Las pistas sobre la desaparición de Sandra Bermejo que siguen en el Cabo Peñas

La desaparición de Sandra Bermejo, la psicóloga madrileña de 32 años a la que se le perdió el rastro hace ya un mes y 19 días en el Cabo Peñas, sigue siendo un misterio. Un odontograma -esquema gráfico de todas las piezas dentales- confirmó que los restos humanos hallados el pasado viernes no son los de la joven, en cuya desaparición siguen abiertas todas las líneas de investigación y de la que se hace cargo la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría de Policía Nacional de Gijón. 

«Son momentos muy duros para la familia. Desde el primer momento teníamos dudas de que se tratara de Sandra por cierta información, por el tiempo que había transcurrido y por estar el cuerpo en la misma zona», indicó este lunes el presidente de la asociación SOS Desaparecidos y portavoz de la familia de Sandra Bermejo, Joaquín Amills, en Espejo Público. Queda pendiente la «confirmación al 100%» del resultado del análisis de ADN, pero esta circunstancia abre, según dijo, «un rayo de esperanza para la familia» de la joven, que llevaba dos años residiendo en Gijón y que desaparecía sin dejar rastro el pasado 8 de noviembre.

Ese día, según el relato que ha ido trascendiendo a través de sus familiares y la asociación SOS Desaparecidos, tenía dos sesiones con pacientes que fueron anuladas y, según las geolocalizaciones de su móvil, se la sitúa en el Cabo Peñas pasadas las 17 horas. La última señal de su teléfono, que no ha sido encontrado, fue a las 17.40 horas. Testigos presenciales, además, han indicado que la vieron sola paseando al inicio de uno de los caminos de la zona. Su coche, tras denunciarse su desaparición al día siguiente -cuando tenía prevista una videollamada con su familia-, fue encontrado en el aparcamiento más próximo a la peña La Gaviera, el viernes 11 de noviembre.

Tres coches aparcados a primera hora

Precisamente este fin de semana Amills revelaba que, según recoge el atestado policial, tres percebeiros habían visto tres coches en el aparcamiento a las 7.30 horas del miércoles 9 de noviembre. Uno de ellos era el de Sandra Bermejo. Los otros dos, en principio, no estaban identificados. Los tres coches estaban aparcados juntos. 

A los pescadores, con licencia para trabajar lunes, martes y miércoles, les extrañó la presencia de estos tres vehículos en la zona ya que, según explicó Amills, «aseguran que a esa hora no suele haber nadie allí». Incluso llegaron a pensar que podría tratarse de pescadores furtivos. Al volver de su faena, solo quedaba el coche de Sandra y no le dieron más importancia hasta que conocieron la noticia de la desaparición de la joven.

Este hecho se suma a que, según han afirmado en la asociación SOS Desaparecidos -cuyo abogado colaborador, Juan Manuel Medina representa a la familia de Sandra Bermejo en la causa judicial abierta por su desaparición-, la joven «no estaba sola en el Cabo Peñas» la noche en la que se le pierde la pista. Amills recordó esta mañana que es importante volver a destacar que no estaba sola y que consta el testimonio de esos tres percebeiros. «Creemos que esta tiene que ser una vía de investigación», dijo, confiando en que se les tome declaración: «Se han ofrecido y han estado hablando desde que se inició la búsqueda con la familia e incluso colaborando y buscando en ciertos sitios difíciles de llegar ya que, por su profesión de percebeiros, conocen perfectamente esta zona».

Un entorno, el del Cabo Peñas, en el que consta que han desaparecido tres personas de las que no se ha vuelto a saber. Los restos hallados por un pescador el pasado viernes se corresponden con los de una mujer joven. A lo largo de los últimos 20 años, son varias las personas que se han precipitado en por el acantilado de Peñas, cuyo mirador está protegido a lo largo de un pequeño paseo por una valla de madera. Pese a que se mantienen abiertas todas las líneas de investigación y se estudian las posibles pistas que van surgiendo, desde la Policía ya se ha apuntado hacia un posible suicidio, o «desaparición voluntaria en el entorno» como se dijo en su momento, como principal hipótesis ante la falta de noticias sobre el paradero de la joven madrileña.

El pasado 19 de diciembre la familia de Sandra Bermejo se reunía en Gijón con los responsables de la búsqueda de la joven, en el que se les trasladaba que no se han encontrado indicios de criminalidad en su desaparición. La familia siempre ha descartado la hipótesis del suicidio, llegando incluso a calificar de «esperpento» la principal línea de investigación, así como la posibilidad de que hubiera sufrido un accidente, ya que Sandra, aficionada al senderismo, conocía bien la zona y no se hubiera puesto en peligro. Las batidas que se han realizado para buscarla en todo el entorno de Peñas, con amplios operativos incluso por mar, no han dado resultado.