Por qué el paro se está cebando con los jóvenes en Asturias

La tasa de paro de los menores de 25 años en el Principado se situó en el cuarto trimestre de 2022 en el 47,53%, la más alta entre las comunidades autónomas, frente al 10,43% del cierre de 2021, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En concreto, la cifra de parados menores de 25 años ha aumentado en la comunidad en el último año de 1.800 a 11.700.

En el conjunto del país, el paro juvenil creció durante 2022 en 15.900 personas, de forma que el total de parados de entre 16 y 24 años se situó en 464.100 personas, la menor cifra desde el cierre de 2019. Con ello, la tasa de paro juvenil se situó en el 29,26 %, casi un punto y medio menos que a cierre de 2021.

Por regiones, Cataluña (19,68 %), Aragón (20,53 %) y País Vasco (20,88 %) fueron las que registraron una menor tasa de paro juvenil, mientras que aquellas con una tasa más elevada fueron Melilla (54,3 %), Ceuta (48,94 %) y Asturias (47,53 %). Pero, ¿cuál es la causa por la que el desempleo en la región se ha incrementado de un modo tan brutal con los jóvenes? La coyuntura internacional, la falta de políticas activas de empleo orientadas a menores de 25 años y la erosión del tejido industrial regional (sin que haya sectores de valor añadido que tomen el relevo) son algunas de las causas de esta situación, a juicio de los representantes sindicales.

Severino Menéndez, responsable de empleo de CCOO en Asturias, «la tasa de paro juvenil es dramática y refleja la gravedad del problema de fondo, que es la incapacidad del mercado laboral de crear empleo». En general, considera que hablamos de unos «datos realmente malos» y se refiere a la «cronificación» de una situación en la que Asturias va a contracorriente del conjunto del país.

Menéndez observa con «máxima preocupación» los datos y reclama «un plan de choque para jóvenes, mujeres y mayores de 45» en la región. El paro juvenil, a su juicio, agrava el ya de por sí dramático «problema de demografía que tiene Asturias». Los jóvenes «para vivir en Asturias tienen que trabajar» y, desde la perspectiva del responsable de empleo de CCOO en la región, las «medidas activas de empleo no están llegando».

El hecho de que Asturias esté en cabeza en cuanto a desempleo juvenil se asienta sobre la base de que el Principado, «desgraciadamente, tiene un mercado laboral que difiere del estatal, en el sentido de que, cuando hay crecimiento económico y se genera empleo, Asturias crece menos y cuando llegan momentos que se destruye empleo, Asturias lo hace a más velocidad». Es algo «fruto de las propias características del mercado de trabajo», con una «Industria sufriendo continuas reconversiones y otros sectores que no toman el relevo».

Pide encarecidamente diseñar «un plan de choque que facilite por todos medios la contratación a personas jóvenes en Asturias. Si no hacemos eso la emancipación de una buena parte de nuestra población no se llevará a cabo». También cree necesario «actuar sobre el precio de la vivienda y sobre la precariedad del mercado laboral».

Javier Fernández Lanero, secretario general de UGT en Asturias, resalta que «es cierto es que hay una tendencia negativa que hace necesario cuanto antes un plan de empleo juvenil», así como «políticas activas de empleo, porque la gente se marcha de Asturias en busca de empleo y de calidad».

Mar Celemín, secretaria de Política Sindical de UGT Asturias, lamenta que el «empleo entre los jóvenes no avanza», tras haber registrado en la última EPA un «significativo repunte». Cree que, detrás de ese dato, puede situarse el hecho de encontrarnos en un «contexto internacional de crisis económica», el cual considera que hace más necesario que nunca apostar por la «reivindicación de unos salarios dignos».

Por su parte, la portavoz de IU en la Junta General, Ángela Vallina, cree que los datos que arroja la Encuesta de Población Activa en el Principado son «malísimos», con un repunte «salvaje» de personas sin empleo en Asturias, lo que exige «medidas de choque» y «rápidas» para la población en general «y para la juventud en particular».

«Nuestros jóvenes se van, a pesar de estar bien formados, por la falta de oportunidades. Y lo dice alguien que sabe perfectamente de qué habla», apunta. Considera que «si de verdad queremos poner fin al declive demográfico para evitar bajar del millón de habitantes, es imprescindible poner en marcha medidas que sirvan para mejorar el mercado laboral», con especial atención a este colectivo, «porque no puede ser que sigamos siendo un territorio de éxodo por la falta de oportunidades, que es lo que está viviendo nuestra juventud desde hace ya más años de la cuenta».