El Real Oviedo, Lunin, y la llamada que cambió la vida del joven Kirill Romanchenko
Asturias
El jugador ucraniano, de 15 años, se mudó junto a su familia a la capital asturiana tras huir de la guerra
24 Jan 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Con tan solo 14 años, Kirill Romanchenko se vio obligado a huir de su país de origen. Kirill vivía en Járkov, una ciudad ucraniana situada cerca de la frontera con Rusia, junto con su madre y su abuela. Tras el comienzo de la guerra el pasado mes marzo, Kirill y su familia se trasladaron hasta Oviedo, donde pudieron comenzar una nueva vida gracias a la Fundación Real Oviedo y a la llamada del portero del Real Madrid, Andriy Lunin, que cambiaría su vida para siempre.
Durante una semana, tras el comienzo de la guerra, la familia Romanchenko tuvo que refugiarse en un sótano de los ataques y los aviones que sobrevolaban la ciudad de Járkov. Cuando estos cesaron, sin pensarlo, metieron sus pertenencias en su coche, recogieron a su gata y comenzaron un viaje de más de 4.000 kilómetros con rumbo a España. La familia, según explica el periódico El País, tardó más de cuatro días en atravesar Ucrania de un lado a otro, debido al colapso que había en las carreteras en los primeros días de guerra, momento en que los ciudadanos ucranianos intentaban huir del país. Tras cruzar la frontera oeste, y ya en territorio de la Unión Europea, consiguieron atravesar Polonia, Alemania y Francia, para llegar finalmente hasta España.
Su primer destino era Valencia, pero una llamada de Andriy Lunin, portero del Real Madrid y jugador del Real Oviedo en la temporada 2019/2020, cambiaría el rumbo de la familia Romanchenko. Andriy Lunin había jugado anteriormente en el Metalist Járkov, equipo en el que también jugaba Kirill en Ucrania. El portero recibió una llamada del equipo ovetense avisándole que la Fundación Real Oviedo había puesto a disposición varios alojamientos en su residencia de jugadores para acoger a aquellos ucranianos que lo necesitasen, sobre todo a familias que huyese del país acompañadas de menores. El portero madridista no dudó en contactar a la familia del joven Kirill.
Cuando llegó a la capital del Principado, Kirill comenzó a formar parte del equipo Cadete A del Real Oviedo, donde sus compañeros y su entrenador, Marcos Martínez, le acogieron con ganas y entusiasmo. Con esfuerzo y dedicación, casi un año después de su llegada a España, Kirill comienza a adaptarse al idioma y a su nuevo equipo, gracias también a la ayuda de sus compañeros que desde el primer momento intentaron ponerse en su lugar y facilitarle la adaptación, comunicándose con el joven ucraniano en inglés. El nuevo guardameta se enfrenta ahora a la liga autonómica acompañado de Pelayo, el otro portero del equipo. Aunque sus partidos no son los únicos que vive con emoción, Kirill no se pierde un partido del primer equipo del Real Oviedo y se ha convertido el mayor aficionado del Carlos Tartiere.
Además del fútbol, Kirill continua la formación educativa regalada en Ucrania a distancia, y está cursando 4º de la ESO, gracias a un programa de Adaptación del centro asturiano IES Pando.
Fundación Real Oviedo
España fue uno de los países que más rápido se movilizó para acoger a los refugiados cuando comenzó la guerra en Ucrania y es uno de los cuatro países europeos con mayor acogida de ucranianos. La Fundación Real Oviedo, entidad que realiza la labor social del club de fútbol, ha contribuido también a que esto sea posible. La fundación acoge en sus instalaciones a un total de tres familias, entre ellas, los Romanchenko. En una ocasión Cesar Martín, exjugador del Oviedo y actual director de la fundación, emprendió un viaje de casi 48 horas en coche hasta la frontera de Ucrania con Polonia para recoger a una de ellas, una aventura a la que se sumó la incertidumbre de no saber si uno de los miembros podría finalmente abandonar el país.
Además, la fundación ha facilitado la incorporación laboral de los acogidos, como fue el caso de Kateryna Romanchenko, madre de Kirill. Kateryna, de 38 años, es licenciada en Psicología y trabajaba como manicurista en su país de origen. Gracias a la fundación ha podido volver a trabajar, esta vez como cocinera en un centro de menores. Trabajo que le permite ahora vivir junto a su madre, Natalia Romanchenko, en el barrio ovetense de Otero en uno de los pisos también pertenecientes a la Fundación Real Oviedo. Mientras tanto, Kirill convive con sus compañeros internacionales en una de las residencias del Programa de Formación del Real Oviedo.
Por ahora la familia Romanchenko permanecerá en la capital asturiana pues, aunque acabe la guerra, Kateryna no tiene claro si regresarán a Ucrania, sabe al menos que no lo harán a la ciudad de Járkov, debido a su proximidad con la frontera rusa. Mientras tanto la familia se adapta poco a poco al Principado, y Kirill sigue sumando experiencias y entrenamientos con sus nuevos compañeros de equipo, junto a los que ha celebrado ya su 15 cumpleaños. Sin olvidar, eso sí, a sus amigos ucranianos con quien puede continuar manteniendo el contacto gracias a las redes sociales.