El mal trago de una pasajera enferma de cáncer en el vuelo Asturias-Sevilla

El «overbooking» estuvo a punto de suspender el tratamiento de A.M.C. La sevillana de 60 años, que padece un cáncer de huesos muy avanzado, se encontraba de vacaciones en Asturias con una amiga cuando, ya de regreso a casa, estuvo a punto de quedarse en tierra debido a que la compañía aérea Volotea había vendido más plazas de las que disponía el avión. Una situación por la que, según comenta, hubiera tenido que quedarse más días de los programados lejos de su hogar, viéndose obligada a interrumpir el tratamiento al que está sometida. «Me sentí humillada e impotente», denuncia la mujer, quien había traído en su equipaje la medicación justa para los días que tenía programados.

La situación se produjo en el vuelo VOE3831 de Asturias a Sevilla el pasado 6 de marzo. «Yo pagué mi avión y mi situación era conocida por la empresa», explica A.M.C., quien incluso llegó a pedir asistencia para poder acceder al avión días antes. Ya en el aeropuerto de Asturias de regreso a casa, desarrolla la afectada, se encuentra con la siguiente situación: la compañía informa de que no hay posibilidad de embarcar. Los nervios por llegar a verse sin su medicación comienzan a florecer y la mujer realiza una llamada a su hijo para explicarle la situación. «Es una situación estresante que no le deseo a nadie», lamenta la sevillana.

Un problema urgente media hora antes del despegue

Es precisamente su hijo el que le recomienda en ese momento, tras poner la problemática en manos de la organización de consumidores Facua, poner una reclamación. Según explica, esta protesta se llevó a cabo de forma verbal y de forma presencial en el mismo aeropuerto de Asturias. Ante la no contestación por parte de la Volotea, según comenta el hijo de la mujer afectada, desde Facua proceden a publicar la situación en redes sociales. «No sabemos por qué, pero justo después nos dan una solución», añade.

Toda esta problemática ocurrió, según los afectados, media hora antes de que el avión despegara desde la pista situada en Ranón, con la celeridad y nervios que ese escaso tiempo conlleva. Instantes en los que también proceden a interponer una reclamación formal. «No puedo comprender cómo prácticas absolutamente inmorales puedan permitirse. Hasta el último momento nos vimos obligados a permanecer en el aeropuerto sin saber si podríamos embarcar», clama A.M.C.

«Es una situación estresante que no le deseo a nadie»

«El miedo que mi madre tenía en todo momento era quedarse sin su medicación», confiesa el hijo de la sevillana damnificada, incidiendo en que su madre está sometida a un tratamiento exhaustivo, el cual «tiene prohibidísimo saltárselo». En este sentido, reconoce que aunque el de su madre es un problema grave, también hay más personas que tendrán otros de igual o mayor gravedad, denunciando así la práctica del «overbooking»: «Es inmoral y siguen haciéndolo de forma continua, tanto esta como otras compañías aéreas». Finalmente la mujer pudo entrar en el avión y llegar a tiempo a Sevilla para seguir tomando su tratamiento.