.

Las conclusiones del informe señalan que «las regiones de las capitales son las más competitivas en todos los Estados miembros, excepto en Alemania, Italia y los Países Bajos. La brecha con las demás regiones puede ser significativa, y es especialmente elevada en Francia, Rumanía y Eslovaquia. Los países más competitivos tienden a tener una brecha menor entre su región de la capital y las demás regiones. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de que las políticas e inversiones públicas promuevan la convergencia al alza».