La Voz de Asturias

«Soy tonta, estúpida, tonta y tonta»: la desgarradora carta de una niña de 9 años cuya familia denuncia acoso escolar

Asturias

E. G. Bandera Redaccion

Es alumna de un colegio de Oviedo que ya ha activado el protocolo antibullying tras la reclamación de los progenitores al leer la nota que su hija había ocultado en su caja de recuerdos

09 Mar 2023. Actualizado a las 15:48 h.

«Soy tonta, estúpida, tonta y tonta. Estúpida. En el colegio me decían que era gorda, me decían tonta, estúpida, boba. A veces me pegaban o me rompían cosas. Me llamaban gilipollas y me amenazaban». Es el relato que escribió para sí misma una niña de 9 años que cursa 4º de Primaria de un colegio público de Oviedo en el que, según confirma la Consejería de Educación, ya se ha activado el protocolo de actuación ante situaciones de posible acoso escolar tras la denuncia presentada por la familia. La madre explica que hace un año ya había advertido en el colegio de que su hija sufría acoso por parte de dos compañeros de clase. El pasado viernes las alarmas volvían a saltar en esta familia al advertir una hermana de la niña de que esta había ocultado en su caja de recuerdos una nota que había estado escribiendo. El contenido expresa «su angustia y dolor por lo que le sucedía en clase con dos compañeros».

«La hermana nos alertó de que tenía algo importante. Se la quité, ella no me la quería dar. La cajita tiene clave, conseguí abrirla y me encontré con el papel en el que relataba lo que le estaba pasando», lamenta la madre, que explica que «es lo mismo que le ocurría el año pasado: le rompen las cosas, le dicen que es tonta, cuando contesta mal a una pregunta que le hace la profesora la llaman estúpida…» La madre recuerda que el 28 de enero del año pasado ya había comunicado por escrito a la tutora que tenía entonces su hija que, según le había relatado la niña, «la estaban golpeando e insultando».

No entiende cómo entonces no se activó el protocolo de actuación ante un posible acoso en el colegio. «Este año vuelve a repetirse y, es más, a mi hija la sientan con uno de los niños hasta que escribe esta nota y el pasado lunes los separaron», indica. En la nota la niña escribe que les ha pedido a los niños que paren, «pero no me hacen caso». Incluso que durante una temporada «fui amable y se burlaban de mí, eso me dolía». También escribe que «de vez en cuando me amenazaban» y que «nunca había una profesora cerca y se me olvidaba decirlo entre las clases».

La madre explica que el viernes pasado escribió al centro para comunicar el hallazgo y denunciar «la violencia que estaba sufriendo mi hija». También señala que, según le ha contado su hija, también «se lo hacen a otras niñas». El lunes les llamaron del colegio y les explicaron que lo iban a estudiar. Hay que recordar que, según las instrucciones de aplicación de este protocolo antibullying, «son requisitos asociados al acoso la existencia de un comportamiento intencional que pretenda provocar daño en la otra persona, que esta no sea capaz de defenderse por sí misma y que exista una repetición de la agresión».

En este sentido, las instrucciones señalan que son elementos constitutivos del acoso la repetición -«es una acción que requiere continuidad en el tiempo»-, la intencionalidad -«se expresa en la intención consciente de hacer daño, lo que genera en la víctima la expectativa de ser blanco de futuros ataques»-, el desequilibrio de poder e indefensión -«la víctima no encuentra estrategias para defenderse y sufre aislamiento, estigmatización y pérdida de autoestima»- y la personalización, en referencia a que el objetivo del acoso «suele ser normalmente una única víctima, que termina de esta manera en una situación de indefensión».

No normalizar las conductas violentas en el cole

La madre de la niña reconoce que, tras esa reunión, se sintieron «muy desamparados» al quedarse con la sensación de que «estaban más preocupados por proteger a estos niños que a mi hija», dada la presunción de inocencia hasta que se analice la situación. «Yo ya había escrito a las tutoras y no me habían respondido nada hasta ahora», indica, considerando que ha seguido los pasos pertinentes como progenitora para alertar de lo ocurrido, que está causando una honda preocupación en la familia.

«Hay implícito un tema de machismo: no porque los niños sean machistas en sí, sino porque es una responsabilidad de todos. No sé qué clase de educación les estamos dando porque los insultos son de tipo machista, son alusiones al género, a la apariencia física, eres una estúpida… Tiene un componente de género que me parece muy delicado», considera, advirtiendo también de que las conductas violentas -como pueden ser peleas o insultos puntuales- no deberían ser vistas como situaciones normalizadas en un centro escolar.

También explica que a su hija está tratando de mostrarle las «cosas positivas» de asistir al colegio, «donde tiene a sus amigas y para que esto no tiña su experiencia escolar». Y, desde la familia, insisten en la necesidad de acentuar las campañas contra el acoso escolar, perseverar en que la relación entre escolares sea respetuosa y, sobre todo, «alejar el machismo del comportamiento de los niños en su formación escolar y sociocultural». 


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